El “decepcionante” desempeño de la economía el año pasado y en el inicio de 2014 provocó que el llamado Mexican moment –una ola de optimismo impulsada por el cambio de gobierno en 2012– se haya “evaporado”, aseguró este martes Vicente Rodero, director general del grupo financiero BBVA Bancomer, el principal prestador de servicios financieros en el país.
“El año pasado hablábamos de las buenas perspectivas que presentaba entonces el país, con un proceso reformista en marcha y con sólidos fundamentos macroeconómicos”, dijo Rodero, en la Reunión nacional de consejeros de BBVA Bancomer.
Sin embargo, añadió, 2013 y el comienzo de 2014 han resultado “decepcionantes” en cuanto al crecimiento económico “por razones ya de todos conocidas”.
“El Mexican moment se evaporó ante la realidad del bajo crecimiento económico del producto interno bruto, que compara muy negativamente con el crecimiento del resto de los países del continente americano”, dijo Rodero, en una reunión en la que estuvo presente Francisco González Rodríguez, presidente del Grupo BBVA y a la que más tarde asiste el presidente Enrique Peña Nieto.
La expresión Mexican moment (el momento de México) fue acuñada por The Economist al inicio del actual gobierno, en diciembre de 2012, para describir el ánimo en la comunidad de negocios internacional por la propuesta de reformas económicas impulsada por el, entonces, nuevo gobierno del Partido Revolucionario Institucional, que regresaba a Los Pinos después de 12 años de administraciones del Partido Acción Nacional.
Rodero planteó si el diagnóstico hecho hace un año sobre la fortaleza de los fundamentos económicos de México ha cambiado a la luz de los resultados, y su respuesta fue “claramente no”.
Las razones, dijo, son diversas, en primer lugar porque la fortaleza de los fundamentales macroeconómicos permanece. El déficit fiscal se mantuvo bajo control; la deuda pública permanece en niveles bajos; las reservas internacionales se encuentran en máximos históricos y la inflación bajo control.
Lo que se convierte en un auténtico reto en estos momentos es la implementación efectiva de las reformas. Una buena implementación, en especial de la reforma energética, podrá elevar el potencial de crecimiento por arriba de 4 por ciento, aseguró.
“En esta línea es importante acelerar el proceso de aprobación para generar certidumbre e inversión. Esto hace que a pesar del bajo crecimiento y las dudas de la reforma fiscal, México sea uno de los países con más atractivo para los inversionistas. Hay filas de inversionistas deseosos de instalarse en el país”, sostuvo.
Existen, sin embargo, dos obstáculos para mejorar la percepción de los inversionistas, planteó. Son, dijo, La corrupción y la inseguridad, que actúan como los dos principales inhibidores del México actual a la inversión y el desarrollo. Pero, en definitiva, el entorno es muy favorable para México.
“A pesar del flojo primer trimestre, confiamos en que la segunda parte del año se vean los primeros síntomas de recuperación. Pronosticamos un repunte importante de la economía en el segundo semestre, que lleve el crecimiento de este año a 2.5 por ciento y 3.5 por ciento en 2015”, agregó.
El viernes pasado, la Secretaría de Hacienda redujo de 3.9 a 2.5 por ciento su previsión de crecimiento para este año.
“Creemos que 2015 puede ser un gran año para México. El autentico Mexicano momento a lo mejor es a partir de 2015”, dijo.
Fuente: La Jornada