Una comisión del Congreso estadounidense solicitó el martes a un fiscal federal investigar si Hillary Clinton o sus subalternos le pidieron a una empresa tecnológica borrar miles de correos electrónicos guardados en su servidor privado, reporta la agencia AP.
La solicitud, según documentos conseguidos por The Associated Press, fue hecha por escrito por Jason Chaffetz, presidente de la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes.
La solicitud se hizo en base a revelaciones recientes del FBI, que ya había dicho que no veía motivo para presentar cargos contra Clinton tras una investigación de un año.
Clinton y asesora Cheryl Mills le habían dicho al FBI en las entrevistas que no tenían conocimiento alguno de si la empresa tecnológica borró esos mensajes. La eliminación de esos mensajes se hizo aparte de la eliminación de mensajes supervisada por el equipo de la exsecretaria de Estado cuando ella entregó 33 mil mensajes de tema profesional al Departamento de Estado. Las síntesis de las conversaciones con Clinton recientemente difundidas por el FBI no contradicen de modo alguno las declaraciones de la candidata.
En una carta separada también obtenida por la AP, Chaffetz advierte a la compañía –Platte River Networks, con sede en Denver, Colorado– que uno de sus ingenieros que eliminó mensajes de Clinton el año pasado podría ser procesado por obstrucción de justicia. Ello se debe a que la comisión que investigó los ataques en Bengasi, Libia, en el 2012 había expresamente prohibido borrar ese material.
La medida de la comisión legislativa significa nuevos dolores de cabeza para la campaña presidencial de Clinton. En julio el director del FBI dijo que no había razones para procesar penalmente a Clinton, pero que su uso de un servidor electrónico privado fue ”descuidado”.
Aun así, los escasos detalles incluidos en las cartas de Chaffetz –como por ejemplo una conversación telefónica de marzo del 2015 entre la empresa tecnológica y abogados de Clinton, que el FBI no ha podido encontrar– demuestra las dificultades que tendrá en producir alguna información nueva más allá de lo que el FBI ya concluyó.
Fuente: AP