El Gobierno de Tsipras pedía seis meses de extensión del crédito y mantener la supervisión financiera de Europa, pero de inmediato Alemania dijo que la carta de Atenas “no cumple con lo pactado en el Eurogrupo”. El tema debe ser definido este mismo jueves.
Por Cladi Pérez/ El País
“Acuerdo máster para facilitar asistencia financiera”. Ese es el nombre de la criatura. El Gobierno de Grecia ha enviado este jueves al Eurogrupo su petición formal de una prórroga de seis meses de la ayuda concedida por los socios europeos, que expira el próximo 28 de febrero. Tras un tira y afloja plagado de presiones que ha durado dos semanas, el presidente del Eurogrupo (la reunión de ministros de Finanzas del euro), Jeroen Dijsselbloem, ha anunciado la recepción de “la petición griega de una extensión de seis meses”, aunque no ha aclarado en qué condiciones pide Atenas esta ampliación de su préstamo. Había —y hay— problemas semánticos y de sustancia, que el Gobierno de Alexis Tsipras trata de soslayar con ese título rimbombante. Alemania ya ha rechazado la propuesta.
“La carta de Atenas no cumple con los criterios acordados en el Eurogrupo el lunes”, ha afirmado este jueves el portavoz del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en un breve comunicado. “No es una propuesta sustancial para una solución. (…) En verdad tiene como objetivo la financiación puente, sin cumplir los requisitos del programa”.
La cotización del euro, que había recibido la noticia de la propuesta enviada por Atenas con subidas hasta llegar a los 1,145 dólares, ha iniciado una bajada vertiginosa tras conocerse la negativa alemana. Poco antes de las dos de la tarde, cada euro se intercambiaba por 1,13 dólares.
En su propuesta, Grecia hace notables concesiones, según las fuentes consultadas en el Eurogrupo. Promete cumplir escrupulosamente con los pagos a los acreedores, y sobre todo reconoce que el actual programa es la base sobre la que hay que buscar un acuerdo de compromiso para la prórroga de la asistencia financiera. Además, acepta que esa extensión sea revisada por la Comisión Europea, el BCE y el FMI —las tres instituciones anteriormente conocidas como troika—, aunque presumiblemente a partir de ahora ese trío operará por separado.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ve en la petición del Gobierno griego “señales positivas” que pueden allanar el camino hacia un compromiso entre Atenas y sus socios del euro. “El presidente Juncker, que ha mantenido conversaciones intensas con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, durante la noche y también esta mañana, ve en esta carta de petición “una señal positiva”, ha indicado el portavoz comunitario Margaritis Schinas.
Fuente: El País