Con Enrique Peña Nieto en la presidencia y su incondicional Luis Enrique Miranda como secretario de Desarrollo Social, el gobierno federal alimentó a sus organizaciones clientelares, a otras de corte opositor, así como asociaciones civiles y fundaciones ligadas a diversos intereses empresariales y políticos. Si el presidente López Obrador cumple su promesa de entregar los apoyos directamente a los individuos y las familias que los requieren, sin duda afectará a esos grupos de movilización priista, pero también a organizaciones ligadas a algunos de sus actuales partidarios y colaboradores.
Por Mathieu Tourliere/ Proceso
Meses después de tomar posesión como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el priista mexiquense Luis Enrique Miranda Nava decidió otorgar 374 millones de pesos a la agrupación Antorcha Campesina para 2017; de éstos, 87 millones 200 mil pesos se canalizaron en el Estado de México, que ese año tuvo elecciones.
El año anterior, durante la gestión de José Antonio Meade Kuribreña, la Sedesol había entregado apenas 16 millones 800 mil pesos a esa organización fundada en 1974 por Aquiles Córdova Morán, quien la dirige junto con su familia de forma clientelar y violenta.
Documentos internos de la Dirección General de Vinculación Interinstitucional de la Sedesol, elaborados durante la gestión de Miranda Nava, muestran cómo desde esa área se repartieron decenas de millones de pesos por debajo de la mesa a organizaciones sociales. Lo hicieron a través del Programa de Empleo Temporal (PET), de Opciones Productivas y del Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes).
Algunas organizaciones beneficiadas con estos recursos, como Antorcha Campesina o el Congreso Agrario Permanente –integrado entre otros por la Confederación Nacional Campesina (CNC)–, están históricamente relacionadas con el PRI. Los diputados y presidentes municipales de Antorcha Campesina enarbolan las siglas de ese partido y algunos políticos utilizan a sus integrantes como “grupo de choque”.
Pero otras, como la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), El Barzón y la Central Campesina Cardenista (CCC) son aliados históricos de la izquierda partidista, primero del PRD y luego de Morena, así como de Andrés Manuel López Obrador. Los líderes de estas tres organizaciones son actualmente diputados o senadores por el partido en el poder.
Los documentos que obtuvo Proceso están desglosados por agrupación. En una tabla aparecen los nombres de cada organización, fotografía y nombre de su representante, así como los montos que se les entregaron en 2016 y los acordados para 2017.
(Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2206, ya en circulación)