Por Francisco Javier Pizarro Chávez
El Banco de México creado en 1925 con la promulgación del Artículo 28 de la Carta magna de los constituyentes de 1917, con el fin de fundar un sistema bancario y fortalecer el financiamiento del gobierno de la República, fue cancelado y privatizado en 1994 por el ex mandatario Carlos Salinas de Gortari. “Ninguna autoridad podrá ordenar al Banco conceder financiamiento”, expuso ufano.
A partir de entonces, el Banco de México se asumió como un “órgano autónomo” constitucional, encargado—supuestamente—de “proveer los mecanismos que garanticen la estabilidad en la política monetaria del país”.
¿Quién toma las decisiones de la política monetaria? Los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México. ¿Cuál es su política monetaria? “fortalecer el crecimiento económico sostenido, procurando la estabilidad de precios, con el establecimiento de metas de inflación en niveles bajos”, lo que fue una falacia desde el inicio del sistema neoliberal.
¿Cómo comunica Banxico su política monetaria? Mediante la tasa de interés interbancaria e informes trimestrales de la tasa de inflación, crecimiento del PIB, generación de empleos y otras vertientes que el sistema neoliberal pondera en su beneficio, no el del pueblo.
¿Qué es el Índice Nacional de Precios al Consumidor? Un indicador económico diseñado específicamente para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo, mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias urbanas de nuestro país, desde luego, a su antojo.
¿Cómo busca controlar la inflación este Banco Central? Ponderando la oferta monetaria y evitando crear excesos de dinero, y desde luego, fijando una tasa de interés referente, que ejerza un efecto sobre el resto de las tasas de interés del mercado.
En síntesis. El Banco de México tiene dos ejes funcionales; garantizar el poder adquisitivo y promover el desarrollo del sistema financiero.
Opera con las instituciones de crédito como banco de reserva; presta servicios de tesorería al gobierno federal y actúa como agente financiero del mismo. Y no solo eso, funge también como asesor del Gobierno Federal en materia económica y financiera y participa en el Fondo Monetario Internacional, cuyo financiamiento a los países deposita a la banca privada, en el nuestro, a Banxico.
El sistema financiero de “autónomo” que sustenta el Banco Central, se integra NO con el poder del Estado, el legislativo y el judicial, sino por mercados e intermediarios financieros que son los que se encargan de mover el dinero del ahorro con fines productivos con base en diferentes servicios e instrumentos financieros.
Dicho de manera coloquial: Se encarga de intermediar entre quienes tienen dinero (ahorradores) y quienes lo necesitan (deudores) que son los más.
El Banco de México se encarga de su desarrollo, pone en circulación la moneda nacional y establece políticas que ayudan a determinar los precios de los mercados financieros, como la tasa de interés y el tipo de cambio.
Ese sistema financiero es indudablemente un eje fundamental del neoliberalismo generador de riqueza a través del mecanismo del mercado, es decir, fructificar el dinero obteniendo intereses.
Esta teoría monetaria tiene como fundamento la controvertida relación entre la monetización de la deuda pública y el aumento del nivel general de precios, la inflación.
El ciclo del Dinero tiene un eje central: comprar para vender y viceversa, vender para comprar. Por lo tanto, el capital es la obtención de las ganancias, esto es la plusvalía.
Concluyo. El circuito del capital financiero o bancario, consiste básicamente en el adelanto del dinero por parte de un Banco a los magnates neoliberales del cual el sistema bancario recupera una cuantiosa plusvalía con el pago de los correspondientes intereses los préstamos aportados.
Cuanto más elevado es el interés que perciben los bancos, tanto menor será la ganancia de los neoliberales. Eso explica por qué los magnates recurren a bancos y agencias extranjeras, la mayoría de las cuales lucran miles de millones de dólares, para no pagar el fisco.
Veremos y diremos, si el poder legislativo se atreve a reestructurar el artículo 28 constitucional y cancelar la nefasta reforma de privatización del Banco de México impuesta por Carlos Salinas de Gortari. Espero que así sea. Sería un golpe al hígado del sistema financiero de los neoliberales.