El maratón por la nominación presidencial demócrata llega al llamado Supermartes con un elenco reducido y donde la disputa gira entre un fortalecido candidato de la cúpula, uno de los hombres más ricos del planeta, y un socialista democrático.
En este Supermartes se realizan elecciones internas en 14 estados (y un territorio) donde están en juego más de un tercio de todos los delegados que llegarán a la Convención Nacional del Partido Democrata en julio para coronar el candidato que se enfrentará contra Donald Trump.
Tres precandidatos se han retirado de la contienda desde el sábado despues del triunfo decisivo del ex vicepresidente Joe Biden en la primaria en Carolina del Sur. El primero fue el millonario Tom Steyer seguido por el ex alcalde Pete Buttigieg el domingo y este lunes abandonó su campaña la senadora Amy Klobuchar -estos últimos dos indicaron que ahora endosarán la campaña de Biden, con ello fortaleciendo la opción centrista y frenar la amenaza insurgente del socialista democrático Bernie Sanders.
Con su triunfo en Carolina del Sur, la campaña hasta hace tres días moribunda de Biden ahora buscará presentarse como la opción más pragmática para enfrentar a Trump. La cúpula del partido rápidamente está buscando consolidar el apoyo en torno al quien suponían que ganaría la nominación al inicio de esta competencia que arrancó hace más de un año antes de toparse con una creciente ola a favor de Sanders entre diversos sectores de las bases del partido. Además de los precandidatos, otras figuras de la cúpula democrata y sus aliados, incluyendo políticos retirados, están anunciando su endoso a Biden.
Al mismo tiempo, el multimillonario Mike Bloomberg -con una fortuna personal de aproximadamente 60 mil millones de dólares– competirá ante el electorado por primera vez este super martes. El ha invertido unos 500 millones de dólares hasta la fecha, una suma sin precedente para esta fase de una campaña representando la mitad del total de los más de mil millones que todos los precandidatos han gastado hasta la fecha, después de llegar al concurso tarde y con una estrategia de esperar hasta ahora para concursar. Se verá si su inversión genera las ganancias esperadas en términos de votos al fin de la jornada del martes.
Los analistas y comentaristas ahora están obsesionados sobre si esta competencia entre los demócratas ya se reduce a una contienda entre Biden y Sanders -el candidato del “establishment” que se presenta como la mejor opción para derrotar a Trump y cuyos portavoces insisten que el “socialista” sería un desastre para el Partido Demócrata contra el insurgente que ha dicho que su campaña se trata de promover una “revolución política” para rescatar a la democracia de las manos del 1% y los políticos que patrocinan, como Biden.
Mientras tanto, la senadora Elizabeth Warren, quien se postula como una progresista pero no socialista y por lo tanto mas “pragmática” que Sanders, y quien parece estar descartada por ahora como posible candidata del partido por los expertos, continua en el juego -y muchos no entienden por qué.
Por ello, mucho depende de este super martes, el día más grande de las elecciones primarias en el calendario. Es posible que no se sepan los resultados la misma noche de los concursos, incluso algunos podrían tardar días. Vale recordar que estas son elecciones para acumular delegados, no votos (aunque obviamente lo segundo determina lo primero- y se tiene que superar mínimo 15 por ciento del voto para conseguir delegados).
California es el premio mayor este martes, con más delegados que cualquier otro. Por ahora, Sanders tiene una amplia ventaja en las encuestas, en parte por el amplio apoyo entre latinos y los jóvenes de todos los sectores demográficos. El segundo estado más grande del día es Texas, donde Sanders está en una cerrada competencia con Biden.
En casi todos estará en juego la disputa entre el “establishment” demócrata y lo que algunos llaman el movimiento de Sanders que ha alarmado al liderazgo al colocarse en primer lugar en delegados, en recaudación de fondos, y en las encuestas nacionales. Ante ello, parte de la cúpula ahora considera como prioridad frenar a Sanders.
Hasta Trump comentó hoy sobre las maniobras entre la cúpula demócrata, acusando que los líderes demócratas “están armando un golpe contra Bernie”
De hecho, Biden y otros de la cúpula están incluso tomando prestada una táctica empleada por los republicanos contra los demócratas, usando la antigua retórica de la guerra fría para advertir sobre el “socialismo” de Sanders.
Pero en los estados más grandes que concursan mañana, las bases parecen no estar asustadas por eso. Los votantes probables en las primarias demócratas, según sondeos de CBS News, tienen una percepción más positiva del “socialismo” que del capitalismo – en California con 57 por ciento contra 45 por ciento, y en Texas por un margen aun mayor (¿quién lo hubiera adivinado?) de 56 por ciento contra 37 por ciento.
Fuente: La Jornada