Por primera vez, trabajadores en un almacén de Amazon, ahora la segunda empresa más grande en número de empleados en el país, votaron a favor de sindicalizarse, un triunfo laboral con magnas implicaciones nacionales.
Con un voto de 2 mil 654 contra 2 mil 131, los organizadores de los más de 8 mil 300 trabajadores del almacén y centro de distribución en Staten Island en la ciudad de Nueva York lograron derrotar los esfuerzos anti-sindicales de una de las empresas más poderosas del pais, cuyo fundador, Jeff Bezos, es el hombre más rico del mundo.
The moment Amazon workers at the JFK8 warehouse declared victory in their vote to form the first Amazon union in the United States pic.twitter.com/Fr92Wz1LIN
— Kei Pritsker (@KeiPritsker) April 1, 2022
Esta victoria sindical local de inmediato fue noticia nacional ya que tiene repercusiones nacionales no solo al marcar la primera vez que trabajadores de esa empresa que ejerce su enorme poder sobre varios sectores de la economía hayan votado a favor de agremiarse, sino establece el inicio de una contraofensiva laboral despues de años de derrotas y fracasos que ha llevado a una tasa de sindicalización nacional de apenas 10.3 por ciento (y menos que un 7 por ciento en el sector privado), entre las más bajas en la historia moderna del país.
Aun más sorprendente es que la campaña por la sindicalización fue impulsada por un gremio independiente local, el Sindicato Laboral de Amazon (ALU) y no por uno de los sindicatos nacionales (aunque un par, Unite Here y UFCW, brindaron apoyo logístico y legal a los organizadores). Ese mismo sindicato está promoviendo otra iniciativa para sindicalizar otro almacén de Amazon en esta misma ciudad, donde un voto inicial para aprobar o no la sindicalización está programado para fines de abril.
Chris Smalls, un ex empleado de Amazon en el almacén que aprobó sindicalizarse y que junto con otros colegas iniciaron la campaña solos, destapó este viernes una botella de champaña en frente de las oficinas de la Junta Nacional de Relaciones Laborales encargada del conteo de los votos y brindó “al primer sindicato de Amazon en la historia de Estados Unidos”.
Smalls tambien bromeó que “queremos agradecerle a Jeff Bezos por irse al espacio porque mientras el eséaba allá arriba, nosotros estábamos reclutando a trabajadores”.
Al mismo tiempo, otro esfuerzo de más de un año para organizar un almacén y centro de distribución de Amazon en Alabama impulsado por el sindicato nacional de trabajadores RWDSU, el cual ha enfrentado una ofensiva feroz de la empresa y la cúpula política y económica estatal, está por definirse después de culminar en una segunda ronda de votos luego de que la primera fue declarada nula por autoridades federales por violaciones de normas por la empresa. Los resultados iniciales indican una derrota muy escueta del sindicato, pero aun falta el conteo de cientos de boletas disputadas, proceso que podría tardar semanas más.
El voto para aprobar un sindicato es solo un primer paso y estrategas laborales y expertos académicos pronostican una larga lucha antes de que la empresa ceda y acepte negociar un contrato colectivo. Amazon por ahora expresó que estaba “decepcionada” con el resultado e indicó que está evaluando sus opciones, entre ellas cuestionar la legitimidad del proceso. Estrategas laborales pronostican que la empresa prolongará el proceso lo más posible con apelaciones y otras maniobras, y que el sindicato local necesitara apoyo para aguantar eso.
Algunos sindicatos nacionales, entre ellos e RWSDU y los Teamsters, ya se están preparando para generar ese apoyo no solo en este caso, sino para impulsar la sindicalización de Amazon, empresa con más de un millón de empleados en Estados Unidos y un total de 1.6 millones a nivel mundial. Muchos expertos señalan que para el movimiento laboral, sindicalizar a Amazon es, como dijo uno, “el premio mayor”.
Sin embargo, el triunfo en Nueva York y el concurso tan cerrado en Alabama podrían generar no solo más iniciativas para sindicalizar a Amazon sino nutrir esfuerzos en otras mega-empresas que hasta ahora han fracasado, incluyendo Walmart y Starbucks.
Fuente: La Jornada