Alcalde NY apoya guerra a las sodas

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En la guerra del refresco, un nuevo nombre ha brincado: el del Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Este miércoles, el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) señala que luego de tropezar en su intento por lograr que los habitantes de Nueva York redujeran el consumo de esas bebidas, Bloomberg trajo su campaña a México.

Quienes están en contra del gravamen han optado por llamarlo “el impuesto Bloomberg” –en alusión al Alcalde neoyorquino–. Este día aparece un desplegado llamado 10 razones para rechazar el “impuesto Bloomberg” contra las bebidas azucaradas, firmado por seis organizaciones, entre ellas, la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera y la Industria Refresquera Mexicana.

Por segundo día consecutivo, en la prensa nacional aparecieron desplegados de distintas organizaciones a favor y en contra de imponer un impuesto a los refrescos de un peso por litro, como se propone en la Reforma Hacendaria del Presidente Enrique Peña Nieto.

Los firmantes aseguran que el pretendido gravamen es un impuesto recaudatorio que no resuelve el problema de obesidad y sólo disminuirá en 1% el consumo calórico entre la población.

“Los refrescos no son causantes de la obesidad sino los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo”, argumentan los firmantes, quienes culpan a Bloomberg de patrocinar acciones para imponer medidas que no logró aplicar en su ciudad “por ser anticonstitucional”.

The Wall Street Journal publica que Bloomberg Philanthropies, la organización que reúne las actividades de caridad del Alcalde y empresario de medios en NY, ha hecho donaciones durante los últimos dos años para combatir la obesidad en México, en el marco de un programa a tres años. El sitio web de la organización menciona “subir los impuestos sobre las bebidas endulzadas con azúcar” como una forma de combatir la obesidad en México.

“Es preocupante la participación de actores del extranjero, como Bloomberg. Cómo busca interferir en asuntos y economías de otros países”, expuso Carlos Blackaller Ayala, líder del sindicato del sindicato cañero.

Uno de los beneficiarios de Bloomberg, según el diario, es la organización civil El Poder del Consumidor, una destacada partidaria del impuesto a las gaseosas.

Sin embargo, Alejandro Calvillo, director de esa organización, desestimó el argumento de que la idea del impuesto a las gaseosas nació fuera de México, al decir que su grupo comenzó a divulgar el concepto antes de relacionarse con Bloomberg Philanthropies.

“Lo que ha hecho Bloomberg es apoyar a una organización que tiene muchos años trabajando en el asunto”, afirmó Calvillo.

“Es preocupante la participación de actores del extranjero, como Bloomberg. Cómo busca interferir en asuntos y economías de otros países”, dijo Carlos Blackaller, presidente del sindicato de cultivadores de caña de azúcar.

“Bloomberg Philanthropies apoya a partidarios e investigadores en México que han estado trabajando para encontrar soluciones a los devastadores impactos de la obesidad sobre la salud”, declaró Kelly Henning, director de programas de salud pública de Bloomberg Philanthropies, al WSJ.

“Cuando más de 70% de los mexicanos adultos y 34% de los niños mexicanos tienen sobrepeso o son obesos, y la diabetes es la segunda causa de muerte, es claro que todas las soluciones deben ser consideradas con seriedad para salvar la mayor cantidad de vidas posibles”, agregó.

Las propuestas de Bloomberg sobre bebidas gaseosas han encontrado una fuerte resistencia por parte de funcionarios en Albany, capital del estado de Nueva York, y en Washington, así como en las cortes.

En 2010, el alcalde presionó con éxito a la legislatura estatal de Nueva York para que aprobara un impuesto de un centavo por cada onza de gaseosas y bebidas endulzadas. Bloomberg le envió un mensaje de felicitaciones al presidente mexicano Enrique Peña Nieto a través de su cuenta de Twitter en septiembre, luego de que el gobierno propusiera el impuesto.

Alto a la guerra sucia

Este martes, organizaciones sociales exigieron a la industria refresquera un alto a la guerra sucia que ha emprendido en contra del gravamen a las bebidas azucaras.

Mediante un comunicado, la Alianza por la Salud Alimentaria invitó a las refresqueras a que, con base científicas, discutan los daños de las bebidas azucaradas a la salud y que “digan la verdad” sobre el uso de jarabe de maíz de alta fructosa en la fabricación de las bebidas endulzantes pues, asegura la ONG, este componente lo compran en el extranjero y daña a la industria del azúcar en el país.

Referente al supuesto impacto económico en las ganancias de los pequeños comercios debido al impuesto a las bebidas azucaras, la Alianza por la Salud Alimentaria asegura que si se aumenta en 2 pesos el costo de litro de refresco descendería en 6% y que los consumidoras “pasarán al consumo de bebidas light, agua embotellada y leche baja en grasas” por lo que las pérdidas serían mínimas para los comercios.

México es el quinto productor mundial de caña de azúcar y uno de los mayores consumidores de gaseosas per cápita. Las empresas mexicanas de bebidas compran alrededor de 15% de la producción de azúcar del país.

Fuente: Sin Embargo

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