El famoso cantautor y guitarrista cubano fue uno de los fundadores de la Nueva trova cubana al lado de figuras como Silvio Rodríguez. El artista estuvo varios días hospitalizado en Madrid por un cuadro de infecciones.
Pablo Milanés murió a los 77 años en Madrid, España, luego de varios días hospitalizado por un cuadro de infecciones derivadas de la enfermedad oncohematológica
Previamente, su oficina había informado las razones por las que había ingresado al nosocomio.
“Los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud”,
“Esta situación clínica es secundaria a una enfermedad oncohematológica que sufre desde hace varios años y que le exigió instalarse en Madrid” a finales de 2017 para recibir tratamiento.
“Por ello, de momento ha sido necesario cancelar los conciertos previstos en las próximas semanas y suspender toda su actividad artística mientras dure esta circunstancia”, indicaba el documento.
El autor de temas como “Para vivir” o “Yolanda” tenía previsto actuar el 30 de noviembre en Ciudad de México y el 5 de diciembre en Santo Domingo.
¿Quién fue Pablo Milanés?
Pablo Milanés nació en Bayamo, provincia de Oriente, actual provincia de Granma, Cuba. Estudió música en el Conservatorio Municipal de La Habana.
En sus comienzos estuvo muy influido por la música tradicional cubana y por el feeling (‘sentimiento’, en inglés). El feeling es un estilo musical que se inició en Cuba en los años 1940 y suponía una nueva manera de afrontar la canción, donde el sentimiento definía la interpretación y estaba influido por las corrientes estadounidenses de la canción romántica y del jazz.
En 1964, Milanés se incorporó como intérprete al cuarteto Los Bucaneros, con quienes colaboró en sus primeros trabajos. También probó suerte como solista ocasional, diversificando de esta manera sus experiencias que más tarde le llevarían a trabajar en solitario.
En 1965, Milanés publicó Mis 22 años, considerada por muchos el nexo de unión entre el feeling y la Nueva Trova Cubana, incluyendo nuevos elementos musicales y vocales que serían precursores de la música cubana que vendría después.
Hacia 1966 Milanés fue enviado por las autoridades a un campo de trabajo forzoso de la Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP) en la zona de Camagüey, en el centro de la isla. Después de fugarse a La Habana para denunciar las injusticias cometidas en lo que en 2015 llamó “un campo de concentración estalinista” fue encarcelado por dos meses en La Cabaña y luego mandado a un campamento de castigo, donde permaneció hasta la disolución de la UMAP, a finales de 1967.
Bajo el influjo del Primer Encuentro Internacional de la Canción de Protesta, celebrado en Varadero en 1967, Milanés empezó a crear canciones de contenido político.
En 1968, Milanés ofreció su primer concierto con Silvio Rodríguez en la Casa de las Américas. Esta sería la primera muestra de lo que más tarde, en 1972, surgiría como el movimiento musical popular de la Nueva Trova. En ese mismo lugar conocería a los miembros de la élite cultural y musical de otros países americanos con los que compartía sus preocupaciones sociales. Violeta Parra, Mercedes Sosa, Daniel Viglietti, Chico Buarque, Simone, Vinícius de Moraes, Milton Nascimento, Víctor Jara entre otros muchos, pasaron por la Casa de las Américas en aquella época.
Como compositor, Pablo Milanés tocó diversos estilos, entre ellos el son cubano y la canción de protesta a finales de los sesenta. Ha pertenecido al Grupo de Experimentación Sonora y ha compuesto temas para el cine.
A través del GESICAIC, tanto Pablo Milanés como otros destacados músicos cubanos, incluyendo a Silvio Rodríguez, participan en un taller creativo donde se formaba a jóvenes talentos cinematográficos cubanos enseñándoles lo mejor de la música cubana, que posteriormente quedaría plasmado en una generación de cineastas que fundían a la perfección música y cine.
Esta etapa de Pablo Milanés abarca desde finales de los sesenta hasta mediados de los setenta, y va repleta de temas del artista: Yo no te pido, Los años mozos, Cuba va, Hoy la vi, Yolanda, No me pidas, Los caminos, Pobre del cantor, Hombre que vas creciendo, Yo pisaré las calles nuevamente, y otras.
Un álbum importante en la vida de Pablo Milanés fue el titulado Querido Pablo, un disco homenaje grabado con algunos de sus grandes amigos, y en el que participan gente de la talla de Víctor Manuel y Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Mercedes Sosa, entre muchos otros.
Este disco tuvo una secuela en 2002, que llevaba el título de Pablo Querido. Diecisiete años después, un buen puñado de artistas se vuelven a reunir para cantar al son de Pablo Milanés. En esta ocasión, además de amigos “clásicos” de Milanés, se unen artistas de la nueva música pop, como Fher (el cantante del grupo mexicano de rock Maná), Marco Antonio Muñiz o Armando Manzanero.
En 2005 compone una parte de la banda sonora de la película Siempre Habana dirigida por Ángel Peláez. De entre sus muchas canciones, son especialmente famosas: Yolanda, Yo me quedo, Amo a esta isla y El breve espacio en que no estás, Para vivir y Cuánto gané, cuánto perdí.
(El Sol con información de EFE)