Por Misael Máynez
El Producto Interno Bruto, es decir, todo lo que se produce en México no ha logrado crecer más allá del tres porciento a pesar de los discursos, expectativas por las reformas o el anhelo de todos los mexicanos por estar mejor, además las estimaciones cada vez son menores; lo he dicho antes, mi pronóstico para 2016 es del 1.8%. Vergonzoso para un país joven y basto en recursos.
¿De plano estamos destinados a vivir en tasas de bajo crecimiento? ¿qué estamos haciendo mal? O mejor dicho ¿qué no estamos haciendo?
Es un tema amplio pero trataré de cerrarlo en algunas estrategias generales que nos pueden llevar al anhelado crecimiento, espero la SHCP, Economía y el propio presidente de nuestro País, Enrique Peña Nieto, consideren estos puntos. Si no, pues al menos usted lea hasta el fin el artículo, lo agradeceré.
¿Sabía Usted que del total de las exportaciones de México el 90% corresponden a manufacturas y en gran contraste las del campo o productos agrícolas solamente son del 4.4%?
¿Sabía Usted que las importaciones que hacemos los mexicanos son de bienes intermedios el 76.8% de los casos? ¿sabe que el 13% lo importamos en productos para consumir?
Menciono estos datos por las siguientes razones.
¿Le preocupa el Dólar?, ¿está preocupado por el futuro si gana Donald Trump?, ¿está estresado por el nivel salarial suyo o de los mexicanos?, ¿se ha preguntado alguna vez si realmente se puede hacer algo o ya mejor nos acostumbramos a vivir apenas?
Déjeme ser atrevido y proponer un esquema económico para que México logre el anhelado crecimiento mayor al 3%.
A vuelo de pájaro se observa que compramos muchas cosas que nosotros debemos estar produciendo, pero no lo hacemos, todas las importaciones de bienes intermedios son insumos para la producción manufacturera y no hay políticas decididas a fortalecer las empresas mexicanas que producen sustitutos de esas importaciones, lo he comentado antes, faltan productos mexicanos de calidad para sustituir esas importaciones; y no estoy proponiendo una política a rajatabla donde se cierre la frontera al comercio internacional y sustituyamos importaciones como sucedió en la década de los ochentas. Estoy hablando de ofrecer créditos muy baratos a las empresas que producen los bienes sustitutos de esas importaciones; hablo de generar un esquema especial y definido para esas empresas.
Asumo que la SHCP conoce a detalle el listado de todos esos bienes y basta realizar una política de excepción a las empresas de la industria e incentivar su competitividad, ¿o será que ni siquiera saben qué productos son?
De ser así, les apremio censar los bienes que componen y desarrollar los esquemas que les incentiven.
Si aplicamos esta política la demanda de dólares baja y tendrá un alto impacto en la presión de tipo de cambio y el reflejo en el PIB sería superior a dos puntos porcentuales, me atrevo a asegurar tasas de crecimiento del 7%.
Otro dato importante y a vista simple es que tenemos todos las huevos en la canasta manufacturera y ahí es donde menos valor agregado tenemos por esa razón se han generado más empleos pero peor pagados; en otro artículo desgloso cuantos empleos hemos generado últimamente y comparo salarios.
Debemos salirnos de la apuesta manufacturera y en las exportaciones observo salidas que abren área de oportunidad impresionante: el campo.
México es rico en recursos naturales con mucho territorio cultivables y únicamente exportamos 4% del campo.
Debemos desarrollar y aplicar a la brevedad un esquema de producción agrícola; urge fomentar la innovación e investigación en técnicas productivas. Igual ya existen y únicamente falta un gobernante con la voluntad política de querer mejorar las condiciones de todos los mexicanos, no dudaría las innovaciones agrícolas estén como el caso del joven que desarrolló en sensor automotriz que no hubo ningún orden de gobierno que le abriera la puerta.
Soluciones hay y formas de llevarlas a cabo sobran, lo único que falta es lealtad de quienes nos gobiernan para que decididamente luchen por el bien común y no se limiten a cubrirse las espaldas al grado de ser el país más impune.