Captan en video a criminales en un retén pidiendo ‘cuota’ a conductores a cambio de no hacerles daño
Además de secuestrar y enrolar a los migrantes que Estados Unidos devuelve por esta frontera, el crimen organizado controla las calles de esta ciudad, donde pone retenes con los que extorsiona a los conductores, en su mayoría paisanos.
Un video reciente evidencia cómo, en completa impunidad, sujetos presuntamente armados detienen a un conductor que circulaba de noche por el Bulevar Luis Donaldo Colosio para pedirle dinero a cambio de que no le hagan daño más adelante.
Las imágenes, con duración de un minuto y 23 segundos, fueron captadas por una cámara desde el interior de una camioneta conducida por un hombre con acento de paisano.
“Hay que pagar una cuota para el Cártel del Noreste para que te vayas y nadie te moleste, padre. Guárdame el teléfono porque no te lo quiero quitar”, le dice el delincuente al conductor, que iría acompañado de otro hombre.
“Hay que pagar mil dólar aquí pa’ la maña. Quinientos y 500 para que se me vayan bien. Les voy a dar una clave”, añade en alusión a un salvoconducto para circular por la frontera.
Ante la exigencia del criminal, que usa una lámpara para ver hacia adentro de la camioneta, el conductor empieza a contar billetes y le entrega 300, pidiéndole que le deje para la gasolina.
“(La cuota) es para la protección de ustedes, viejo. Ayúdale tu, viejo, también”, le responde el delincuente, dirigiéndose al acompañante.
“Es que ya no teníamos en efectivo. Allá (en el puente) pagué los impuestos… Es que nomás traía 300”.
Posteriormente, el criminal baja la cuota: “Ponle 300 dólares más, 150 cada quien”, le dice, para después contestar una llamada en su celular, terminándose abruptamente el video.
El tramo en el que habría ocurrido esta extorsión está en torno al Puente 2, que tiene vigilancia por parte de militares, Policía Federal, oficiales de Aduana y Migración.
Ese cruce a Texas es el preferido por paisanos y compradores, ya que con el bulevar conecta la carretera a Monterrey, por lo que el Colosio se ha convertido en una “minita de oro” para el crimen.
Fuente: Reforma