Mientras intelectuales argentinos reunidos en Carta Abierta se unieron a las denuncias sobre las consecuencias “trágicas” del reciente acuerdo del gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que implican concesiones que afectan a la soberanía nacional, la aparición de marines estadunidense uniformados en la Casa Rosada y el Banco de la Nación, frente a la histórica Plaza de Mayo, ha puesto en escena la realidad de una presencia militar extranjera en el país, que cada día se extiende más y se concreta en la instalación de bases en varios lugares del país.
La fotografía fue rápidamente difundida en redes sociales y sólo destacada en algunos programas televisivos. Oficialmente nadie respondió sobre esta situación, aunque ante la llegada de una misión del Comando Sur en mayo pasado hubo algunas respuestas para explicar que se trataba de un ensayo “de ejercicios por medios digitales”.
Nada de esto conformó a sectores que denuncian además la instalación de bases militares de Estados Unidos en el extremo sur del país y en el norte, especialmente en la zona de la Triple Frontera. Esto sucede desde que en 2016, cuando el ex presidente Barack Obama visitó Argentina, se firmaron acuerdos de seguridad varios de cuyos puntos se mantienen hasta hoy en secreto.
El portal Kontrainfo.com señala que “sigue peligrosamente sin explicación la presencia de marines norteamericanos en la Plaza de Mayo y en la sede principal del Banco Nación. También se los vio en la localidad de Zárate (provincia de Buenos Aires). A la inquietud generada en la población se le sumó la presencia en Buenos Aires de un camión de las Fuerzas de Defensa de Israel. Cada día Argentina es más parecida a un territorio bajo un ejército de ocupación que ya coloniza las áreas de Economía, Defensa, Seguridad Interior, Inteligencia, Poder Judicial y obviamente la propia Casa Rosada”. Otros analistas opinan que esta presencia abierta de los uniformados estadunidenses es un “globo de ensayo” para ir acostumbrando a la población a ¿qué escenario?, se preguntan.
Entre 2016 y 2017 funcionarios del Ministerio de Defensa, bajo la dirección del ministro Jorge Aguad, de cercanas relaciones con la inteligencia estadunidense y con Gran Bretaña, mencionaban las negociaciones para instalar bases de Estados Unidos en Argentina, y se hacía referencia a Usuhaia, capital de Tierra del Fuego.
Ya en 1995 bajo el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) sindicalistas de Tierra del Fuego denunciaron un decreto que autorizaba la instalación de una base de Estados Unidos en Tolhuin en esa provincia, supuestamente para controlar los posibles ensayos nucleares” lo que no se por la acción de organismos humanitarios y sociales en una lucha abierta contra esta instalación.
El 14 de diciembre de 2016 el periódico oficialista La Nación anunciaba que el día anterior “en su estrategia de reforzar lazos con Estados Unidos, el gobierno de Mauricio Macri selló un ambicioso acuerdo de cooperación entre las Fuerzas Armadas de Argentina y la Guardia Nacional de Georgia, Estados Unidos… para enfrentar situaciones de desastres naturales, controles en las fronteras y la colaboración en misiones de paz”. Lo que no se explicó es la característica de la Guardia Nacional de Georgia , trabaja como Fuerzas Especiales del Comando Sur.
El año pasado, Macri firmó una autorización especial para el tránsito de tropas de Estados Unidos, en este país sin necesidad de autorización del Congreso y en febrero de este año, la ministra de Seguridad Patricia Bulrich y el de Defensa, Oscar Aguad firmaron acuerdos en forma directa con el Comando Sur la Agencia Central de Inteligencia, la Oficina Federal de Investigación, y la Administración de combate a las Drogas (DEA) y el ministro de Defensa anunció al poco tiempo la creación de Fuerzas de Despliegue Rápido, que son las que utiliza el Comando Sur y unos meses después la instalación en Tierra del Fuego de una base logística.
En la provincia de Misiones, que integra la Triple Frontera con Paraguay y Brasil, ya está instalada una fuerza de tarea de DEA, como también en Salta y Jujuy. Estos son algunos de los acuerdos que ya están en funcionamiento y que como advierten los expertos locales, significan una “violación abierta de la soberanía, sin ninguna autorización del Congreso”, mientras sindicalistas y líderes universitarios de Tierra del Fuego denunciaron la presencia de la NASA y el ingreso de militares y científicos estadunidenses. El 31 de octubre de 2017, Bullrich firmó un acuerdo para instalar un Centro de Inteligencia Regional en Usuhaia, con la gobernadora Roxana Bertone, lo que expertos en temas militares llamaron “los cimientos de una base de Estados Unidos”, en esa ciudad y en las últimas semanas se conoció de la instalación de una base estadunidense en la provincia de Neuquén cercana a los yacimientos gasíferos y petrolíferos de Vaca Muerta.
El periodista Héctor Sosa de Motor Económico entrevistó a un dirigente político de Tierra del Fuego, Gustavo Ventura quien advirtió que en la base británica de las ocupadas Islas Malvinas están poniendo en funcionamiento un un sistema israelí de la firma MBDA, que tiene un costo de 258 millones de Euros, y blinda a las Malvinas con misiles Lan Ceports utilizados por las tropas inglesas para realizar pruebas misilísticas creando lo que llaman, un escudo” que apunta a Tierra del Fuego. Esto es sólo la punta del iceberg de lo que está sucediendo en Argentina.
Fuente: La Jornada