“Reducir la separación de las familias durante los procesos de deportación, limitar la violencia contra los migrantes en México y Centroamérica, frenar los abusos cometidos por las autoridades fronterizas estadounidenses y la policía local mexicana, y reunificar las familias con diferentes estatutos migratorios”: son las cuatro principales recomendaciones que hacen los jesuitas mexicanos y estadounidenses en un informe publicado el 13 de febrero de 2013.
El informe titulado “Documented Failures: the Consequences of Immigration Policyonthe U.S.-Mexico Border” documenta un gran espectro de abusos físicos y verbales que sufren los migrantes mexicanos y centroamericanos a manos de la policía mexicana y las autoridades estadounidenses de la US Customs and BorderProtection (CPB).
El estudio narra también con lujo de detalles los ataques de los traficantes, los ladrones y otros grupos criminales contra los migrantes durante el viaje y a lo largo de la frontera mexicano-norteamericana.
El documento relata las dramáticas historias de los migrantes que fueron separados de sus familiares y de los que fueron víctimas de agresiones sexuales o que fueron abandonados en el desierto y a quienes, sin embargo, las autoridades fronterizas norteamericanas negaron la asistencia médica.
Financiado por la organización Catholic Relief Services (CRS), el estudio fue realizado para tres instituciones jesuitas mexicano-estadounidenses: Iniciativa Kino para la Frontera, Servicio Jesuita a Refugiados USA y Conferencia Jesuita de los Estados Unidos.
Se centra en las experiencias de mujeres, hombres y niños, todos migrantes, que fueron repatriados de los Estados Unidos hacia las ciudades mexicanas ubicadas a lo largo de la frontera norte, principalmente en Nogales, Arizona, Sonora.
Además de la introducción y una sección dedicada exclusivamente a las recomendaciones, el texto plantea los cinco siguientes problemas a los que se enfrentan los migrantes mexicanos y centroamericanos durante el proceso de su migración y, luego, su aprehensión por las autoridades, su detención y deportación:
1. La separación de los migrantes de sus familiares que viajaron con ellos,
2. O que fueron deportados porque no tienen los documentos migratorios requeridos para poder permanecer en el país junto con sus hijos y/o su pareja,
3. La violencia como una seria amenaza contra la seguridad física de los migrantes durante sus viajes y al cruzar la frontera,
4. Los abusos cometidos tanto por las autoridades fronterizas y otras autoridades migratorias norteamericanas, así como por la policía local de México.
Fuente: Servicio Jesuita a Refugiados para Latinoamérica y el Caribe, SJR LAC