Por Álvaro Cueva
Notimex por aquí, Notimex por allá. Todo el mundo está peleándose.
¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tanto escándalo? ¿Cuál es la verdadera importancia de esta historia?
En el muy remoto caso de que usted no lo sepa, Notimex, aunque la hayan redefinido en 2006, era la agencia de noticias del gobierno mexicano.
Y no, no nace para defender la pluralidad, la libertad de expresión ni muchas cosas “lindas” que por alguna extraña razón se están comentando en un montón lugares.
Nace en 1968, y cito a Francisco Fonseca, su fundador: “para desmentir los infundios”.
Recordemos que en aquel año las multitudes se volcaron en críticas al gobierno que tuvo que lidiar con eventos como los del 2 de octubre en Tlatelolco.
Para no hacerle el cuento largo, Notimex era su combate a la infodemia. Así de horrible. Así de hermoso.
Y si no me cree, le suplico que revise el trabajo de esta oficina durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. No le pusieron un monumento porque no pudieron, pero poco les faltó. Era la agencia del PRIAN.
A pesar de esto, Notimex vivió momentos luminosos, le dio oportunidades a mucha gente talentosa y se integró al imaginario colectivo.
No me quiero ni imaginar lo que sucedió hacia el interior de esa agencia cuando comenzó la Cuarta Transformación.
Sanjuana Martínez, la directora nombrada por el gobierno de AMLO, comenzó a hacer su trabajo y, a diferencia de lo que ocurrió en otros medios públicos, aquello se atoró y estalló una huelga que está cumpliendo tres años.
Todas las huelgas de todos los medios son un escándalo porque los medios son muy ruidosos.
La diferencia es que aquí, además del elemento mediático, tenemos a la oposición, a los periodistas y a los influencers enemigos de AMLO relamiéndose los bigotes de placer.
Por si esto no fuera suficiente, la gente de esa huelga tiene conexiones en otros sindicatos de otros medios y hasta con la mismísima Secretaría del Trabajo.
Por donde quiera que se mire este conflicto, el resultado es una bomba. ¿Cómo se resuelve algo así?
Lo último que sabemos es que AMLO anunció que va a cerrar Notimex, que las funciones de esa agencia las va a hacer “La mañanera” y que Sanjuana Martínez seguirá colaborando en la 4T.
¿Así o más fuerte? Es el festín de odio que muchos estaban esperando:
“¡No, por favor! ¡Qué va a ser del periodismo plural sin Notimex!” “¡Cómo se le ocurre a AMLO comparar su conferencia matutina con una agencia noticiosa!” “¡Ahora resulta que van a premiar a Sanjuana!”
Todos los cierres de todas las agencia y de todos los medios son una tragedia. Son el final de muchos sueños, de muchas carreras, de muchos ingresos.
Hoy, como nunca, los medios están cerrando. Es muy triste lo que está pasando aquí, pero no es peor a lo que está pasando en otros lados.
No hay más información en este sentido, pero ojalá que las cosas acaben bien para los trabajadores y para sus familias.
Sobre el tema de “La mañanera”, con la pena pero el presidente tiene razón. Sus conferencias sí pueden sustituir a Notimex porque, como se lo acabo de escribir, el objetivo es el mismo: “desmentir los infundios”.
Y en el caso de la señora Martínez, perdón pero esto no es personal. A lo mejor a usted le cae bien o le cae mal, pero ella hizo lo que le correspondía y todo el tiempo ha sido leal y congruente con la Cuarta Transformación. No tendría ni por qué irse a su casa ni por qué salir perjudicada.
Lo verdaderamente importante aquí no es ni ella, ni “La mañanera” ni Notimex. La fundamental es el papel del sindicalismo en los medios de comunicación hoy y muy específicamente en los medios públicos.
¿Hasta qué punto los sindicatos están permitiendo que la comunicación se actualice en este país? ¿Hasta dónde están abiertos a la creación de más contenidos y a la contratación de mejores talentos?
¿Bajo qué circunstancias se contrata en la actualidad a la gente en los medios de comunicación? ¿Qué diferencias hay entre las prestaciones que se ofrecen en los medios públicos y en los medios privados? ¿Las hay? ¿Por qué nadie habla de esto?
¿Ahora entiende? Notimex es una historia muy politizada, muy “divertida”, pero podría ser el principio de algo verdaderamente malo y mil veces peor si no se resuelve como se debe de resolver, si no sirve para lo que tiene que servir. ¿O usted qué opina?
