Conciencia social: Análisis sociológico y gnoseológico

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez

François-Marie Arouet, Voltarie, que nació en Paris en 1694, fue un trascendente escritor, historiador y filosofo, que defendió el poder de la razón humana y de la ciencia, y promovió el respeto a la humanidad.

“Los prejuicios son la razón de los tontos”, adujo y agregó: “La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria”.

Hago referencia a estos dos enunciados que deben ser compartidos a los ignorantes y grotescos periodistas y políticos de la derecha que desconocen lo que es el Ser social y la Conciencia Social, ejes fundamentales de toda formación social, que publique el 20 de junio de este año y hoy reitero.

Eso sí, promueven el odio de la conciencia social valorativa de los de “abajo” y un constante golpeteo al gobierno de la República, con el fin de derrocarlo.

El estudio del desarrollo histórico de la conciencia social, de su génesis y evaluación en relación con las etapas fundamentales del desarrollo de la sociedad, nos revela que hay tres principios de análisis a partir de los cuales se puede y se debe estudiar a fondo que es la conciencia social y el ser social.

Se los describo: el histórico-genético, el gnoseológico y el sociológico.

En la primera fase, la conciencia social fue sincrética, a tal grado que las concepciones espirituales y religiosas; los conocimientos empíricos y expresiones artísticas se mezclaban y vinculaban todas ellas con la vida espiritual y la naturaleza.

En la segunda fase del desarrollo de la conciencia social, surgieron instituciones sociales como el Estado, la división de las clases sociales y la separación del trabajo físico e intelectual, lo que generó nuevas formas de la conciencia social, en particular las políticas, jurídicas, económicas, financieras y religiosas en la que predominan las ideas de la clase dominante del capitalismo y ahora neoliberalismo.

Por lo que respecta a la tercera fase de los países comunistas que contemplaban suprimir la diferencia de clases y las clases sociales; conjuntar el trabajo físico y el intelectual e incluso sentar las bases para la extinción del Estado, continúa siendo una utopía a partir del desmantelamiento de la URSS y naciones afines de Europa.

Las diversas formas de la conciencia social referidas, dejan en claro que como bien describió Karl Marx en el “Prologo de su libro” “Contribución a la Crítica de la Economía Política” que “No es la conciencia del hombre la que determina su ser; sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”.

Ejemplo de ello, es la confrontación y polarización que se ha generado en torno a la política económica y financiera neoliberal de los grandes magnates y la política de bienestar social del pueblo de la 4ta Transformación.   

En lo que se refiere a los principios gnoseológicos y sociológicos, ambos son muy importantes desde el punto de vista metodológico, para el estudio de la conciencia social y transformación de la mentalidad de las nuevas generaciones en el contexto socioeconómico, cultural y político actual en la mayoría en todo el mundo.

Abordemos los dos niveles de la conciencia social: La que se define como conciencia social común y la que se califica como conciencia social teórica. La primera se engendra por las condiciones empíricas cotidianas de la sociedad, que no son otras más que las sensaciones, percepciones y sentido común. La segunda, se sustenta en los juicios de valor, el razonamiento y la imaginación.

En concreto, la conciencia social común del pueblo se aboca a que cada persona defina que es lo que le favorece o le afecta del ser social en que vivimos, en tanto que la conciencia social teórica apela a la ciencia para descubrir la esencia real de los fenómenos sociales, como el cambio climático, el deterioro de la naturaleza, la pandemia, la migración humana, genocidios, racismo y la desigualdad social y la injusticia.

Ello no quiere decir que hay una gran distancia entre los tipos de conciencia social, ya que ambos –la gnoseología y sociología—se presuponen. No se puede entender la conciencia social si no entendemos que es lo que refleja, de qué manera lo hace y en qué medida. De nada nos valdría saberlo, si no se entiende la función de ambas en la estructura (Modo de producción) y superestructura (política y gobernabilidad) vigente del ser social.

Los núcleos básicos de la conciencia social teórica a lo largo de la historia son la filosofía, la ideología y la ciencia. Los de la conciencia social común son el conocimiento empírico y la psicología social.

Es por ello, que estas dos tendencias se han calificado filosóficamente como conciencia social valorativa (Nivel empírico) y conciencia social cognoscitiva (Nivel teórico).

La psicología social no es un sistema generalizado de opiniones y concepciones sino de necesidades y aspiraciones que se manifiestan en los sentimientos, emociones y estados de ánimo de las “masa crítica” que enuncié en mi reflexión de la “Revolución de la conciencia” la semana pasada.

La ideología en cambio, es teóricamente sistematizada, un producto de la actividad consciente que se expresa de manera coherente también de sus necesidades y aspiraciones, pero, sobre todo, de sus intereses y los propósitos fundamentales de su clase social.

Espero por el bien de nuestro país, que la oligarquía, cúpulas empresariales e “intelectuales orgánicos”, partidos políticos y frentes como Va por México, empecinados en revocar e incluso cancelar el mandato del presidente de la República en abril de 2022, entiendan que sus bravatas y desafíos polarizantes mediante las cuales pretenden generar incertidumbre, odio y desestabilización para retomar el poder político y económico del neoliberalismo.

No les va a funcionar, por más que intenten manipular la “masa crítica” de la Revolución de la conciencia de la 4ta Transformación.

Por su experiencia de vida y conciencia social empírica, el pueblo sabe que el “ser neoliberal” llegó a tales extremos de desigualdad social, discriminación racial, de género, de discapacitados, de fraudes electorales y corrupción e impunidad de sus gobiernos y deterioro de la naturaleza, todo lo cual provocó una Revolución de la conciencia social valorativa de más de 30 millones de mexicanos que votaron por AMLO y la 4ta Transformación.

La revolución de las conciencias de la “ventana ciudadana” le va a poner freno a la inconsistente mentalidad de los magantes que pretenden revocar el mandato del presidente, sus programas de bienestar social y la soberanía de nuestra nación y recatar el “Ser neoliberal” que ha puesto en crisis a toda la humanidad.

 Lo veremos y diremos. Ténganlo por seguro.    

*Les deseo una feliz Navidad y un prospero año nuevo.  Reiniciamos Reflexiones en Voz Alta en enero de 2022.

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