Con el nombramiento de Rogelio Ortega hay un mensaje explícito para el figueroísmo, de un lado, y para los ‘Guerreros Unidos’ y los ‘Rojos’, del otro
Por Ricardo Raphael
¿Por qué nombrar como gobernador interino a un hombre denunciado penalmente? Podría ser falso que Rogelio Ortega Martínez haya estado vinculado con las FARC y también que en los primeros años de la década anterior haya encabezado una organización dedicada al secuestro; pero no lo es que el 18 de marzo de 2009 se presentó ante la Procuraduría General de la República una acusación en contra suya donde se exhibieron pruebas para sustentar tales acusaciones.
La denuncia tiene al calce la firma de José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C., quien ha seguido de cerca los nexos entre las guerrillas colombiana (FARC) y mexicana (EPR-ERPI).
En 28 cuartillas el texto arroja elementos que son inquietantes. También solicita a la autoridad consignar penalmente a Rogelio Ortega Martínez por delincuencia organizada en las modalidades de terrorismo y secuestro.
De acuerdo con este instrumento jurídico, el actual gobernador interino podría haber participado en el plagio de Luis Ávila Marbán, ocurrido el 23 de diciembre de 2001 en Huitzuco, Guerrero.
Como elemento probatorio se exhibió alguno de los correos electrónicos que se encontraron en la computadora del líder subversivo Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, el 1º de marzo de 2008, cuando la fuerza colombiana ingresó al campamento terrorista de las FARC en Ecuador.
En la comunicación referida, una representante de esa organización guerrillera colombiana, que entonces operaba en México, relata a su superior el encuentro con un tal Rogelio, quien pide a la dirigencia de las FARC un préstamo por 40 mil dólares, los cuales serían utilizados por él para ganar la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Para asegurar el pago, el aludido habría ofrecido como garantía los recursos obtenidos por una “retención” (secuestro) organizada por “un grupo que trabaja con él y que viene de las luchas anteriores.” De acuerdo con la misma comunicación, en caso de que el aspirante ganara el cargo, ofreció también para asegurar el pago los recursos de la institución universitaria.
Entre 2001 y 2002 ocurrió en Guerrero una decena de secuestros contra familiares de políticos de la entidad, presumiblemente perpetrados por integrantes del EPR y el ERPI. Destacan entre ellos los plagios de Genaro Vicario Reyes, padre de Héctor Vicario Castrejón, (actual delegado federal de la SEDATU y uno de los hombres más cercanos a Rubén Figueroa); y de Luis Ávila Marbán que, como la familia Vicario, también es oriundo de Huitzuco.
Varias de las personas secuestradas por la guerrilla tienen que ver con la corriente política que encabeza Rubén Figueroa Alcocer, ex gobernador de Guerrero. Se afirma que no habrían sido “retenciones” aleatorias, sino operativos de naturaleza política que además rindieron frutos económicos.
A partir de la lectura que se exhibe en esta denuncia podría especularse sobre una batalla prolongada entre la guerrilla y el figueroísmo.
Los grupos subversivos (que durante mucho tiempo han reclutado algunos de sus cuadros principales en la Normal de Ayotzinapa), habrían estado eventualmente apoyados por las FARC. Del otro lado estarían los intereses del figueroísmo y las organizaciones del crimen organizado, los Rojos y los Guerreros Unidos, que más de un rumor les vincula como parte de una misma hebra.
En ese escenario se presentan las fuerzas en colisión como si se tratara de colesterol bueno y colesterol malo. Mientras la guerrilla es la expresión justiciera y justificable de la violencia, el crimen organizado es una manifestación que debe desterrarse.
Así las cosas, poner como interino a Ortega Martínez no habría sido un acto ingenuo, sino uno muy bien calculado. Y es que no sería creíble que el gobierno de la República haya desconocido las acusaciones realizadas contra él: fueron hecho público y el material probatorio ha estado en la prensa colombiana y mexicana desde 2009.
Podría intuirse que en este nombramiento hay un mensaje explícito para el figueroísmo, de un lado, y para los Guerreros Unidos y los Rojos, del otro: el gobierno federal está dispuesto a convivir con el colesterol bueno pero no tolerará al colesterol malo.
ZOOM: De confirmarse esta hipótesis cabría preguntarse si no había una tercera vía: la unción de un gobernador interino que no estuviera involucrado con ninguna de las partes y que pudiera trascender la pugna entre las facciones violentas que hoy se disputan Guerrero.
Twitter: @ricardomraphael
Fuente: El Universal