Juan Manuel Muñoz Luévano, alias ‘Mono Muñoz’, se encontraba detenido en España; mantenía estrecha relación con alcaldes, legisladores y jueces de Coahuila, informan
Juan Manuel Muñoz Luévano, alias “Mono Muñoz”, presunto enlace en Europa de Los Zetas, fue trasladado de España a Estados Unidos, donde lo reclama la justicia por blanqueo de capitales y organización criminal.
Agentes estadounidenses lo recogieron esta semana en una de las pistas del Aeropuerto de Barajas, en Madrid, y lo condujeron hasta un avión rumbo a Texas.
La entrega fue acordada por la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional de España, que hace dos años acordó su extradición.
Hace un año el fiscal de Texas que pidió su extradición se entrevistó en secreto en una prisión española con Muñoz en compañía del abogado estadounidense del narco, según confirmaron fuentes cercanas a este último.
Su testimonio, en el supuesto de que colabore con las autoridades de Estados Unidos, podría poner en aprietos a una larga lista de políticos y funcionarios del Estado de Coahuila con las que el presunto narco mantenía relación.
La defensa en España de Muñoz no se opuso a la extradición pese a que en el Juzgado número 1 de la Audiencia Nacional se tramita otra acusación en la que se le señala de delitos similares que en Estados Unidos. Para su entrega, se decretó la libertad provisional e inmediatamente la Sala de lo Penal acordó su prisión y comunicó a las autoridades norteamericanas que se lo podían llevar, según informaron fuentes judiciales.
Muñoz Luévano residía con su familia en una urbanización de lujo a las afueras de Madrid hasta que el 18 de marzo de 2016 policías españoles lo detuvieron e ingresaron en prisión bajo la acusación de blanqueo y narcotráfico.
Desde allí coordinaba presuntamente la entrada de cocaína que Los Zetas colocaban en Europa. Durante varios años los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía grabaron sus conversaciones y descubrieron que mantenía estrechas relaciones con importantes políticos y funcionarios de la Justicia de México.
Informes policiales destacan que el narco mantenía contactos con procuradores y ex procuradores de varios estados mexicanos, así como con alcaldes, legisladores y jueces de Coahuila.
Las intervenciones telefónicas destaparon las órdenes de Muñoz a sus sicarios: palizas, secuestros, amenazas y hasta asesinatos en México. Incluso un supuesto plan para asesinar a una Fiscal en ese mismo Estado, del que España avisó a las autoridades de México sin recibir respuesta.
Muñoz guardaba varias hojas de Excel en las que se recogen 59 millonarias entregas de dinero en bolsas de viajes y maletas a los jefes de la organización en distintos hoteles céntricos de México.
Según esta contabilidad el dinero se había recaudado en solo seis días mediante la venta de 2 mil 100 kilogramos de cocaína en Europa que repatriaron a la organización 63 millones de euros.
Las autoridades estadounidenses consideran a Muñoz un miembro importante de la organización delictiva de los Zetas vinculado con políticos mexicanos de alto nivel.
Para la DEA es gran narcotraficante y blanqueador de capitales de Saltillo ligado a la organización criminal dedicada al blanqueo de capitales que dirigen los hermanos González Treviño en México y Nueva York. Muñoz tiene negocios de gasolineras en México y se le acusa, también, del robo de combustible en varias refinerías.
Fuente: Reforma