El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió que el crimen organizado pone en riesgo el sistema democrático de México y América Latina.
Obama señaló que los avances alcanzados en las naciones latinoamericanas “están en riesgo por la debilidad de las instituciones, los altos niveles de criminalidad, los poderosos grupos del crimen organizado, el comercio ilícito de las drogas, la creciente disparidad económica y los inadecuados sistemas de educación y de salud”.
Obama envió al Congreso federal de Estados Unidos su Estrategia Nacional de Seguridad 2015; en el último punto del informe, titulado “Profundizando la Cooperación Económica y de Seguridad en las Américas”, Obama enfatiza que en la región el empoderamiento del narcotráfico sumado a la disparidad económica representa un retroceso potencial.
Para el presidente de Estados Unidos, los avances de la región en los últimos años apuntan a que “por primera vez en la historia, el número de personas que integran la clase media ha rebasado al número de personas que viven en la pobreza y el Hemisferio es crecientemente importante para la economía global como proveedor de energía”.
“Seguiremos avanzando en el Hemisferio Occidental que es prospero, seguro, democrático y que juega un gran papel en la escena global”, inicia Obama en el capítulo sobre la región, al cual no le dedicó ni una página completa en su Estrategia de Seguridad.
La Estrategia de Seguridad 2015 que distribuyó la Casa Blanca se concentra en más de un 90 por ciento en destacar los planes y objetivos que tiene Obama para combatir al terrorismo, la ciberterrorismo y a capitalizar los propósitos de estabilidad energética y política en el Medio Oriente.
Para el caso de América Latina, la estrategia de seguridad la redujo a menos de una cuartilla. El presidente Obama se limita a describir que para contener la amenaza de estabilidad, trabaja con los gobiernos de Canadá y México como parte de un proyecto trilateral de competitividad económica.
Junto con Chile, Canadá y Perú, Obama identifica a México como aliado de Estados Unidos para determinar los estándares globales del comercio; lo anterior, como objetivo interregional para la apertura comercial y parte del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés).
“También somos campeones en promover un fuerte y efectivo sistema interamericano de derechos humanos y procuración de justicia”, matiza el presidente de Estados Unidos.
Al Congreso, Obama le notifica que está colaborando con toda la región para confrontar las amenazas a la seguridad, especialmente con los países centroamericanos a cuya región califica de “la más vulnerable”.
A la migración latinoamericana, especialmente de menores de edad, la considera un ejemplo de la debilidad institucional y económica de algunos países.
Otros puntos específicos que destaca es el respaldo a los acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y a la disidencia u oposición civil y política en Venezuela, nación en la cual considera “en riesgo el completo ejercicio de la democracia”.
Concluye con el caso de Cuba, subrayando el hecho de que recientemente se restableció la relación diplomática con la isla.
Fuente: Proceso/ J. Jesús Esquivel