Por Álvaro Delgado
El aprecio ciudadano por el PAN pasó de 42% de Vicente Fox a 35% de Calderón, y de 25% de Vázquez Mota a 17% de Anaya
En 20 días precisos, el 16 de septiembre, el PAN cumple 79 años de haber sido fundado por Manuel Gómez Morin en el Día de la Independencia nacional y, más que de regocijo, el ambiente es de crispación y de funeral.
Al envalentonado grupo de Ricardo Anaya, que mediante un “sabadazo” impuso a Damián Zepeda como coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado y perfila como dirigente nacional a Marko Cortés, la disidencia responde con un vocabulario de furia y fatalidad. La discusión en el PAN ha sido siempre vigorosa y hasta violenta desde que se recrudeció su deterioro con el ejercicio del poder, a veces con un lenguaje de arrabal, pero por primera vez está presente la palabra muerte.
Felipe Calderón, enemigo declarado del “corrupto” Marko Cortés y en realidad mentor del grupo de Anaya, Santiago Creel, habló sobre la muerte del PAN al quejarse en Twitter, el sábado, de la falta de democracia interna, de la que tampoco es ajeno: “Hoy me llamaron de parte de Marco (sic) Cortés. Además de las mentiras que dicen, ¿por qué este corrupto tiene el padrón del PAN con domicilio, correo y teléfonos, y ningún otro aspirante lo tiene? Una prueba más de la inequidad y falta de democracia interna que están matando al PAN”.
Hace unas semanas, cuando le pregunté a Roberto Gil Zuarth si verdaderamente aspiraba a ser candidato a presidente del PAN, siendo que tiene diagnóstico y propuesta para hacerlo, respondió sin vacilar: “No me alquilo para sepulturero”.
Hasta Héctor Larios, quien este lunes anunció que hará fórmula con el ex priista Rafael Moreno Valle para enfrentar al grupo de Anaya, acudió a la condición moribunda del PAN si gana “el candidato de la continuidad”, en referencia a Cortés: “Esto puede terminar con la vida del partido”.
Pero este dúo tampoco recupera la perdida tradición democrática del PAN: Convertidos en un poder dentro del PAN, que ansían ser los interlocutores de Andrés Manuel López Obrador para obtener más recursos, nueve gobernadores –y Gil Zuarth- apadrinan a Larios y Moreno Valle, quien aplazó para 2014 su proyecto presidencial.
Lo cierto es que el aprecio ciudadano por el PAN ha caído sostenidamente: Pasó de 42% de Vicente Fox a 35% de Calderón, y de 25% de Josefina Vázquez Mota a 17% de Anaya. “El PAN tuvo en la elección presidencial menos votos porcentuales que en la elección de Diego Fernández de Cevallos (en 1994)”, restregó Moreno Valle para enfatizar que ese partido, al que se afilió impulsado por Elba Esther Gordillo, no puede seguir con los mismos.
Y sí: La agonía del PAN podría acelerarse con la pérdida del primer estado que conquistó hace tres décadas, Baja California, donde el próximo año habrá elección de gobernador tras su contundente derrota ante Morena.
Andrés Manuel López Obrador ganó con 63% de los votos por 19% de Anaya, seis de las ocho diputaciones federales y las dos senadurías. Y el prospecto del PAN para gobernador, Jorge Ramos, perdió la senaduría.
“Ahorita estamos en desventaja tres a uno”, me dijo hace unos días Cortés, consiente de la agonía de su partido…
Fuente: El Heraldo de México