Fingir que se tiene seguidores es muy común. Se sabe que hay celebridades, políticos, candidatos, aspirantes a estrellas de rock e integrantes de reality shows que han comprado gran número. Se ha publicado que Romney compró followers y que 70% de los seguidores de Obama son “falsos” o “inactivos”.
“El comediante Dan Nainan contaba con numerosos admiradores. Pero había algo que le faltaba. ‘La cantidad de seguidores de Twitter que tenía en relación con la gente que me conocía era en extremo inadecuada’, dijo. Fue así que en junio hizo una compra por valor de 424.15 dólares y elevó su cantidad de seguidores en Twitter de unos 700 a más de 220,000”, publica The New York Times.
“Cuando la gente ve que uno tiene tantos seguidores, piensa: ‘Dios mío, este tipo es popular. Quiero estar en contacto con él’”, dijo Nainan, que tiene 31 años. Puede ser el secreto más conocido de Twitter.
De acuerdo con el diario, “ese amigo que se jacta de tener 1,000 y hasta 100,000 seguidores en Twitter podría no haberlos ganado con trabajo y participación en redes sociales, sino que tal vez se limitó a comprarlos en el mercado negro”.
“Se sabe que hay celebridades, políticos, emprendimientos, aspirantes a estrellas de rock e integrantes de reality shows que han comprado gran número de seguidores de Twitter”, según la nota.
La metodología es de una facilidad asombrosa. Una búsqueda en Google de “comprar seguidores de Twitter” presenta decenas de sitios web como InterTwitter.com y FanMeNow.com, que venden seguidores de Twitter por millares (y a menudo también “me gusta” de Facebook y vistas en YouTube).
En BuyTwitterFollow.com, los usuarios no tienen más que ingresar su cuenta de Twitter y su número de tarjeta de crédito para conseguir que las filas de sus seguidores se multipliquen en tres o cuatro días.
“Por otra parte, es barato”, declaró Will Mitchell, el fundador de Clear Presence Media, una compañía de marketing. Mitchell señaló que había comprado 250,000 seguidores por 2,500 dólares, o un centavo por cada uno.
Heddi Cundle, fundadora de una compañía de San Francisco que ayuda a gente a reunir dinero para viajes, gastó cinco dólares en un sitio, Fiverr, para comprar 200 seguidores. Al mes siguiente “teníamos entre 1,100 y 1,200 personas tanto en Twitter como en Facebook, lo cual fue sorprendente”, señaló. “Necesitábamos eso para avanzar”.
Falsos seguidores en las campañas
Los falsos seguidores de Twitter fueron noticia en julio, cuando la cantidad de admiradores del candidato presidencial Mitt Romney se incrementó en Twitter a más de 100,000 en un solo fin de semana, según The New York Tomes. Una serie de artículos en medios reveló la práctica de comprar seguidores. La campaña de Romney, por su parte, desmiente que haya comprado admiradores.
Los seguidores de Twitter se venden de dos maneras: se buscan seguidores “específicos” mediante un software que selecciona usuarios de Twitter con intereses similares y los sigue, apostando a que muchos devolverán el favor. Los seguidores “generados” corresponden a cuentas inactivas o son creación de computadoras de spam, a las que suele llamarse “bots”, se explica en el artículo.
La práctica se ha generalizado hasta tal punto, que StatusPeople, una compañía de administración de redes sociales de Londres, lanzó una herramienta llamada Chequeo de Seguidores Falsos.
Según la herramienta de StatusPeople, el 71 por ciento de los casi 29 millones de seguidores de Lady Gaga son “falsos” o “inactivos”. Lo mismo pasa con el 70 por ciento de los casi 19 millones de seguidores del presidente Obama, de acuerdo con el NYT.
Pero Twitter reacciona. En abril demandó en cortes federales a cinco spammers, entre ellos a los que crean falsos seguidores de Twitter. Eso no desalentó a Nainan. Hace poco preguntó cuál era “el tope téorico” de seguidores de Twitter que se puede comprar. “Contestaron: ‘Probablemente podría conseguir entre un millón y un millón y medio’”, contó. “Me dije: ‘¿Por qué no? Puedo pagarlo’”.