En un nuevo episodio de sus alocuciones sobre la corrupción –que en 2014 consideró un “problema cultural”– el presidente Enrique Peña Nieto amplió hoy sus conceptos al considerar que la transparencia tiene uso político, y atribuyó las malas prácticas a la sociedad echando mano de una referencia bíblica:
“No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra. Todos han sido parte de un modelo que hoy estamos desterrando y queriendo cambiar”.
Lo dijo así, hablando de los demás, de la sociedad y de todos los ámbitos, luego de destacar avances en materia de transparencia, justificar las dificultades económicas por “el volátil entorno global” y declarar que no se deben regatear los avances de su gestión.
Por primera vez, Peña Nieto visitó la sede del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) para inaugurar la Semana Nacional de Transparencia, un evento anual que aborda desde diferentes perspectivas temáticas la materia y que este año se enfoca a la política social.
La visita de Peña Nieto fue calificada como “un honor” para la comisionada presidenta del INAI, organismo constitucional autónomo, Ximena Puente de la Mora, quien inclusive llevó a su hija para que conociera al mandatario.
Peña y la comisionada hicieron amplias referencias a los estándares internacionales de modelo de transparencia en México, destacando la nueva legislación y la creación del Sistema Nacional de Transparencia.
El acto y las expresiones de ambos ocurren, precisamente, en un momento de opacidad sistemática, luego de que la Plataforma Nacional de Transparencia, la herramienta digital para agilizar el acceso a la información, falló desde su implementación en mayo pasado, facilitando que dependencias y entidades de los tres órdenes de gobierno puedan omitir entregas de información, complicar procedimientos y eludir la tramitación de solicitudes de acceso.
También en que, como se ha informado, el gobierno federal ha desperdigado la información pública en diferentes plataformas pretendidamente para ser más transparente, dificultando el acceso a datos confiables y sin que el INAI haya hecho algún pronunciamiento al respecto.
Durante su mensaje, el presidente de México insistió en que la corrupción viene de modelos arcaicos frente a una sociedad más exigente y generaciones que reclaman cambios, aunque también señaló que hay inercias y resistencias –como suele llamar a quienes se oponen a las reformas y políticas– que se oponen al cambio.
En la misma línea que ha caracterizado su discurso desde el escándalo de la Casa Blanca y otros episodios de corrupción en su gobierno, Peña Nieto consideró implícitamente que hay revanchismo y oportunismo en el uso de las herramientas de acceso a la información:
“Creo que si realmente queremos avanzar en el combate, entre otras cosas, de la corrupción, tenemos que hacerlo, no por razones de oportunismo político, de revanchismo político sino, realmente, porque estemos seria y genuinamente comprometidos en cambiar el modelo que rige el actuar de las instituciones del Estado mexicano, de los agentes políticos y de los agentes sociales”.
Fuente: Apro