La aprobación de la reforma inmigratoria en Estados Unidos debe ocurrir a comienzos de este año, pues cuenta con el apoyo de la mayoría de la población estadounidense y es “crucial” para la protección de los derechos de los inmigrantes, considera la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW).
“La reforma migratoria debería ser una prioridad para los legisladores de Estados Unidos en 2014”, dijo Alison Parker, directora de HRW en Estados Unidos, tras la publicación del Informe Mundial 2014. “El Congreso debería aprovechar el apoyo que tiene la reforma migratoria a nivel nacional a fin de crear un sistema más justo, eficaz y humano”, agregó.
La discusión de la ley quedó suspendida en la Cámara de Representantes a finales de 2013, luego de que el Senado aprobó un proyecto de reforma que ofrece un camino a la ciudadanía para unos 11 millones de inmigrantes.
En el capítulo sobre la situación de los inmigrantes indocumentados en el país, la organización señala que esta reforma debe incluir necesariamente una ruta para que un inmigrante obtenga documentos de estancia legal, leyes para la protección contra abusos en el trabajo, garantías para ser juzgados adecuadamente, y resalta el problema de la separación de familias por las deportaciones, así como las detenciones de inmigrantes.
“Muchos de los procesados no tienen antecedentes penales y muchos otros tienen lazos profundos en Estados Unidos, como familiares que son ciudadanos estadounidenses con los que estaban buscando reunirse en el momento en que fueron detenidos”, indica.
“En cualquier momento dado, hay cientos de detenidos en régimen de confinamiento solitario”, dice el informe. “El procesamiento penal de los delitos de inmigración, con los que históricamente se había lidiado ampliamente mediante la deportación y otras sanciones no penales, sigue aumentando”.
Al inicio de este año, el Congreso de California aprobó una legislación para limitar las deportaciones; mientras que el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, firmó la ley Dream Act para ayudar a estudiantes indocumentados que han crecido en el estado.
Si bien destaca el avance tras “años de inacción”, HRW critica que la Cámara de Representantes no haya logrado “ningún progreso serio sobre esta reforma inmigratoria integral”. La organización calcula que hay 25 millones de inmigrantes en el país, de los cuales casi la mitad no tienen documentos.
El proyecto bipartidista aprobado en el Senado en junio pasado marcó un camino de 13 años para que un inmigrante complete los requisitos para obtener una ciudadanía, lo cual beneficiaría a unas 11 millones de personas que llegaron al país sin documentos hasta antes de 2011.
Según una encuesta divulgada en noviembre, más de seis de cada 10 estadounidenses está de acuerdo con que el Congreso establezca una reforma que ofrezca una vía a la ciudadanía para los inmigrantes. Un 14% dijo que solo desearía su estancia legal, mientras que 18% pidió su deportación.
Fuente: CNN