En la recta final de las campañas, Trump parece ganar terreno

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A tres días de la elección que a ambos candidatos proclaman como la más importante jamás, al tiempo que el presidente, Barack Obama advierte que el futuro de la república está en juego, a la par de una incesante clase comentarista cuya conclusión es que no queda claro casi nada, prevalece una sensación de vértigo porque el país está en el precipicio, pero no se sabe de que.

hillay-y-katiePor David Brooks/ La Jornada

A inicios de este año, Donald Trump estaba asombrado de cómo su apoyo iba creciendo en la contienda para la nominación republicana en la que todos los expertos y ambas cúpulas partidarias lo habían descartado como candidato viable. “Yo podría ponerme en medio de la Quinta Avenida y disparar contra alguien y no perdería votantes”, comentó maravillado en enero pasado.

Atinó. Aparentemente, ni sus agresiones sexuales contra mujeres, ni su evasión de impuestos, ni sus ataques contra héroes de guerra, los engaños empresariales sobre los cuales construyó su imperio de bienes raíces lograron hundirlo. Tampoco lo afectaron sus ataques contra la prensa, su ignorancia sobre la politice exterior. Y ni hablar de sus posiciones extremistas a favor de violar la Constitución y emplear la tortura, de perseguir a musulmanes y a todos los inmigrantes, además de su insistencia de que sólo puede perder si hay fraude y por lo tanto tal vez no reconocerá el resultado oficial entre otras declaraciones escandalosas. Todo esto nó sólo no destruyó a Trump, sino que hoy se encuentra en la antesala de la Casa Blanca, en un empate virtual con la candidata de casi toda la cúpula política y económica del país, Hillary Clinton.

Su mensaje insurgente contra las cúpulas de ambos partidos podría ser suficiente como para obligar a los caseros a entregarle a Trump un edificio más sobre el cual colocar su apellido: la Casa Blanca.

Sin embargo, aunque en los promedios de las encuestas persiste un empate virtual, Hillary Clinton sigue manteniendo una ventaja en el mapa electoral. Pero, a su vez, lo que hace sólo una semana parecía un “muro de contención” sólido para enfrentar los avances de Trump, hay indicaciones de que dicho muro está poroso, y en algunos lugares se puede desmoronar.

Por ello, ambas campañas continuaron su intensa actividad en esta recta final, viajando con escalas a varios de los estados claves que determinarán el resultado el martes (https://videos.jornada.com.mx/video/14803176/guia-para-entender-la-eleccion-presidencial-en-est/). El enfoque en Florida por ambas campañas se debe al consenso de que si Clinton gana ese estado, el juego concluye y ganará la elección.

Este sábado hubo más indicaciones de que el voto latino sigue mostrando un alto nivel de participación en estados claves donde se permite el voto adelantado como Florida, Nevada, Colorado y Arizona, lo cual animó a los demócratas y se percibe como un obstáculo posiblemente mortal para Trump. Clinton visitó comunidades inmigrantes en Florida este sábado, donde declaró ante un público multiétnico que “hay números grandes de gente participando, rompiendo récords” en ese estado.

Trump también estuvo en Florida, donde declaró en un mitin que “los cubanos me han apoyado”, aparentemente porque un grupo cubano estadunidense le dio un premio, pero sin ninguna otra prueba.

De hecho, según una encuesta hecha para Univisión, el voto cubanoamericanos está dividido en Florida (49 por Trump contra 42 para Clinton), mientras que el flujo de decenas de miles de puertorriqueños que han huido de la crisis económica en su isla están transformando la dinámica electoral en ese estado a favor de los demócratas. La encuesta bipartidista indica que Clinton le está ganando a Trump entre el voto latino por 30 puntos en ese estado.

El senador Lindsey Graham, republicano anti-Trump, comentó que “la historia de esta elección podría ser la movilización del voto latino…. y no salieron por alguien sino más bien contra lo que percibieron como racismo. Entonces Trump merece el premio para la tasa de participación latina. Hizo más para animarlos de lo que cualquier demócrata jamás ha logrado”, reportó el New York Times.

Trump también fue a Carolina del Norte, otro estado en feroz disputa porque puede ser, junto con Florida, pieza clave para ambos candidatos. Ahí, como en todas sus escalas, resaltó que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) reabrió la investigación sobre los correos electrónicos de Clinton, algo que, insiste, la llevará a un juicio criminal (la FBI no ha reabierto esa investigación, sino que evalúa si es necesario hacerlo al revisar los nuevos correos encontrados en una computadora del esposo separado de Huma Abedin, la asesora íntima de Clinton). Esta noche viajo a Colorado y Nevada – donde el voto latino podría frenar sus posibilidades ahí.

Según un cálculo por Político, la ruta crítica para un triunfo de Trump requiere que gane los tres estados claves de Ohio, Florida y Carolina del Norte, y además prevalecer en todos los estados que ganó su antecesor Mitt Romney en 2012. Después necesitará otros 17 votos más que son difíciles de obtener, pero no imposible.

Clinton concluyó su jornada esta noche en Filadelfia en otro concierto en apoyo de su campaña, encabezado por el legendario Stevie Wonder y la estrella pop Katy Perry; pero su tarea de aquí a la noche del lunes será continuar fortaleciendo su muro de contención, o por lo menos, tapando los agujeros que le han salido. Ella aún goza de más rutas que Trump para alcanzar el número mágico de 270 votos electorales.

Ambos candidatos también han empezado a dar sus últimos mensajes, tanto en sus discursos como en su propaganda en televisión, radio, y las redes sociales. El nuevo spot de Trump reitera su mensaje económico populista que ha sido tan efectivo entre millones de trabajadores blancos en zonas industriales devastadas (https://www.youtube.com/watch?v=vST61W4bGm8), con un ataque frontal contra el “establishment político”, una promesa para recuperar el país del sistema “corrupto” y devolverlo a manos del pueblo; así como un enfoque sobre el TLCAN promulgado por el ex presidente Bill Clinton, esposo de la candidata democrata. En gran parte, podría haber sido hecho por un sindicato u organización progresista critica del modelo neoliberal.

El espot de Clinton difundido este sábado usa como ruta sonora una canción que se ha vuelto uno de los himnos de su campaña, “Roar” por Katy Perry, mostrando el mosaico multinacional y multiétnico de caras de su llamada coalición (https://www.youtube.com/watch?v=PspX3VQghaU&feature=youtu.be).

A la vez, hay exhortaciones cada vez más urgentes para promover el voto contra Trump, como el que hicieron estrellas de televisión y músicos, entre ellos Rachel Bloom, Moby y Elizabeth Banks que cantan una canción llamada “Mierda santa, tienes que votar” (http://www.funnyordie.com/videos/81d6ba4237/holy-sh-t-youve-got-to-vote?_cc=__d___&_ccid=6cdeec237cae84af).

Mientras tanto, continúa el análisis poco útil del estado de la contienda, con algunos modelos de pronóstico y promedios de sondeos dan como resultado desde un empate (RealClearPolitics) a modelos que dan a Clinton entre 98 y 99 por ciento probabilidad de ganar (HuffPost Pollster y Princeton Election Consortium. En los modelos mas citados Clinton tiene un 68 por ciento probabilidad de ganar en el de FiveThirtyEight y 83 por ciento en el Upshot del New York Times. O sea, todo, aún, es posible.

Y si el día de las elecciones acaba en resultado muy apretado entre ambos, las proyecciones tendrán que esperar un conteo más extenso, sobre todo en lugares como Florida, que posiblemente sea disputado antes de poder declarar triunfador.

Puede ser una noche muy, muy larga, tanto el día de las elecciones como el futuro político de este país.

Fuente: La Jornada

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