La caravana migrante que llegó hace diez días a la Ciudad de México se disolverá. Anoche acordaron con autoridades federales el traslado en autobuses a otros estados del país para continuar y agilizar su regularización migratoria en el país. Entre los destinos acordados se encuentra Chihuahua.
De acuerdo con personas que conforman el contingente, el gobierno federal aceptó el planteamiento de los organizadores para disponer de autobuses que conduzcan a los migrantes rumbo al norte, y en esos estados seguirán con sus trámites para que el Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgue la tarjeta de visitante por razones humanitarias que les dará certeza jurídica en México.
Después de dos días de negociación entre autoridades y extranjeros, el contingente tomará diferentes rutas desde este miércoles.
El primer autobús partirá rumbo a Hermosillo, Sonora, y se estima que salga alrededor de las diez de la mañana. Por la tarde se prevé la salida de más unidades con destino a Nuevo León y Chihuahua.
Esta nueva estrategia se da debido a que el INM aseveró que en su sede de la Ciudad de México sólo tiene capacidad para atender 30 trámites de visas humanitarias al día para la caravana -en dos días ha realizado apenas 60 procedimientos-, y el contingente es conformado por más de 500 personas, por lo que a ese ritmo el proceso terminaría después de mediados de enero.
Así, el objetivo del traslado es descongestionar la capital del país y agilizar los procesos para la entrega de documentos migratorios en otras sedes del INM para que los tengan a más tardar el 24 de diciembre. Hasta el martes al menos 60 núcleos familiares recibieron documentos que les brindan regularización en el país: recibieron una visa humanitaria, CURP y expediente.
Fuente: La Jornada