La inseguridad y el narcotráfico, que durante años dominaron la agenda bilateral entre México y Estados Unidos, quedarán en un segundo plano durante el primer Diálogo de Alto Nivel que sostendrán este viernes miembros del gabinete del presidente Barack Obama, encabezados por el vicepresidente Joe Biden, y del mandatario Enrique Peña Nieto. El tema es la economía.
Las reuniones estarán centradas principalmente en el tema económico por acuerdo de ambas delegaciones, y además México renunció a poner sobre la mesa el incómodo tema del supuesto espionaje de las agencias de seguridad de EU en contra del presidente Peña Nieto en 2012.
La delegación estadounidense, que aterrizó la noche de este jueves en la Ciudad de México, está encabezada por el vicepresidente Joe Biden, quien viene acompañado de altos funcionarios de las secretarías de Comercio y Transporte, del Departamento de Estado y el de Seguridad Interna.
El viernes a las 11:30 horas (local) Biden y Peña Nieto sostendrán una reunión de en la residencia oficial de Los Pinos y ofrecerán una conferencia hacia las 12.30 horas, antes de de Biden parta de nuevo a Estados Unidos.
Por la mañana también se esperan algunas reuniones de la delegación estadounidense con organizaciones empresariales.
“El que México y Estados Unidos arranquen con los temas de prosperidad y hayan dejado un poco de lado los de seguridad es interesante para fortalecer este aspecto de la cooperación bilateral”, considera Pía Taracena, catedrática de la Universidad Iberoamericana.
Durante su sexenio, el expresidente Felipe Calderón mantuvo el tema de seguridad como el principal eje en la relación con Estados Unidos. El exmandatario señalaba que el país vecino era corresponsable de la violencia en México debido al tráfico de armas en la frontera, que facilitaban el acceso a las armas por parte de los cárteles de la droga.
“Quedó muy claro desde que Obama y Peña Nieto se reunieron en mayo que le iban a dar un giro a la agenda (…) iban a iniciar la construcción de una relación bilateral nueva”, dice Taracena.
En su primera visita a México con Peña Nieto como presidente, Barack Obama se comprometió en mayo pasado a que ambos países sostendrían reuniones anuales de Alto Nivel para avanzar en la agenda conjunta en temas comerciales, económicos y educativos.
Centrar la reunión de alto nivel en un solo tema, el tema económico ayuda a lograr acuerdos concretos y dirigidos a un sector, dice Arlene Ramírez Uresti, profesora del Tecnológico de Monterrey.
“Este tipo de ejercicios son más productivos, porque son visitas más cortas, más dirigidas y que en el caso de la relación México y EU los temas son tan amplios tan bastos y requieren de tanta especialización que sería materialmente imposible que en un día de visita o dos se vieran todos los temas que se tienen en la agenda”, considera la académica.
La sombra del espionaje
Aunque las reuniones están enfocadas a temas económicos, el asunto del espionaje provocó la crisis más aguda que haya tenido el gobierno de Peña con el de Obama.
La publicación de documentos del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden, pusieron al descubierto que las agencias de EU habían espiado al mandatario mexicano, así como a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Por este hecho, Peña pidió explicaciones durante la reunión del G-20 en Rusia a Obama, quien prometió investigar los señalamientos. En tanto, la Cancillería mexicana llamó a cuentas al embajador estadounidense en México, Anthony Wayne.
México no va a tocar ese tema esta vez, dijo este miércoles el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer. La relación de México y Estados Unidos es una relación muy amplia y tiene las posibilidades de tener irritantes, pero “también tiene la madurez para poderse sobreponer”.
Fuente: CNN México