Estafadores obtienen base de datos de menores migrantes; el FBI detecta extorsiones a familias en 12 estados de EU con cobros de hasta 6 mil dólares
El gobierno federal de Estados Unidos investiga cómo es que la información sobre niños migrantes cae en las manos de estafadores que engañan a sus parientes para que paguen grandes sumas para reunirse con ellos, revelaron fuentes de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) al diario The New York Times.
Un oficial gubernamental cercano al caso explicó al diario que la línea de investigación seguida sugiere que una base de datos de los niños pudo haber sido hackeada o que algún empleado de gobierno con acceso a la información lo vendió a los estafadores.
El FBI dijo que estos estafadores tienen detalles precisos sobre los niños para contactar a parientes que vivan en Estados Unidos y les exigen el pago para cubrir los supuestos gastos que tomaría para reunirlos.
Hasta ahora se han reportado casos de estos fraudes en 12 estados, desde Nueva York hasta California y con chantajes desde 350 dólares hasta 6 mil.
El diario explicó en un artículo que miles de los niños centroamericanos son enviados a albergues en las bases militares hasta que les encuentran un lugar dónde quedarse mientras se define su situación migratoria.
Asimismo cita a una vocera de la dependencia federal del buró de investigación en San Antonio, que afirmó que son demasiados los casos para pensar que es un incidente aislado. “Es un problema”, dijo Michelle Lee.
Desde la semana pasada el FBI se dio a la tarea de investigar estos casos, después de enterarse que muchas de las personas que buscan encargarse de los niños o familiares que residen en Estados Unidos fueron contactados por gente que se hacía pasar como trabajadores de fundaciones de caridad con falsas pretensiones de reunirlos.
En estos casos, el estafador habla fluido el español y está bien informado sobre el proceso migratorio, lo cual hace todo más convincente, explicó la vocera del FBI y llaman a los parientes de los niños para pedirles el dinero.
Sin embargo los familiares dan por hecho que el trámite de la reunión tiene algún costo y por ello no hacen preguntas al respecto.
Fuente: Sin Embargo
