El obispo William Lynn, que fue secretario de la archidiócesis de Filadelfia, fue condenado este martes a entre tres y seis años de prisión por no impedir y ocultar abusos sexuales de párrocos a su cargo contra niños, con lo que se convierte en el primera figura de la jerarquía católica que es condenado por estos delitos. La defensa solicitó la libertad condicional pero la jueza a cargo advirtió que tenía que pagar con cárcel por haber permitido que “monstruos con sotana” destruyesen el alma de niños.
El obispo William Lynn, el responsable de más alto rango de la Iglesia Católica estadounidense que se ha visto envuelta en numerosos casos de abusos sexuales contra niños y que por lo regular se arreglan mediante el paso de cuantiosas indemnizaciones para evitar el juicio, previamente había sido declarado culpable de encubrir a sacerdotes pederastas, y hasta ayer fue sentenciado a una pena de entre tres y seis años de prisión.
Monseñor Lynn, quien era el encargado de nombrar a sacerdotes en escuelas e iglesias en la región de Pensilvania, así como de investigar denuncias de abusos sexuales contra los clérigos a su cargo, fue declarado culpable en junio de poner en peligro a menores, después de un juicio de 10 semanas.
Lynn, de 61 años, fue acusado de ocultar casos de abuso sexual y de no hacer nada para retirar a al menos dos sacerdotes de puestos que suponían contacto con menores. “Fue condenado a entre tres y seis años de prisión”, dijo un funcionario judicial de Filadelfia a la AFP.
A pesar de que los abogados de monseñor Lynn intentaron evitar que fuera a la cárcel, la jueza Teresa Sarmina sentenció que éste deberá permanecer tras las rejas cerca del tiempo establecido en la pena máxima, de tres años y medio a siete años.
Uno de los dos sacerdotes que la justicia halló culpable a Lynn de encubrir, el destituido Edward Avery, se declaró culpable en la víspera de su juicio y fue condenado a entre dos años y medio y cinco años de prisión.
El otro cura, James Brennan, fue acusado de agresiones sexuales contra jóvenes en la década de 1990, pero el jurado no pudo llegar a un veredicto.
Durante el juicio a Lynn, la fiscal adjunta Jacqueline Coelho describió a Monseñor Lynn como “el guardián de los secretos”, con la misión de proteger a la Iglesia de los escándalos y de mantener a los fieles en la oscuridad.
Los grupos de víctimas elogiaron el veredicto como un gran paso desde el momento en que un tribunal reconoció que alguien en la posición de Lynn había puesto en peligro el bienestar de menores.
El monseñor católico William Lynn abandonó, durante una pausa, el tribunal de Filadelfia en el que era juzgado de encubrir a curas pedófilos en un proceso que se inició el 26 de marzo de 2012 y culminó este martes con la sentencia.
Fuente: AFP y EFE