Por Álvaro Delgado
Al supuesto plan empresarial para “eliminar físicamente” a Andrés Manuel López Obrador se suma ahora el proyecto de una candidatura presidencial “independiente” para evitar también su hipotético triunfo en 2018, pero tiempos crispados esperan a México si entre los promotores de ésta se encuentran Diego Fernández de Cevallos y Jorge G. Castañeda.
Muchos no lo recuerdan, sobre todo los jóvenes, pero hace exactamente una década los mismos que ahora traman una candidatura presidencial “independiente”, varios de ellos esbirros de Carlos Salinas –padrino de Enrique Peña Nieto y emblema de la alta corrupción–, incurrieron en las peores ilegalidades y mentiras para descarrilar a López Obrador.
En 2004, cuando López Obrador como jefe de Gobierno se fortalecía ante el fiasco de Vicente Fox y Roberto Madrazo aglutinaba a lo peor del priismo –uno de cuyos prosélitos eraEl Bronco Jaime Rodríguez–, una élite de ilustrados y millonarios vino a salvar a los ignorantes de no lanzarse “al vacío” del “populismo”.
En mayo de ese año, Castañeda proclamó que a López Obrador había que “ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles”.
Y eso fue exactamente lo que sucedió: Se activó desde el gobierno de Fox el proceso para desaforar a López Obrador, con Fernández de Cevallos como el articulador entre la Procuraduría General de la República (PGR) de Rafael Macedo de la Concha, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (PGR) presidida por Mariano Azuela y la Cámara de Diputados con Manlio Fabio Beltrones.
Como no lo había hecho nunca en casos idénticos, la PGR inició un proceso para quitarle el fuero a López Obrador –que consumó Beltrones, hoy presidente del PRI– por haber desobedecido la orden de un juez para no abrir un camino a un hospital, una maniobra que encubría el plan tramado en Los Pinos, en Semana Santa, ya ampliamente documentado.
Lo que siguió fue una cadena de ilegalidades y un dispendio multimillonario para, con una campaña de miedo propalada por las televisoras, los organismos empresariales, los sindicatos oficiales como el encabezado por Elba Esther Gordillo imponer, en 2006, a Felipe Calderón, quien llamó a López Obrador “un peligro para México”, todo con el contubernio del órgano electoral que presidía Luis Carlos Ugalde.
El propio gobernador Peña Nieto abandonó a Madrazo, el candidato presidencial priista, y operó a favor de Calderón, quien también contó con el apoyo de gobernadores como Mario Marín de Puebla, Ulises Ruiz de Oaxaca y Eugenio Hernández de Tamaulipas, cuyas corruptelas y abusos fueron intocables para Calderón.
Luego de que Calderón fue impuesto en la presidencia de la República, platiqué con Castañeda sobre su participación en el plan para descarrilar a López Obrador, y ratificó –sincero, cínico– su papel como instigador sin escrúpulos en las elecciones. “Se entra a ganar por las buenas, por las malas, como se pueda… dentro de la legalidad.”
En la entrevista, celebrada en julio de 2007 en el departamento que alquilaba a su amiga Elba Esther Gordillo –hoy presa–, Castañeda reivindicó como suya la idea de proponerle a la cúpula empresarial la estrategia de “miedo” contra López Obrador, asociándolo a la dictadura:
“Por ejemplo, en toda la campaña de asociar a López Obrador con Hugo Chávez a quien le hicieron caso fue a Dick Morris para generar la campaña de miedo. Pero yo lo había propuesto semanas antes. A mí no me hacían caso, pero me parece cantado: No se necesita la experiencia de Dick Morris ni el ocio mío para que se les ocurra, es evidente.”
Castañeda puede ser en 2018 el candidato presidencial “independiente”, luego de que no pudo serlo en 2006 cuando recibió para su campaña –me dijo– “entre tres y cuatro millones de dólares” de empresarios, fondos que constató Transparencia Mexicana, de Federico Reyes Heroles, otro de los impulsores del proyecto contra López Obrador.
Los que odian al tabasqueño ya tienen en Castañeda, pues, a un potencial candidato “independiente”, otro es Juan Ramón de la Fuente, el exrector de la UNAM que de coquetear con López Obrador está entusiasmado con el proyecto de enfrentarlo y los que se vayan sumando, incluidoEl Bronco.
Pero el punto es: ¿Qué independencia puede tener un “independiente” cuyo soporte político y económico es la misma coalición de intereses que llevó a Fox, Calderón y Peña a Los Pinos y que resultaron un fracaso por someterse a ese entramado?
¿Qué capacidad de cambio para bien puede tener un candidato “independiente” que estará sometido a Fernández de Cevallos, Reyes Heroles, Claudio X. González, Héctor Aguilar Camín, Fernando Gómez Mont, Enrique Krauze, Julio Madrazo y otros personajes de la misma talla?
En aquella entrevista, Castañeda dijo que si López Obrador quiere ganar la presidencia de México tiene que hacer lo que él ya hizo: “Es cierto que para convencer te tienes que volver un pinche socialdemócrata y reformista de mierda. ¡Sí, tienes que aceptar básicamente el neoliberalismo y la relación con Estados Unidos, sí!”
Ahí tienen a uno de sus “independientitos”…
Apuntes
Por cierto, el desplegado “por una cancha pareja para candidaturas independientes”, publicado la semana pasada, fue promovido precisamente por los impulsores de la candidatura presidencial “independiente”, y lo firmaron entre otros personajes Cuauhtémoc Cárdenas, René Drucker, Gael García, Sergio Aguayo, Gerardo Esquivel, Bruno Bichir y Javier Sicilia, que abomina las elecciones. Ni modo que no sepan lo que se está moviendo en la élite…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado