Es parte de un acuerdo conjunto para reducir la migración indocumentada y fortalecer la seguridad fronteriza, se informó
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos desplegará hasta 89 agentes en Guatemala como parte de un acuerdo conjunto para reducir la migración indocumentada y fortalecer la seguridad fronteriza, según un documento obtenido por la agencia Reuters.
El texto, fechado el 27 de mayo, fue firmado por el secretario interino Kevin McAleenan, y el ministro de Interior de Guatemala, Enrique Degenhart.
Entre tanto, las autoridades estadunidenses regresaron a más de 100 niños migrantes a un centro de detención en donde, según reportaron abogados, los niños se cuidaban entre ellos y carecían de suficiente agua, alimentos y aseo.
Una fuente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó el martes que “la mayoría” de los 300 niños que estaban en la instalación en Clint, Texas, la semana pasada han sido reubicados en albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
La fuente, que pidió no ser identificada, se negó a divulgar cuántos niños están actualmente confinados allí, pero aseguró que Clint está en mejores condiciones de alojar a los menores que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Poco después, el director de CBP, John Sanders, avisó en una carta a los empleados de la entidad que dejará el cargo el 5 de julio. La agencia es la encargada de detener y alojar inicialmente a los padres y niños que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México.
Sanders hace poco le pidió al Congreso aprobar 4 mil 500 millones de dólares en fondos humanitarios. En una entrevista con la AP la semana pasada, Sanders dijo que las muertes recientes de niños migrantes en la frontera “me han impactado profundamente”.
Abogados involucrados en el cuidado de niños migrantes y que visitaron Clint la semana pasada dijeron que algunos de los niños más grandes estaban cuidando a los más pequeños, reportó el jueves la AP.
Describieron a un pequeño de 4 años con el pelo enmarañado que llevaba días sin ducharse y a otros niños hambrientos y llorando inconsolablemente, tratando de consolarse entre ellos.
Algunos llevaban tres semanas en esa instalación, donde 15 pequeños sufrían de influenza y otros 10 estaban en cuarentena por razones médicas.
Muchos de los niños entrevistados habían llegado por su cuenta a la frontera entre Estados Unidos y México, pero otros habían sido separados de sus padres u otros familiares, afirmaron los abogados.
Clara Long, investigadora de Human Rights Watch, y otros expertos inspeccionaron las instalaciones porque están involucrados en el Acuerdo Flores, un arreglo judicial conseguido bajo la presidencia de Bill Clinton que abarca la supervisión de las condiciones de detención de familias y niños migrantes.
Legisladores de ambos partidos denunciaron la situación la semana pasada.
Fuente: AP/ Reforma