Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se reunió dos veces en 2015 con Juan Armando Hinojosa, empresario de Grupo Higa, la contratista que le vendió dos casas a la primera dama y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, mientras el Gobierno realizaba las investigaciones de dichas adquisiciones, reveló hoy el diario The Wall Street Journal.
La publicación indicó que durante junio y julio el secretario de Comunicaciones y Transporte se reunió con Hinojosa, quien está en el centro del escándalo de los negocios inmobiliarios, de acuerdo con documentos obtenidos por medio de transparencia.
Los documentos revelan que el propósito de dichas reuniones fue monitorear el avance de los trabajos de remodelación del hangar presidencial en el aeropuerto de la Ciudad de México.
Pero en la reunión también se manejaron otros temas, incluyendo la investigación que estaba en desarrollo sobre las compras de las residencias, reconoció una persona con conocimiento de dichos encuentros, destacó el diario estadounidense.
Algunos observadores han cuestionado sobre la conveniencia de dichos encuentros.
“Esas fueron reuniones inapropiadas por las circunstancias especiales (por la investigación que se estaba realizando)”, dijo Max Kaiser, un experto anticorrupción en IMCO.
“Aunque es cierto que este tipo de encuentros entre funcionarios y contratistas son comunes en México”.
Meses antes de que las reuniones ocurrieran, el titular de la Contraloría inició una investigación sobre la compra de las casas, indagación que terminó en agosto. El funcionario, designado por Peña Nieto, no encontró evidencias de irregularidades, señaló el WSJ.
El vocero de Ruiz Esparza dijo que ésas fueron reuniones de trabajo a las que asistieron funcionarios de diversas agencias gubernamentales. No comentó si Ruiz Esparza e Hinojosa trataron otros temas.
Hinojosa no respondió de manera inmediata a una solicitud de comentarios.
Investigaciones de diversos medios revelaron en 2014 que la primera dama, Angélica Rivera, estaba usando y compró una casa a Hinojosa.
Después se informó que el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, también el compró a crédito una casa al contratista.
Tanto Rivera como Videgaray negaron alguna irregularidad e Hinojosa no hizo comentarios.
Antes y después de financiar las viviendas, al menos cuatro empresas de Hinojosa, encabezadas por Grupo Higa, recibieron contratos del Gobierno por al menos mil 200 millones de dólares cuando Peña Nieto fue Gobernador del Estado de México durante 2005 a 2011, y ya como presidente, en 2012, de acuerdo con documentos del Gobierno.
Banobras también dio contratos a una empresa de Hinojosa en 2013, cuando Videgaray era titular de Hacienda y presidente del consejo del banco.
El secretario ha dicho que no estaba involucrado en alguna decisión de otorgar contratos a Hinojosa.
El mes pasado Hinojosa volvió a los reflectores con la información revelada en los Panamá Papers, que mostraron que transfirió unos 100 millones de dólares el año pasado a una cuenta en un paraíso fiscal, después de que emergieron los escándalos de los negocios inmobiliarios y que el Gobierno inició la investigación.
Hinojosa no hizo comentarios sobre dichos documentos y el Wall Street Journal no ha confirmado de manera independiente sobre la autenticidad de los documentos. El despacho Mossack Fonseca ha negado cualquier irregularidad.
El periódico indicó que de acuerdo con la información del Gobierno, las empresas de Hinojosa han ganado 22 contratos federales desde que Peña Nieto llegó a la Presidencia en 2012.
Mencionó que Hinojosa, de 60 años y originario de Tamaulipas, inició una exitosa carrera como contratista del Gobierno en el Estado de México, entidad natal de Peña Nieto, a finales de los 90.
Luego de que Peña Nieto se convirtió en gobernador, en 2005, Hinojosa ganó los contratos más grandes. En ese entonces, cuando Ruiz Esparza estaba a cargo de la agencia de transporte de la entidad, Hinojosa ganó una concesión carretera de 244 millones de dólares y Banobras lo financió para construirla.
Los lazos entre el Gobierno y el contratista han contribuido a una caída considerable en la tasa de aprobación de Peña Nieto, a un mínimo histórico de 30 por ciento, de acuerdo con una encuesta de Grupo Reforma, indicó la publicación.
Fuente: Reforma