El PRI manipula a su favor candidatos independientes a gobernador

0

Con la elección del 5 de junio en puerta, los estrategas del PAN afirman que las encuestas otorgan a su partido un alto nivel competitivo. Y aunque afirman que sólo piensan en ganar, dicen que el PRI recurre a elecciones de Estado y manipula las candidaturas independientes a gobernador con el único fin de restarle votos a Acción Nacional. Pero además, el secretario del CEN panista se pronuncia por “revisar” la reforma que dio origen al Instituto Nacional Electoral, pues sus funcionarios son manejados por los gobernadores.

Por Álvado Delgado/Proceso

“Nadie puede decir que es un ave pura en el paraíso, ni los ciudadanos”, ataja Santiago Creel sobre la repu­tación de los siete candidatos expriistas, como el polémico Miguel Ángel Yunes Linares, a los que el PAN se aferra para recuperarse, en las elecciones del próximo 5 de junio, de las sucesivas derrotas iniciadas en el sexenio de Felipe Calderón.

Jefe general de la estrategia electoral del PAN y candidato él mismo a constituyente de la Ciudad de México, Creel exonera a Yunes Linares de su enriquecimiento –“son mentiras”– y asegura que las imputaciones son parte de la estrategia de “guerra sucia” que reactivó el PRI y que, alerta, es parte de lo que empleará en 2018.

“El PRI está haciendo uso del expediente más bajo de la política, que es el expediente de la mentira y de la calumnia. Esto es algo que debíamos haber clausurado y mandado al museo de la historia, pero el PRI regresó a la vida pública este expediente bajo”, recrimina.

Para buscar desprestigiar a los candidatos del PAN vinculándolos con el crimen organizado y la corrupción, acusa Creel, el PRI utiliza también el aparato del Estado –“ahí están las grabaciones, los videos”– y, además, a muchos medios de comunicación del país.

“Muchos de los medios que pensábamos que iban a actuar con independencia no lo están haciendo. Esto es un anticipo de lo que vendrá en 2017, pero particularmente en 2018”, advierte. Y atribuye esta estrategia a la afectación que tenga el PRI por la mala imagen del presidente Enrique Peña Nieto.

“Esta desesperación del PRI no es gratuita –explica–. Nunca habíamos tenido un presidente tan mal calificado como Peña. En 2015 esto quizá no fue tan evidente en las candidaturas del PRI, pero este año ya las está jalando hacia abajo y lo va a seguir haciendo, y con mayor fuerza, en la medida en que pase el tiempo.”

Por eso, afirma, el proceso electoral en curso perfila lo que será la próxima elección presidencial: “No es definitivo, nada es concluyente en materia electoral, pero sí es un anticipo de cómo van a evolucionar los procesos electorales, particularmente en 2018”.

En entrevista con Proceso, el jueves 26, el secretario de Gobernación de Vicente Fox y dos veces frustrado aspirante presidencial explica que, en contraste con la guerra sucia priista y la mala imagen de Peña Nieto, en el proceso electoral ha habido un PAN competitivo y unido, aspectos clave hacia 2018.

“En estados donde nunca hemos gobernado estamos en un plan competitivo ganador, como Tamaulipas, Veracruz, Durango y Quintana Roo, lo que da una pista adicional para poder reconformar nuestra estrategia ante el 2018”, puntualiza.

“Estas campañas han congregado a todos los liderazgos del PAN, independientemente de grupos o intereses de carácter personal: el presidente nacional, Ricardo Anaya; Margarita Zavala, Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota, prácticamente a todos los senadores, diputados y gobernadores.”

Agrega: “Hay una concientización muy clara construyéndose en el partido de que vamos juntos o nuestra capacidad política va a ser sumamente limitada. Lo que está de por medio es buscar una candidatura de unidad para 2018 que permita al partido ser un eje constructor del cambio que se hace necesario en el país”.

 Elecciones “de Estado”

Y es que desde la elección federal de 2006, cuando Calderón llegó a la Presidencia bajo acusaciones de fraude, el PAN sólo ha conocido derrotas: en 2009 cayó de 41% a 30% de los votos, en 2012 devolvió el poder al PRI –con Calderón, Fox y Diego Fernández de Cevallos como promotores de Peña Nieto– y cayó a 25% de la votación, pero en 2015 retrocedió a 22%, igual que en 1994.

En 2006 gobernaba nueve estados y ahora siete, cuatro propiamente panistas –Baja California, Baja California Sur, Guanajuato y Querétaro– y tres en coalición con el PRD: Puebla, Oaxaca y Sinaloa, aunque reniegan de este último.

El secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Damián Zepeda, advierte que, conforme a todas las encuestas, el nivel de votación que obtendrá el PAN el 5 de junio será histórico, aunque es cauteloso sobre cuántas de las 12 gubernaturas en disputa ganará.

“Al día de hoy, al ver los números de las encuestas donde estamos competitivos, es ya (un resultado) histórico, porque sin duda habrá una votación que jamás ha tenido el PAN en términos de ciudadanos. Ahora faltan los resultados en gubernaturas, pero estamos seguros de que va a ser una buena jornada.”

–El PAN nunca ha ganado más de tres gubernaturas juntas y ahora debe ganar al menos las tres que ganó en 2010…

–De las tres gubernaturas que se ganaron, Puebla y Oaxaca son de coalición, pero no se cuenta Sinaloa, porque es evidente el trabajo de funcionarios del gobierno del estado a favor del PRI. Y, en efecto, el PAN jamás en su historia ha ganados tres gubernaturas. Son numeralias que ahí están.

Por eso, aclara, no debe contarse Sinaloa como uno de los tres estados en los que el PAN debe ratificar su triunfo de hace seis años: “Nosotros gobernamos con un panista uno, Puebla, y otro en coalición, Oaxaca. Esa circunstancia es el punto de partida”.

Pero los propios panistas lo reconocen: el único estado que tienen seguro es Puebla, cuyo gobernador, el expriista Rafael Moreno Valle, discípulo de Elba Esther Gordillo, ambiciona ser candidato presidencial en 2018, y su aspirante a la gubernatura, Antonio Gali Fayad, no está afiliado al PAN y fue también cercano al PRI.

En el resto de los estados no hay certeza de triunfo, aunque apuestan a ganar con panistas de origen en Tamaulipas, con Francisco García Cabeza de Vaca –controvertido también por su riqueza y supuestos nexos con el crimen organizado–; Aguascalientes, con Martín Orozco, polémico exalcalde de la capital, y Tlaxcala, con Adriana Dávila, incondicional de Calderón.

Otro panista de origen es Javier Corral, candidato en Chihuahua, cuyas posibilidades de triunfo fueron saboteadas por el candidato “independiente” José Luis Barraza, quien como presidente del Consejo Coordinador Empresarial contrató ilegalmente, en 2006, miles de spots contra Andrés Manuel López Obrador.

 En los otros ocho estados los candidatos son expriistas: Miguel Ángel Yunes, en Veracruz; Antonio Gali Fayad, en Puebla; José Estefan Garfias, en Oaxaca; José Rosas Aispuro, en Durango; Rafael Flores, en Zacatecas; Martín Heredia, en Sinaloa; Francisco Berganza Escorza, en Hidalgo, y Carlos Joaquín González, en Quintana Roo.

En prácticamente todos los estados, aun en los que sus candidatos están relegados –como en Hidalgo, Zacatecas y Sinaloa–, el PAN solo y con alianza padece condiciones de inequidad y aun “elecciones de Estado”, acusa Zepeda.

“Hay estados donde se están preparando o se están haciendo elecciones de Estado. Vemos intervenciones directas, claras, de los gobiernos en Veracruz, Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Hidalgo y Tlaxcala, pero también los organismos electorales a nivel local, que tienen por tarea ser imparciales, en muchos casos han resultado ser una completa vergüenza.”

El secretario general panista asegura que en varios estados los Organismos Públicos Locales, nombrados por el Instituto Nacional Electoral (INE), están bajo las órdenes de los gobernadores pese a que la reforma constitucional que lo creó, impulsada por el PAN, tenía el propósito de evitarlo.

“En Tamaulipas se trató que nuestro candidato no se pudiera registrar, pero la justicia federal nos dio la razón; el de Hidalgo tiró más de 40 candidaturas y dejó sin candidatos al PAN, y en Veracruz, Durango y Quintana Roo. Eso pone en riesgo las elecciones”, afirma.

Enseguida aclara: “Nosotros no le apostamos a otra cosa más que a ganar, pero no podemos dejar de señalar que es una vergüenza el actuar de muchos organismos electorales y que no vamos a permitir que arrebaten lo que no ganaron en las urnas”.

–¿Fracasó esa reforma?

–Sin duda, en muchos estados sí, no me gustaría generalizar. Hay consejeros que tienen los valores bien puestos y hay quienes son empleados al servicio del poder, en este caso del PRI. En muchos estados, sin duda alguna, (la reforma) no resultó, porque los organismos están completamente cargados a favorecer al PRI en nueve estados. Pasando la elección se tiene que revisar el modelo.

–Pero también parecen empleados del PAN, en Puebla por ejemplo…

–Nosotros no tenemos esa impresión en Puebla. Pero en cualquier caso donde haya críticas se deben presentar quejas y denuncias. Nosotros lo hemos hecho.

Morena, alza “artificial”

A unos días del cierre de las elecciones del 5 de junio, en el cuartel del PAN temen que en el resultado graviten conductas anómalas, como la movilización ilegal de estructuras gubernamentales a favor de los candidatos del PRI, que podrían modificar hasta en cinco puntos las elecciones.

Sin embargo, para algunos panistas, como el exgobernador Marco Antonio Adame, influyente integrante del CEN del PAN, las campañas han dado “dos buenas noticias: una, el escenario triunfalista del PRI ha quedado hecho pedazos, entre otros factores por las campañas, la división propia de los grupos al interior del PRI y una emergencia ciudadana que está reflejando, no de manera cuantificada aún, el hartazgo.

“En conclusión, yo creo que todos esos factores, más algunas alianzas bien logradas, me parece que están empezando a tener sus resultados. Y la segunda buena noticia de este proceso es que más de cinco elecciones están en alto grado de competitividad y pueden traer otra buena noticia.”

Igual que Creel y Zepeda, el exgobernador de Morelos advierte que, además de la guerra sucia y la parcialidad de organismos electorales, también el PRI tiene la estrategia de atomizar a la oposición y de generar crecimientos artificiales, todo con vistas a 2018.

Precisamente a partir del crecimiento de Morena, los panistas y perredistas han interpretado que existe un crecimiento “artificial” e incluso un pacto entre el líder de ese partido nuevo, Andrés Manuel López Obrador, con el gobernador priista Javier Duarte, motejado como sinónimo de corrupción.

“Hay dos fenómenos: el PRI está trabajando sistemáticamente por fragmentar la oposición, está inflando a los ‘independientes’, como en Chihuahua, y está generando crecimientos artificiales, como en Veracruz con Morena: gente del PRI perfectamente identificada está por la construcción de la estructura de Morena, con un crecimiento inexplicable”, asegura.

“Aunque debo reconocer que en todos los estados Morena está teniendo avances, en Veracruz tiene un crecimiento desor­bitado, y aquí hay una maniobra de atomización, de crecimientos artificiales, que es una estrategia que el PRI está ensayando desde ahora para 2018. Porque el diseño del sistema electoral funciona a partir de un PRI que, por muy baja que sea la calificación del presidente y del propio partido, si logra fragmentar o erosionar la indignación, avanza.”

–¿El crecimiento de Morena en Veracruz es consecuencia de un pacto López Obrador-Duarte?

–No se necesita un pacto para construir una fuerza como Morena. Esto es muy importante. No se necesita un pacto: si al sistema conviene que suceda, se articula, se arma, porque la estrategia es atomizar la oposición. Es donde el PRI se siente más cómodo.

Pese a esto y a que el PAN y su alianza con el PRD enfrentan “el cuantioso recurso del aparato oficial en muchos estados”, Adame no tiene duda de que habrá “buenos resultados”, pero tampoco arriesga un pronóstico.

Aguascalientes, Tamaulipas, Quintana Roo, Tlaxcala y Durango son los estados donde ven grandes posibilidades de triunfo, pero no menciona Veracruz, adonde su candidato Yunes Linares ha sido exhibido en su cuantiosa fortuna y la de su familia, y aun acusado de pederastia.

 –¿Veracruz?

 –Está muy peleado, todavía nosotros mantenemos una posición optimista, pero ha sido uno de los estados con la mayor confrontación. Preocupan, por ejemplo, las noticias de delincuencia y crimen de los últimos días, generan pánico, asustan a la población, lo que genera abstencionismo.

–¿Y a quién beneficia esto?

–Al PRI –dice Adame, quien advierte que el desenlace del 5 de junio es incierto: “¿Cuál será el resultado final? No lo sé. Nosotros confiamos en que vamos a tener buenos resultados”.

Fuente: Proceso

 

Comments are closed.