Una parcela adquirida a precio de ganga que alberga un centro educativo nacionalista acusados de adorar “demonios” pone en peligro los cargos de Shinzo Abe y su ministra de Defensa.
Un escándalo relacionado con la ayuda ilegal a una escuela primaria impulsada por integrantes de la organización nacionalista Nippon Kaigi —que promueve el revisionismo histórico y la adoración de algunos ‘grandes’ del pasado militarista— en la prefectura de Osaka ha salpicado al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a su esposa Akie, informa ‘The Japan Times.
El responsable de la compañía educativa Moritomo Gakuen, Yasunori Kagoike, declaró bajo juramento ante el Parlamento de Japón que su empresa había adquirido suelo público valorado en 956 millones de yenes —más de 8,68 millones de dólares— por 134 millones de yenes, alrededor de 1,21 millones de dólares. Además, aseguró que había recibido una donación de 1 millón de yenes —unos 9.080 dólares— de Shinzo Abe por mediación de su cónyuge.
A pesar de que el matrimonio Abe negó de manera rotunda su apoyo económico a ese proyecto, el colegio, ya construido, dejó de recibir donaciones y tuvo que posponer de manera indefinida su inauguración, prevista para el 1 de abril. Ante esta situación, Kagoike indicó que no entendía por qué esa situación y amenazó: “No les permitiré desprenderse de mí como un lagarto se desprende de su cola”.
Tanto la ministra de Defensa nipona, Tomomi Inada, como otros tres miembros del Parlamento también estarían implicados. Todos corren riesgo de perder prestigio, dado que esa organización nacionalista no está bien considerada ni por la sociedad japonesa ni en el extranjero y algunos medios consideran que ha estado financiada por cuenta del Gobierno de Abe de manera sistemática.
Fuente: RT