El documento que promovió un grupo de países –México y Estados Unidos entre ellos– para que el gobierno de Venezuela supere su crisis interna, no logró los 23 votos necesarios para ser aprobado en la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), informa La Jornada.
Y según el cotidiano, Tampoco fue aprobada una propuesta presentada por San Vicente y las Granadinas. Ante el impasse, esta reunión de consulta –a la que Caracas califica de contraria a la legislación del órgano interamericano– se suspendió temporalmente con la posibilidad de volver a ser convocada en cualquier momento.
Tras este resultado, al que el canciller Luis Videgaray evitó llamar ‘‘fracaso’’, los ministros de 11 naciones, encabezadas por Estados Unidos y México, manifestaron en un posicionamiento conjunto su decepción por la falta de un consenso regional y dijeron que persistirán en buscar, mediante una ‘‘nueva negociación’’, una salida concertada ‘‘en beneficio del pueblo venezolano’’.
Si bien reconocieron que llegar a un acuerdo requiere de tiempo, no descartaron que el tema se pueda llevar a la 47 Asamblea General de la OEA, abierta esta misma noche. Esto mantiene vivo el conflicto con el gobierno de Nicolás Maduro.
Los firmantes de esta carta son: Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Brasil, Argentina, Colombia, Honduras, Paraguay, Guatemala y Perú.
Sin embargo, aunque no alcanzaron las dos terceras partes de los 34 votos de la OEA, en el cabildeo previo a la sesión sí lograron que seis de los 14 países caribeños, que sostenían una posición más respetuosa a la autodeterminación venezolana, cambiaran de bando. Ante el debilitamiento de este bloque, quien dio la cara para defender su postura ante el poderoso grupo que encabeza Norteamérica fue uno de los más pequeños de las Antillas, San Vicente y las Granadinas.
El presidente de la mesa de debates de la reunión de consulta de los cancilleres, el guatemalteco Carlos Raúl Morales, informó que el planteamiento de Estados Unidos y sus acompañantes fue resultado de las negociaciones que los países miembros realizaron desde el 31 de mayo, cuando tampoco se pudo llegar a un acuerdo.
Dicha propuesta retoma elementos de las dos declaraciones que se analizaron en la ciudad de Washington a finales de mayo y que fueron retiradas.
La segunda declaración votada hoy fue la presentada por San Vicente y Granadinas. Esta prácticamente era la misma que los países caribeños estuvieron defendiendo en la capital estadunidense, donde en resumen urgen a retomar un diálogo para resolver la crisis venezolana. Ésta obtuvo ocho votos en favor, 14 en contra, 11 abstenciones y la ausencia de Venezuela.
La propuesta promovida por el bloque norteamericano, que tuvo 20 votos a favor, hacía un llamado a la administración de Maduro ‘‘a reconsiderar’’ la realización de la Asamblea Nacional Constituyente, como está actualmente concebida, y su decisión de retirarse de la OEA. Este fraseo matizó una primera versión que exigía ‘‘dejar sin efecto’’ dicho proceso.
Igualmente, hacía un llamado a cesar los actos de violencia y hostilidad que provengan de cualquiera de los involucrados en el conflicto y a respetar de modo absoluto los derechos humanos, el estado de derecho, la separación de poderes y los procesos constitucionales del país sudamericano.
La votación de ambos escritos se realizó cuando la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, ya había abandonado los trabajos del encuentro por considerar que fue convocado sin respetar los lineamientos de la OEA.
Visiblemente decepcionado, el canciller Luis Videgaray dijo que estos resultados ‘‘ponen en evidencia la incapacidad para lograr un acuerdo y eso no debe pasar inadvertido, porque mientras tanto en Venezuela continua la violencia.
‘‘¿Qué le vamos a decir a los venezolanos que están en las calles, a las familias que han perdido a alguno de sus miembros? ¿Qué les diremos a quiénes no tienen que comer y buscan comida en los basureros, a los enfermos que en los hospitales no tienen medicinas?’’
Enfocando el resultado de manera positiva, destacó en conferencia de prensa al final de la sesión, que hubo 20 naciones, incluidas seis del Caribe, ‘‘que le dijeron a Maduro que reconsidere su propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente’’.
Por Estados Unidos, John J. Sullivan, subsecretario de Estado, lamentó que no se haya podido llegar a un acuerdo y externó su interés en que continúe el diálogo para seguir tratando de encontrar una salida negociada.
De quienes respaldaron al gobierno de Maduro, la representación nicaragüense pidió que la OEA deje de intervenir en cuestiones internas de Venezuela y reconozca que el gobierno de esa nación sigue intentando el diálogo. Consideró inaceptable que continúe abierta la reunión de consulta.
Previo a la votación, a lo largo de toda la discusión los países presentes se enfrascaron en un debate sobre la pertinencia de que el organismo emitiera una resolución sobre la situación de Venezuela. Argumentos en favor de que la OEA tenga un papel más decisivo sobre cuestiones de la democracia, aunque sean decisiones internas de los países, chocaron contra las opiniones de quienes defendían los valores de la no intervención. ‘‘Antiguos’’, los llamó el canciller de Chile, Heraldo Muñoz Valenzuela.
Por su parte, el ministro de Brasil, Marcos Bezerra, calificó de ‘‘falsos’’ los argumentos de no intervención y aseguró que el gobierno de Michel Temer ‘‘seguirá levantando su voz para decir que Venezuela es una dictadura. Lo haremos solos o acompañados’’.
Fuente: La Jornada