EU tolera daños y riesgos del fracking

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En medio del boom energético que se vive en Estados Unidos y el incremento del uso de la fracturación hidráulica, conocido como fracking, una investigación del Congreso arrojó que el gobierno ha dejado de revisar miles de pozos de gas y petróleo potencialmente riesgosos de contaminar el agua y provocar otros daños ecológicos, muchos de ellos en Texas y Nuevo México

El Gobierno estadounidense no ha inspeccionado miles de pozos de gas y petróleo que considera que están potencialmente en alto riesgo a que lleguen a contaminar el agua y provocar otros daños ambientales, según los investigadores del Congreso; algunos de ellos se encuentran en Texas y Nuevo México.

El reporte, obtenido por la Associated Press antes de que fuera dado a conocer al público, remarca substanciales faltas de datos en las labores de supervisión de parte de la dependencia encargada del desarrollo de gas y petróleo en los terrenos de propiedad federal e indígena.

Los investigadores dijeron que el débil control de parte del Buró del Departamento de Relaciones Internas y Manejo de Tierras (BLM), fue el resultado de las políticas basadas en ciencia obsoleta y monitoreo incompleto de información.

Los hallazgos hechos por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental se dieron a conocer en medio del boom energético que se vive en el país y el incremento del uso de la fracturación hidráulica. Dicho proceso involucra un enorme pompeo de volúmenes de agua, arena y químicos del subsuelo para quebrar la roca y permitir el fluir del petróleo y el gas. Esto ha producido importantes beneficios económicos, pero también ha propiciado el miedo de que los químicos puedan esparcirse hacia los suministros de agua.

La auditoría también estipula que el BLM no se coordinó de manera efectiva con los reguladores estatales en Nuevo México, Dakota del Norte, Oklahoma y Utah.

El buró se ha convertido en un símbolo de las extralimitaciones federales dirigidas a grupos de la industria que se oponen a las regulaciones del gobierno relacionadas con la perforación de pozos de gas y petróleo. Los grupos ambientalistas dicen que la administración de Obama necesita hacer más para proteger al país de los daños al medio ambiente.

En los próximos meses, se espera que la administración emita una serie de normas sobre la fracturación hidráulica y las emisiones de gas metano.

El reporte estipula que la dependencia “no puede identificar de manera precisa y efectiva si los recursos federales e indígenas se encuentran debidamente protegidos o si dichos recursos se encuentran en riesgo de ser extraídos sin la aprobación de la agencia”.

En respuesta al reporte, Tommy Beaudreau, un secretario superior asistente de relaciones internas, escribió que en general él concuerda con las recomendaciones para mejorar la coordinación estatal y las regulaciones actualizadas.

El reporte pone en claro en muchas instancias que la falta de inspección de parte del BLM de los pozos de gas y petróleo de alta prioridad se debió a los limitados fondos de dinero y al poco personal. Los funcionarios del BLM dijeron que estaban en proceso de actualizar varias políticas posteriormente este mismo año.

Los investigadores revisaron 14 estados en total o en parte: Arkansas, Colorado, Luisiana, Nuevo México, Dakota del Norte, Oklahoma, Pennsylvania, Dakota del Sur, Texas, Utah, Virginia del Oeste y Wyoming. En Ohio, Pennsylvania y otros lugares, la fracturación hidráulica se ha tornado crecientemente prevalente.

El reporte informa que el BLM no llevó a cabo las inspecciones de más de 2 mil 100 de los 3 mil 702 pozos que estaban catalogados como pozos de “alta prioridad” y que fueron perforados entre el 2009 y el 2012. La dependencia considera un pozo de “alta prioridad” con base en una mayor necesidad de evitar una posible contaminación del agua y otros asuntos de seguridad ambiental.

La dependencia aún tiene que indicar si otros mil 784 pozos son de alta prioridad o no.

El BLM ha desarrollado acuerdos con algunos estados, los cuales también tienen cierta jurisdicción sobre las inspecciones a los pozos que se encuentran en terrenos federales. De acuerdo con la Oficina de Responsabilidad Gubernamental, se ha llegado a acuerdos con los reguladores en California, Colorado, Nevada y Wyoming.

El reporte dice que el BLM no ha revisado ni actualizado muchas de sus normas en torno al gas y el petróleo que reflejen ciertos adelantos tecnológicos, tal como es requerido por una orden ejecutiva emitida en el 2011. El reporte incluye lineamientos sobre el espacio que debe haber entre los pozos, el cual, según el reporte puede ayudar a maximizar la producción de gas y petróleo.

El buró reconoció que no había actualizado sus lineamientos en torno al vaciado de gas y petróleo desde 1999 o sus lineamientos en torno a la transgresión de minerales —esto es interferencia de las actividades de perforación o minería— desde el 2003.

Los investigadores del Congreso encontraron que el BLM no monitoreó las actividades de inspección en sus oficinas estatales y de campo, y por lo tanto no pudo proveer “garantías razonables” de que dichas oficinas estuvieran cumpliendo con las inspecciones requeridas.

En Pennsylvania, por ejemplo, una investigación de la Associated Press encontró que el estado recibió 398 quejas en el 2013 alegando que la perforación de pozos de gas y petróleo llegó a contaminar o, en todo caso, afectó pozos de agua privados. Más de 100 casos de contaminación fueron confirmados en los últimos cinco años.

“Este reporte reafirma nuestras preocupaciones de que el gobierno necesita poner más atención al medio ambiente y proteger la salud pública y los recursos de agua potable de los riesgos del desarrollo petrolero”, según dijo Amy Mall, del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.

Fuente: AP

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