Denuncian panistas ataques en la Sierra Tarahumara

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La violencia en la Sierra Tarahumara se incrementó a un día de las elecciones, principalmente en Balleza, la tierra del gobernador César Duarte, donde anoche “levantaron” a dos panistas, balearon la casa de otro y los pobladores de la comunidad de Pichique tuvieron que huir al monte porque un comando de hombres encapuchados disparó a los pies a quien encontraba.

El presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Mario Vázquez Robles, denunció que reportaron la situación de alarma al gobernador a las autoridades electorales nacionales y estatales, a todas las corporaciones, incluido el Ejército, pero nadie ha intervenido.

El PAN formó brigadas de búsqueda para localizar a Tomás Vázquez y César Joel Gutiérrez Lozano, del equipo de campaña panista en ese municipio, de donde es originario César Duarte.

En otra comunidad, balearon la casa de otro panista y, entrevistados aparte, los pobladores de la comunidad de Pachique señalaron que anoche ingresaron personas encapuchadas en dos camionetas pickup, una negra y una guinda, por lo que la gente tuvo que salir corriendo al monte.

Desde su punto de vista, están inhibiendo el voto, infundiendo temor.

“El gobernador de Chihuahua, las autoridades electorales, Alejandro de Jesús Sherman del INE, y Arturo Meraz González del IEE, así como los titulares de las fuerzas federales encargadas del orden y la paz en Chihuahua, son responsables de cada uno de los hechos violentos registrados en el municipio de Balleza y en toda la entidad durante este proceso electoral”, denunció Mario Vázquez.

Dijo que los denunciantes indicaron que las agresiones van dirigidas a la oposición al candidato del PRI, Arturo Medina Aguirre, quien es hermano del presidente municipal, Augusto Medina Aguirre.

Esa situación de amenazas contra candidatos y militantes panistas ya habia sido denunciada por el líder de ese partido y con anticipación solicitó a las autoridades federales, estatales y electorales, la presencia de las fuerzas armadas castrenses y civiles en algunos municipios serranos como Balleza, Valle de Rosario, Gómez Farías, Namiquipa, Bachíniva, Madera,Guachochi, Guadalupe y Calvo e Ignacio Zaragoza, para garantizar la seguridad de los pobladores durante el proceso electoral.

En Balleza, renunció la coordinadora de campaña del candidato a la gubernatura, Javier Corral Jurado, quien además era candidata suplente a la diputación de ese distrito, Adela Varela, porque fue amenazada, levantaron
a un familiar y la obligaron a colocar propaganda priista, de acuerdo con las denuncias del PAN.

“En lugar de atender el llamado urgente que el PAN realizó, el gobernador de Chihuahua Duarte Jáquez se dedicó a mentirle a los chihuahuenses, afirmando que todas las casillas en la entidad estaban seguras y no habría violencia previo y durante los comicios”, agregó Vázquez Robles.

El dirigente estatal advirtió que esa situacion puede terminar en tragedia en contra de pobladores de Balleza, porque ya hubo detenciones ilegales y abusos de autoridad por agentes municipales y grupos de delincuentes que apoyan la candidatura del hermano del alcalde, quien también deberá ser responsabilizado por la inseguridad que y la violencia que ocurre en este municipio..

Mario Vázquez dio a conocer que en la denuncia de los hechos ocurridos anoche, enviada por los militantes de Balleza, piden rescate a los habitantes de las comunidades de Las Delicias, Tecorochi y Pichique

La denuncia es la siguiente: “Estamos siendo rafagueados por un grupo de 8 o 10 personas y sospechamos de que son el presidente municipal de Balleza y el candidato del PRI, que es hermano del presidente, sus guaruras y unos funcionarios de la presidencia cuyos nombres son Geraldo Lozano Ochoa y Florentina Javalera Javalera. Hay un muchacho de nombre Darío González Cereceres que está golpeado y a la gente les dispararon en los pies; esto es urgente, están desaparecidos dos muchachos, sus nombres son Tomás Vásquez y César Joel Gutiérrez Lozano. Por favor ayuda”.

El PAN exigió nuevamente a las autoridades locales y federales que “urgentemente implementen medidas que protejan a los habitantes de la sierra de Chihuahua y les brinden garantías para el ejercicio seguro de su
derecho a votar por quien ellos elijan. Que blinden el proceso electoral de la influencia y presión de los grupos armados que el gobierno estatal, junto con la presidencia municipal de Balleza, han tolerado en esa región”.

“¡Ya basta!”, dice sacerdote

El sacerdote jesuita Javier “Pato” Ávila, quien además es presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac), denunció que los límites de la corrupción, la violencia y la impunidad, han llegado a su límite en la Sierra Tarahumara y envió la siguiente carta a las autoridades:

“Son más de cuarenta años de mi caminar en Tarahumara con períodos de paz, épocas de tranquilidad, convivencias pacíficas, situaciones difíciles, sequías, hambre, injusticias, amenazas y persecuciones. Pero debo decir que es la primera vez que atravesamos una crisis de impunidad, violencia, y que a muchos nos hace pensar que urgen cambios profundos en el estado.

“Los gobiernos y sus decisiones nada favorables para el pueblo pobre, para los indígenas, han venido orillando a la sociedad a situaciones intolerables e insoportables que nos hacen gritar ¡Ya basta!

“Es necesario gritar para que se nos escuche, para que se preste atención al clamor del pueblo. La verdad se disfraza de bondad, la mentira se maneja como lo ordinario en los discursos políticos y los candidatos presumen su cercanía al pueblo abrazando a gente pobre para tomarse una fotografía, fotografía que queda en el álbum de los recuerdos, porque no vuelven a permitir ni siquiera que se les acerquen cuando están en Palacio de Gobierno.

“Las policías construyen delincuentes, detienen a su antojo a personas inocentes, justifican sus ineptitudes y arbitrariedades ‘cargando’ a los afectados, construyen circunstancias a su antojo, mienten con desfachatez y descaro, e inventan delincuentes en cuanto una persona reclama o se les enfrenta para defender sus derechos. Parece que la consigna de los mandos superiores no es perseguir el delito sino construir delincuentes e inventar culpables.

“Ya se perdió la vergüenza y la discreción para hacer lo ilícito, recientemente lo dijimos los miembros de la Diócesis de Tarahumara a propósito de la quema criminal que padeció el bosque en el Municipio de
Bocoyna.

“El sufrimiento y la frustración de la sociedad es cada vez mayor, sus gritos se escuchan con más frecuencia, las quejas se reciben a diario en esta Comisión de Derechos Humanos, y ya no podemos tolerar que se repitan los mismos patrones ni que se siga deteriorando nuestro estado de Chihuahua con tanta rapidez.

“Urge una renovación en serio y a fondo”, señaló.

Fuente: Proceso

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