Estados Unidos eliminó el llamado acuerdo de suspensión a las exportaciones mexicanas de jitomate o tomate, con el que durante 23 años se evitó que los productores nacionales pagaran cuotas compensatorias por una investigación antidumping que quedó pendiente desde entonces.
La decisión implicará para los exportadores tomateros mexicanos “un costo anual superior a 350 millones de dólares”, calculó la Secretaría de Economía (SE).
El jitomate o tomate es el tercer producto agrícola de exportación de México después de la cerveza y el aguacate, además de que uno de cada dos tomates que se consumen en Estados Unidos es de origen mexicano.
La producción y exportación de tomate en por lo menos 17 estados del país genera empleos directos para 400 mil jornaleros agrícolas, en su mayoría migrantes nacionales acompañados de sus familias, y así un millón de empleos adicionales en industrias relacionadas con la cadena de soporte, logística, servicios, entre otras.
A partir de este martes 7 de mayo de 2019, los exportadores mexicanos tendrán que pagar una cuota compensatoria de 17.5 por ciento, en promedio y de manera provisional, como garantía para poder ingresar su producto a territorio estadunidense, por lo que la SE previó “que muchos pequeños y medianos exportadores se vean imposibilitados de hacer frente a esta pesada carga financiera”.
“Decepción y preocupación”, expresa la SE
A través de un comunicado de prensa, la Secretaría de Economía expresó “su decepción y preocupación por la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos (DoC) de eliminar la aplicación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate”, que data de 1996, pero insistió que no podía participar en la negociación y aún así “acompañó” a los productores junto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la embajada de México en Estados Unidos.
Advirtió que la imposición del arancel preliminar de 17.5 por ciento “podría resultar también en la desviación de comercio de México hacia otros países que cuentan con acceso preferencial a los Estados
Unidos”, es decir, una triangulación de las exportaciones e implicará, según la Universidad de Arizona, que los consumidores de ese país enfrente un incremento de precios de entre 38 y 70 por ciento por la terminación del acuerdo.
La SE explicó que el Acuerdo de Suspensión permitió durante más de dos décadas regular el acceso del tomate mexicano, en un mercado con una creciente demanda y ofreció a los consumidores estadunidenses y a las industrias que utilizan al tomate como insumo, allegarse a una mayor variedad de tomates, de mejor calidad y a menores precios, al grado que el consumo per cápita en el mercado estadunidense subió de 12 a casi 21 libras en las últimas tres décadas.
Sin embargo, la eliminación del acuerdo implicará que el Departamento de Comercio estadunidense reactive la investigación antidumping suspendida desde 1996 y, en lo que dura, los tomateros mexicanos tendrán que pagar la cuota compensatoria mencionada.
Según la SE, la determinación final sobre el caso deberá ser emitida por el Departamento de Comercio “a más tardar el 19 de septiembre de 2019” y a partir ella la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos emitirá 45 días después la resolución final sobre los daños ocasionados a su industria, lo que podría suceder alrededor del 1 de noviembre de 2019.
“Con ello se definirá ya sea la aplicación definitiva de impuestos antidumping a la exportación de
tomates mexicanos a Estados Unidos o bien o se volverá al libre comercio en el comercio México-Estados Unidos en este producto”, puntualizó.
De la misma manera que ayer lo declaró su titular, Graciela Márquez, la SE hizo “un atento llamado al Departamento de Comercio y a los productores de ambos países para que alcancen un nuevo Acuerdo de Suspensión que beneficie tanto a productores como a consumidores de los dos países y dé certeza a estos intercambios comerciales”.
Remarcó que si bien la terminación del Acuerdo surte efecto a partir de hoy, las partes han mostrado su disposición para continuar negociando con el objetivo de lograr una conclusión exitosa en las siguientes semanas.
Desde la entrada en vigor de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), indicó, los productores y exportadores de tomate han realizado inversiones significativas al grado de convertir su sector en altamente competitivo y tan solo el año pasado sus exportaciones rozaron los 2 mil millones de dólares, de los cuales Estados Unidos absorbió 95 por ciento.
Fuente: La Jornada