Explosiones de China, ejemplo de nuevo tipo de guerra

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Por Derrick Broze

Ha sido noticia esta última semana: las impresionantes explosiones en el puerto de Tianjin han dado la vuelta al mundo. Algo que todo el mundo ha interpretado como un “simple accidente industrial”.

El incidente ha provocado hasta el momento 112 muertos, 95 desaparecidos y 720 heridos.

Oficialmente, las potentes explosiones y un incendio posterior fueron provocadas por productos inflamables almacenados en un almacén junto con productos químicos peligrosos como el cianuro de sodio.

El domingo, un funcionario chino de alto rango confirmó que varios cientos de toneladas de cianuro de sodio productos químicos altamente tóxicos fueron encontradas en la zona afectada por las explosiones.


Incluso algunas agencias como Reuters informaron que la propia acción de los bomberos podría haber provocado las explosiones:

Reuters informa que los bomberos que intentaron apagar el fuego inicial podrían haber agravado la situación por la pulverización de agua.

“El almacén, diseñado para albergar productos químicos peligrosos y tóxicos, estaba almacenando principalmente nitrato de amonio, nitrato de potasio y el carburo de calcio en el momento de las explosiones, según la policía.

La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que varios contenedores en el almacén se incendiaron antes de las explosiones.

Expertos en seguridad química afirman que el carburo de calcio reacciona con el agua creando acetileno, un gas altamente explosivo. Una explosión podría haberse producido si los bomberos rociaron el carburo de calcio con agua”.




Pero a estas alturas, ya hay mucha gente que sospecha que este incidente tiene poco de casual. No hace falta ser un “genio conspiranoico” para verlo.

Los recientes acontecimientos económicos en China parecen demasiado cercanos como para ser ignorados.

Estas últimas semanas hemos vivido una crisis en la bolsa china, en la que el gobierno Chino llegó a prohibir las ventas de acciones a los directivos y grandes accionistas, principalmente en las bolsas de Shanghai y Shenzen.

El gobierno de Pekín llegó a insinuar que las caídas de las bolsas se debieron a “interferencias externas”, acusando encubiertamente a EE.UU.




Asimismo, y en gran parte como consecuencia del debilitamiento de su economía, el gobierno chino ha iniciado una devaluación de su moneda con el fin de aumentar sus exportaciones, que amenaza con provocar graves daños económicos sobre el resto de sus competidores.

¿No es mucha casualidad que en medio de todo este embrollo se produzca un incidente tan “explosivo” y aparente?


Recordemos que desde hace meses, se suceden las acusaciones cruzadas de ciber-guerra, especialmente de EE.UU. hacia China.

Recordemos que la explosión se produce pocos días después de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos acusara al gobierno chino de piratear,

“los correos electrónicos personales de todos los altos funcionarios de seguridad nacionales”.

The Guardian informó que,

“estos ataques, entre los más de 600 ataques atribuidos por las autoridades norteamericanas a hackers que trabajan para el gobierno chino, buscaron información de correo electrónico personal de altos funcionarios del gobierno y comenzó en 2010”.

El presunto hackeo chino se produce también después de otra infiltración masiva atribuida a hackers que trabajan para el gobierno ruso.

“Rusia lanzó un sofisticado ciberataque contra el sistema de correo electrónico no clasificado del Pentágono, utilizado por los Jefes del Estado Mayor Conjunto, que obligó al pentágono a cerrar el sistema de correos no clasificados hace dos semanas.

El ataque afectó a 4.000 empleados militares y civiles de la Junta de Jefes del Estado Mayor y ha sido considerado el ataque cibernético más sofisticado de la historia militar”.

A ello debemos añadir, que poco después de las explosiones en Tianjin, se produjo,

“un fallo informático que causó retrasos en los vuelos de miles de viajeros en los principales aeropuertos de la costa noreste de EE.UU., según informó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA)”




Algo que mucha gente podría interpretar como una posible represalia china.

Y es que parece que últimamente, los EE.UU. se ven abocados a todo tipo de “incidentes” relacionados con sus sistemas informáticos.

Recordemos lo que sucedió el pasado 8 de julio en la Bolsa de Nueva York…

Un fallo informático ha obligado a detener este miércoles por completo la actividad en la Bolsa de Nueva York (NYSE) durante tres horas y 40 minutos.

El parque neoyorquino había comenzado con normalidad sus operaciones, con bajadas en los principales índices cercanas al 1%.

La jornada de pérdidas seguía a una mala evolución anoche de los mercados asiáticos que había hecho cundir cierto nerviosismo entre los inversores. Una alerta advertía pocos minutos después de las 11.30 locales, tras hora y media de actividad, que por cuestiones técnicas se paraba la negociación.

La negociación volvió al parqué a las 15.10 locales.

Recordemos que ese mismo día, se produjo un incidente previo con United Airlines, obligada a detener todos sus vuelos durante horas por otro fallo informático, sumado a la caída temporal de la Web del diario Wall Street Journal al mismo tiempo que la Bolsa, lo que alimentó las sospechas de un posible ciberataque, que fue desmentido oficialmente.




Cuántos fallos informáticos masivos, ¿no…?

Son demasiadas casualidades juntas, demasiados “accidentes fortuitos” y demasiado próximos entre sí como para no sospechar.

Cada vez parece más obvio que estamos inmersos en una auténtica guerra.

No es una guerra convencional, sino una guerra asimétrica y de baja intensidad entre las superpotencias, que quizás preceda a un estallido bélico mucho mayor en el futuro y que en artículos anteriores ya predijimos que podría iniciarse en el año 2020.

En este contexto, las explosiones de Tianjin no parecen tener nada de casual ni de accidental.




Este mismo lunes, cuando escribimos este artículo, se ha producido,

“una nueva pequeña explosión en el almacén de sustancias peligrosas en el puerto chino de Tianjin, donde dos explosiones masivas tuvieron lugar el miércoles”, según ha informado la Televisión Central de China (CCTV).

“La explosión ocurrió a las 7:00 am hora local. Se reportaron llamas y el humo blanco al que se había observado en el sitio”.

Algunos medios alternativos apuntan, quizás de forma un tanto sensacionalista, que la explosión de Tianjin se debió a una bomba nuclear táctica instalada en el subsuelo.

NOTA: el recurso a las bombas nucleares tácticas empieza a ser recurrente en algunos medios alternativos que ven explosiones nucleares tácticas en cualquier incidente que se produzca: desde el accidente del vuelo de Germanwings en los Alpes, las explosiones en el puerto de Tianjin, pasando por cualquier gran explosión reportada en cualquiera de los conflictos bélicos que azotan el mundo, desde Yemen a Ucrania.


Cráter en el puerto de Tianjin, 
provocado por el presunto artefacto nuclear según algunos medios


Sea como sea, (y más allá del detalle de si ha sido una bomba nuclear táctica o no), lo cierto es que las sospechas de que estamos viviendo una guerra silenciosa y encubierta entre las 3 grandes potencias, que va aumentando de intensidad, se acumulan a nuestro alrededor y a estas alturas se ha de estar bastante ciego para no verlo.


LAS EXPLOSIONES DE TIANJIN Y LA SUPERCOMPUTADORA TIANHE

Otro elemento que ha salido a colación en relación con las explosiones de Tianjin, es el referente a la supercomputadora que China se vio obligado a cerrar por razones de seguridad.

Aunque Liu Guangming, director del Centro Nacional de Supercomputación en Tianjin, dijo que el superordenador Tianhe-1A estaba funcionando sin problemas y protegido por una habitación blindada, fue temporalmente apagado por motivos de seguridad.

El Tianhe-1A puede realizar 2,57 billones de operaciones de computación por segundo y fue reconocido como el sistema de computación más rápido del mundo en 2010.




Esto es algo interesante de observar si se tiene en cuenta que el gobierno de Estados Unidos le negó recientemente la venta a China de la tecnología necesaria para actualizar el superordenador Tianhe-2.

En abril de 2015, IEEE Spectrum informó que:

“Cuando China quería actualizar el Tianhe-2, actualmente el superordenador más rápido del mundo, pidió sus suministros al fabricante estadounidense de chips Intel.

Pero el gobierno de Estados Unidos ha bloqueado la venta de los suministros de Intel a China, poniendo en la lista negra a varios centros de supercomputación chinos, bajo preocupaciones por su posible participación en el desarrollo de armas nucleares y actividades contrarias a los intereses de seguridad nacional y política exterior de EE.UU..

Los expertos advierten de que a largo plazo, esta medida puede perjudicar el negocio de los fabricantes de chips de Estados Unidos y alentar a China a acelerar su desarrollo de chips de cosecha propia”.




Aunque la negación de servicios a China podría ser vista como un intento de hacer daño a la superpotencia emergente, algunos expertos creen que en realidad va a tener el efecto contrario y ayudará a la economía china y perjudicará finalmente a la economía de Estados Unidos.

Pero a veces, los presuntos ciberataques de “enemigos” también tienen que ver con los propios intereses del gobierno de EE.UU.

The Guardian señala que las reclamaciones de hacking son un buen augurio para los partidarios de la controvertida Ley de Intercambio de Información de Seguridad Cibernética (CISA), que probablemente se estudiará en Senado norteamericano el próximo mes.

  • ¿Podría ser un caso de propaganda del gobierno de Estados Unidos diseñado para promover otro proyecto de ley autoritaria?

  • ¿O estamos realmente asistiendo a una ciber-guerra entre Rusia/China y Estados Unidos?

  • ¿O quizás el gobierno de EE.UU. aprovecha la existencia real de dicha ciber-guerra para impulsar sus medidas de control autoritario de la red?

Sea como sea, parece que todo lo que estamos presenciando últimamente,

  • explosiones de Tianjin

  • los disturbios en las bolsas chinas

  • las extrañas caídas informáticas de los sistemas de control aéreo en EE.UU. y de sus bolsas

  • las continuas filtraciones de información sobre brechas de seguridad masivas

  • los repentinos accidentes de cohetes que transportan satélites al espacio por ambos bandos, etc.,

…tiene que ver con el creciente conflicto mundial entre los EE.UU. y sus aliados y el bloque Chino-Ruso de los BRICS y su intento de crear una alternativa al poder Occidental.

Parece que todos ellos quieren tener una posición preponderante en el Nuevo Orden Mundial globalizado.

El gran problema de estas guerras, es que los grandes perjudicados siempre son los mismos… nosotros, la gente de “la calle”…




Fuentes

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