Condenan a criminales de la dictadura argentina

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La Justicia argentina juzgó las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde hubo 789 víctimas.

Los represores Jorge Eduardo el ‘Tigre’ Acosta, ex jefe de tareas del Grupo de Inteligencia 3.3.2., y Alfredo Astiz, ex oficial de la Armada, fueron condenados a cadena perpetua tras ser considerados culpables de cometer “homicidios, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos para obtener información”, entre otras acusaciones comprobadas en la causa judicial, como la “sustracción de menores de diez años”. El ex piloto de Aerolíneas Argentinas, Mario Daniel Arru, vinculado a los ‘vuelos de la muerte’, recibió la misma pena y pasaría el resto de su vida en prisión.

Este miércoles se dio a conocer la sentencia sobre 789 violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura cívico-militar de Argentina, entre 1976 y 1983, en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), tras juzgarse a 54 presuntos represores. Inicialmente había 65 imputados, pero el número de implicados se redujo por fallecimientos o problemas de salud.

Pasadas las 16:00, los representantes del juzgado procedieron a leer su resolución en voz alta. Antes de ello, destacaron que, pese a los reclamos de las defensas para pedir la “extinción de la acción penal”, estos delitos no prescriben “por ser crímenes de lesa humanidad según el Pacto de San José de Costa Rica”.

Tensión en los tribunales

Uno de los voceros del Poder Judicial gritó: “¡Silencio!”, y amenazó con desalojar la sala a los presentes que se acercaron para escuchar la esperada sentencia. En el lugar había familiares de las víctimas, sosteniendo pancartas con los rostros de sus seres queridos desaparecidos o asesinados por la dictadura. Pero también había allegados de los imputados, que se quejaban de la situación.

Decenas de camarógrafos y fotógrafos registraron imágenes de los acusados, despertando el malestar de un magistrado: “¡Primeros planos, no!”, regañó. En el sitio había tantas personas, que los del fondo no alcanzaban a visualizar el momento del veredicto.

A su vez, cientos de militantes por los derechos humanos, organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos comunes se hicieron presentes en las afueras de los tribunales de Comodoro Py para escuchar el fallo y celebrar las condenas.

Un juicio muy esperado

Se trata del juicio oral más largo de la historia argentina, informa Clarín; comenzó en 2012 y contó con más de 800 testigos. Antes hubo otros dos juicios vinculados a este centro clandestino, iniciados en 2007 —el único imputado murió con cianuro un día antes de su sentencia— y 2011 —que tuvo 16 condenados—.

En la resolución actual, el veredicto estuvo a cargo de los jueces Leopoldo Bruglia, Adriana Palliotti, Daniel Obligado y Pablo Bertuzzi, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires. Las Madres de Plaza de Mayo y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) se presentaron como querellantes, entre otros actores.

El momento de la sentencia fue transmitido en vivo por CIJ TV, el canal de la agencia de noticias del Poder Judicial local, para que la sociedad argentina observara el histórico acontecimiento.

El antiguo edificio de la ESMA, que hoy funciona como un espacio cultural, fue un importante símbolo de los crímenes de lesa humanidad concretados bajo ese Gobierno de facto en este país sudamericano, durante el autodenominado ‘Proceso de Reorganización Nacional’.

Se trató de uno de los centros clandestinos de detención, tortura y muerte más importantes de la época. Una de sus macabras características es que allí funcionaba una sala de maternidad, donde nacieron al menos 34 niños de mujeres detenidas y desaparecidas, dando lugar al robo sistemático de bebés.

Fuente: RT

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