Por Sergio Muñoz Bata
La dinámica de los gobiernos autoritarios no cambia. Conforme avanza la represión contra los venezolanos que protestan contra la represión, la escasez de productos, el aumento de la criminalidad, el Gobierno aumenta la embestida contra los pocos medios independientes que quedan en el país. Ahora, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha lanzado una feroz ofensiva contra Teodoro Petkoff, un columnista externo llamado Carlos Genatios y los socios, dueños, junto con Petkoff, del diario Tal Cual.
Los acusa de difamación agravada porque en una columna Genatios, exministro de Ciencias en uno de los gabinetes de Hugo Chávez, hizo una cita de un comentario que apareció en las redes sociales en el que Cabello respondía a quienes se quejaban del aumento de la criminalidad: “Si no les gusta la inseguridad, váyanse”. Una frase que, posteriormente a su divulgación, Cabello desmintió. Una jueza de Caracas ha admitido la demanda penal que, de ser encontrados culpables, podría condenar a los acusados a cuatro años de prisión y al pago de multas millonarias.
Nunca, en la accidentada historia del periodismo venezolano, se ha hecho responsable a un diario por la opinión de un articulista externo. Yo soy también colaborador externo de Tal Cual y ahora dudo de si debo pedirle a mi editor que publique esta columna. No temo que emprendan una acción legal contra mí, un colaborador externo que reside en el extranjero, pero ¿meteré en más problemas al diario para el cual escribo desde hace siete años? ¿Será mi columna un nuevo pretexto para perseguir a mi amigo Teodoro? ¿Debo intentar ser imparcial ante un conflicto en el que la gente pierde la vida cada día que se manifiesta en las calles porque el Presidente siente que se disminuye su autoridad real y moral? ¿Debo confiar en que se puede tener un diálogo sensato con un Estado que es el principal violador del Estado de derecho?
Le pregunto a Charles Shapiro, un hombre que conoce Venezuela como pocos extranjeros después de haber sido embajador de Estados Unidos en Venezuela. ¿Qué se puede hacer para impedir el atropello contra Teodoro? “Esta es solo una nueva faceta de un régimen autoritario que utiliza las instituciones de lo que había sido un sistema democrático en contra de sus opositores. Se levanta una demanda, se permite la defensa del acusado y un juez falla. El problema es que el fallo ya estaba decidido y el juicio es una farsa, porque los tribunales no son independientes”.
Le pido al expresidente colombiano César Gaviria su opinión y me responde: “No puedo quedarme callado porque el silencio me hace cómplice. Hoy, en Venezuela, se está poniendo en grave peligro la libertad de prensa y expresión y el respeto por los derechos humanos, se están generando muertes de origen político muy ajenas a la tradición democrática de la hermana república”.
Y leo la declaración del costarricense Óscar Arias, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos y el peruano Alejandro Toledo que condena los hechos y demanda el “cese inmediato de la persecución contra los estudiantes y los líderes de oposición, incluida la liberación del señor Leopoldo López” y llamando a la comunidad internacional a sumarse a un esfuerzo concertado para el fortalecimiento de la democracia y la preservación de la paz en Venezuela.
Condena que contrasto con la servil declaración de los países de Unasur que apoya a Maduro en su represión y con el silencio cómplice de México, y me doy nuevos ánimos para pedirle a Teodoro que siga adelante con la misma valentía con la que ha vivido toda su vida. Con ese valor que en este momento de acoso lo ha llevado a escribir un editorial en la primera plana de Tal Cual en el que promete: “No nos callarán”.
Fuente: El Tiempo de Bogotá