La pirámide de Keops, la más antigua de las siete maravillas del mundo y la única que aún perdura, aún tenía detalles escondidos. La mayor de las pirámides egipcias, diseñada por el arquitecto Hemiunu y situada en la explanada de Guiza, mantenía una cámara secreta que ha podido ser descubierta gracias a los rayos cósmicos.
La Gran Pirámide de Guiza es la única de las siete maravillas de la antigüedad que aún perdura, una estructura colosal de 146 metros de altura con 2,3 millones de bloques de piedra. Entre esos bloques hay secretos que no han sido descubiertos. Hoy hemos encontrado uno, y es enorme.
Un equipo internacional de arqueólogos dirigidos por Kunihiro Morishima, del departamento de física de partículas en la Universidad de Nagoya, acaba de publicar los resultados de una campaña de meses estudiando la gran pirámide mediante tomografía de muones. ¿El resultado? Tres mediciones independientes realizadas desde dentro y fuera de la estructura confirman la existencia de una gran cámara desconocida hasta ahora.
El hueco está a medio camino entre la cámara del Rey y la de la Reina, y tiene unas dimensiones de unos 30 metros de largo, con una altura similar a la de la cámara conocida como la Gran Galería. Es imposible saber si este nuevo túnel comunica otras cámaras que se han derrumbado o si tiene objetos en su interior. De momento solo sabemos que existe.
No es la primera vez que un equipo de investigadores analiza la gran Pirámide mediante tomografía de muones. La primera prueba se remonta a 1960, pero nunca hasta ahora se había podido confirmar nada porque la técnica es compleja y ha tardado décadas en perfeccionarse.
Los muones son partículas subatómicas de alta energía que forman parte de la radiación cósmica. Atraviesan la materia como si no existiera pero, a medida que lo hacen, son absorbidas por los materiales más densos, como la roca. Esa característica hace que sea posible detectar huecos en estructuras analizando los muones que las atraviesan.
En este caso los arqueólogos han instalado detectores de muones en el interior de la Gran Pirámide y en su perímetro para practicar una especie de radiografía tridimensional a la estructura. Aparte de registrar las cámaras que ya se conocen, la prueba ha detectado este nuevo corredor de grandes dimensiones. El equipo incluso ha realizado pruebas adicionales mediante otras técnicas de medición de rayos cósmicos. Todas ellas confirman el hallazgo.
El próximo paso es que otro equipo independiente valide el descubrimiento para poder emprender el siguiente proyecto, que es perforar un túnel por el que pueda introducirse un robot o cámara para explorar la cavidad.
(Gizmodo vía New Scientist)