Si se dividieran los alimentos que produce México entre todos sus habitantes, le tocarían 3 mil 180 calorías diarias a cada uno, es decir, casi 500 más de lo necesario para estar bien alimentado. Por debajo de mil 700 calorías de consumo diario se considera que una persona se encuentra en pobreza alimentaria.
No obstante, en México hay 22 millones de personas con pobreza alimentaria severa y muy severa, 9 millones 700 mil mexicanos pasan hambre, más de cinco millones de niños menores de 5 años se encuentran en una etapa de desnutrición y también somos el segundo país con mayor obesidad en el mundo.
Nuria Urquiza Hernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), señaló que México es un gran productor de alimentos, el número 13 en el mundo y el cuarto en maíz, no obstante, no produce lo suficiente para abastecer el consumo interno.
En la conferencia del “Día Mundial de la Alimentación”, organizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la FAO, Urquiza también informó que las zonas rurales son las que más sufren de pobreza alimentaria. Existen muchos casos de familias de zonas rurales que destinan todo su ingreso a la compra de alimentos, pero aun así no les alcanza para comprar una canasta básica completa.
Según los análisis de precios que hace la FAO, en los últimos doce meses el índice de precios de los alimentos experimentó un alza de 5.7 por ciento y fue el sector con la mayor incidencia en el alza del índice de inflación general.
Este mismo reporte indica que el aumento de los precios en huevo, pollo, carne de res y pan explican el 60 por ciento del alza en los precios de los alimentos y el 20 por ciento de la inflación general en los últimos doce meses.
Otro factor a considerar son las bebidas azucaradas. La representante de la FAO informó que las familias con menos recursos gastan más dinero en refrescos que en leche y el consumo de estas bebidas es mayor que lo que consumen de fruta.
Por otro lado, explicó que por cada 3 mexicanos tenemos una persona en pobreza alimentaria y otra persona con obesidad. Es decir, se puede señalar que sólo 1 mexicano por cada tres está bien alimentado.
Urquiza Hernández señaló que los programas de combate a la pobreza o a la carencia alimentaria, como Oportunidades, son programas asistencialistas que no generan un desarrollo en la región que necesita el impulso gubernamental.
“La población debe tener una alternativa, no ser dependiente de Oportunidades”, señaló Nuria Urquiza, quien además recalcó que se necesitan inversiones en todo el territorio y no sólo en uno o dos municipios, ya que de esta manera se crearía trabajo lo que permitiría una mejor alimentación: “Cuando no hay trabajo, hay poco ingreso y cuando no hay ingreso, no hay comida”.
Fuente: Revolución 3.0/ Natalia Antezana