Federales limpian la Laguna a El Chapo

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Uno de los efectos de la “limpia de la plaza” que realizan las fuerzas federales en la zona lagunera de Durango y Coahuila es la desarticulación de una organización delictiva local (el Cártel del Poniente o Los Dannys). Pero la zona, que comprende Gómez Palacio y Lerdo, en Durango, y compromete a Torreón, en Coahuila, estaba en disputa. Así que los ganones con la caída de Los Dannys fueron, sobre todo, Los Cabrera, la célula del Cártel de Sinaloa que al parecer ahora domina “pacíficamente”.

Por Patricia Dávila

Con la detención de Daniel García Ávila, El Danny, líder del autodenominado Cártel del Poniente, las fuerzas federales lograron en sólo seis meses desarticular en 70% esa organización que dominaba Gómez Palacio, Lerdo y Torreón, municipios que comprenden la comarca lagunera de Durango y Coahuila.

No obstante, ahora favorecen a Los Cabrera, célula perteneciente al Cártel de Sinaloa, para que se consoliden en la plaza. Desde enero pasado, la policía estatal y efectivos federales han detenido también a Juan Antonio García, hermano de El Danny, que se encargaba de las operaciones financieras; a Gabriel Zúñiga Ovalle, jefe de sus halcones, y a su hermano Jacobo, jefe de sicarios y de los distribuidores de droga, así como al pistolero y escolta José Salvador Morales cuevas.

Además cayeron otros 45 operadores de la estructura del cártel y 300 narcomenudistas. En ausencia de García Ávila, quedó como jefe del grupo Arturo Bardales Díaz, El Alfa, con su hermano Arturo Bardales El Junior como lugarteniente y Juan Bananas como jefe de sicarios un diagnóstico elaborado por coordinadores del Operativo Laguna Segura (OLS), proporcionado a Proceso por un mando militar que pidió omitir su nombre y emitido el 27 de enero pasado, establecía que hasta esa fecha el Cártel del Chapo Guzmán estaba formando un cinturón de seguridad alrededor de Gómez Palacio y Lerdo para evitar que la gente de El Danny se expandiera al resto de Durango, dominado por Los Cabrera.

El Cártel del Poniente fue obligado a replegarse, pero a través de mensajes en lonas se quejó de que las corporaciones policiacas estaban limpiándole el terreno al Cártel de Sinaloa (Proceso 1891). Las fuerzas federales intensificaron sus operativos y el 21 de junio llegó un convoy con 300 efectivos de la Policía Militar (PM). En entrevista, un coordinador de esta corporación describe una de las consecuencias de estas medidas: “desde enero, cuando deshabilitaron a las policías municipales de Gómez Palacio y Lerdo por estar coludidas con García Ávila, tuvo que entrar la estatal para desarticularlos. El resultado fue que, con la protección de las corporaciones policiacas estatales, los cabrera empezaron a trabajar la plaza, aunque no ha sido muy evidente”.

-¿Las fuerzas federales también llegan en apoyo a Los Cabrera?

-Sí, sobre todo la Policía Federal, porque los militares no se metían tanto de un lado ni del otro. Hasta enero de este año Los Dannys (Cártel del Poniente) mantuvieron bajo su mando la operación del C4 (Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando) de Gómez Palacio, Durango; ahora el control lo tiene el ejército.

Explica que los militares se concentraban en instalar retenes en los accesos Durango-Coahuila y Coahuila-Durango porque en Coahuila predominaban Los Zetas y había una rivalidad muy fuerte entre ellos y el Cártel del Poniente. Por lo tanto, la gente de Daniel García Ávila quedó entre dos fuegos: en Gómez Palacio y Lerdo enfrentaban a Los Cabrera, a la policía estatal y a la Policía Federal (PF), mientras que por torreón trataba de evitar que Los Zetas se metieran a la Laguna.

Por eso el Cártel del Poniente se fue debilitando. Pronto surgieron los inconvenientes. “Las quejas de la ciudadanía en contra de los policías estatales empezaron a brotar porque se estaban saliendo de control. Era un abuso a más no poder, cometían fechorías graves en contra de los ciudadanos, les quitaban celulares, dinero, les quitaban de todo”, menciona la fuente de la PM.

Como ya no había policías municipales, prosigue, los delitos del fuero común se estaban elevando al máximo: robos a casa-habitación, asaltos a transeúnte, el grafiteo. se veía una descomposición social en el sentido de que no había quien vigilara los delitos menores. la labor de la federal fue detener esta ola delincuencial.

“Hay extorsión, cobro por derecho de piso, secuestros. Hace dos años cobraban Los Dannys, pero ahora que ya no dominan, los taxistas y el transporte urbano siguen pagando su cuota semanal de 100 pesos. Aunque el caso de los taxistas es especial: debido a la presencia policiaca y militar, los puntos de venta de droga al menudeo se mueven constantemente y los únicos que conocen los cambios son los choferes, porque operan como burreros, son los que trasladan a los compradores”, afirma el entrevistado.

La debacle del “Danny”

Las autoridades estatales afirman que la mayoría de Los Dannys están detenidos. Al preguntarle a la fuente de la PM si confirma la versión, responde:

-Claro, pero siguen operando, no con la misma peligrosidad ni en el mismo número. También operan Los Cabrera.

-¿Los Zetas han intentado entrar en la laguna de durango?

-Ya no, desde que salió Humberto Moreira y quedó su hermano, al menos se calmó un poco el asunto. Desde que mataron a El Lazca la actividad de Los Zetas en Torreón ha menguado. El año pasado intentaron meterse a la Laguna de Durango; Duraron unos días en Gómez Palacio pero fueron rechazados por Los Dannys y no volvieron a intentarlo.

-¿Me decía que Los Cabrera están avanzando hacia Torreón?

-Sí. Ese es el detalle, que salen unos y entran otros. Todavía hace tres semanas estaba muy peligroso el asunto de Torreón, operando a cualquier hora del día y generando temor. los cabrera trabajan de noche, levantan, asesinan, los dejan tirados y se van; aunque crean menos psicosis, finalmente la misma perdición.

-¿Todavía se oye de Los Zetas en Torreón?

-En la ciudad ya no tanto, más bien en los alrededores: Matamoros, San Pedro, Francisco I. Madero.

-¿Los Cabrera ya se posesionaron de Torreón?

-No sé en Torreón, pero en toda la Laguna de Durango sí. con el apoyo de la PF están asentados en la colonia Armando del Castillo Franco, una parte de la colonia san Fernando en San Isidro, y en comunidades rurales como el ejido los Ángeles, el huarache.

“En Gómez Palacio sabemos que su tierra siempre ha sido la colonia el consuelo, una colonia que tiene un cerro desde donde controlan buena parte de su territorio. En la parte de arriba, que colinda con la durangueña y la Meyer de Coahuila, estaban los Dannys y los sacaron los Cabrera. es una recomposición muy drástica”.

La actividad preferida de la delincuencia organizada en la laguna es la venta de droga al menudeo, y después la extorsión y el cobro de “derecho de piso”. Los taxis aún se dedican a la burreada, a la chapulinada, a llevar a los clientes a comprar.

La debacle del Cártel del Poniente se inició el 3 de abril: elementos de la PF, la Sedena y la fiscalía estatal capturaron a 20 de sus presuntos operadores en Zacatecas, Coahuila y Jalisco, entre otros a Luis Fernando Martínez Jaramillo, Héctor Gómez botello, Gabriel Zúñiga Ovalle y Juan Antonio García Ávila.

Según las autoridades, ellos perpetraron el ataque del 27 de febrero contra los agentes de la PF que resguardaban las instalaciones del periódico El Siglo de Torreón, en el cual murió un civil y fue herido un agente.

Según las autoridades, Martínez Jaramillo era el supuesto encargado de las células que operaban en la laguna y probable responsable de varios secuestro s en la ciudad, mientras que Gómez Botello, originario de El Coyote, Coahuila, encabezaba la contrainteligencia del grupo delictivo y coordinaba a sus halcones.

A Gabriel Zúñiga Ovalle o José gabriel Zúñiga ovalle y a Juan Antonio García Ávila, dos de los principales mandos del llamado cártel de la laguna, se les aprehendió en Jalisco. el primero era el jefe de las células dedicadas a la venta de droga, plagio, extorsión y ejecución de sus rivales en las colonias la Durangueña, en Torreón, y El Huarache, en Lerdo, Durango.

(Fragmento del reportaje que se publica esta semana en Proceso 1916, ya en circulación)

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