Bajo juramento, el ex director del FBI declaró que decidió hacer públicas sus charlas con Trump para que eso condujera a designación de fiscal especial.
Poco después de su destitución como jefe del FBI, James Comey autorizó a un amigo cercano a diera a la prensa el contenido de sus memos sobre conversaciones con Donald Trump con el fin de impulsar la designación de un fiscal especial.
Durante su testimonio ante el Comité de Inteligencia del Senado, Comey afirmó que decidió escribir el contenido de sus conversaciones con el Presidente porque le parecían perturbadoras, y porque temía que el Presidente pudiera mentir en el futuro sobre el contenido de las mismas.
También porque pensó que en algún momento tendría que defenderse y al FBI, su integridad y su independencia investigativa.
Comey relató al comité que, tras una conversación en la que Trump le dijo que espera que pudiera “dejar ir” la pesquisa del FBI sobre el ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, el escribió uno de esos memorandos.
“Pedí a un amigo que compartiera el contenido (del memo) con un reportero. No lo hice yo mismo por una serie de razones, pero se lo pedí porque creí que eso podía impulsar el nombramiento de un fiscal especial”, relató.
The New York Times informó por primera vez de los memorandos el 16 de mayo. El Departamento de Justicia designó al ex director del FBI Robert Mueller como fiscal especial de la pesquisa rusa dos días después.
Comey dijo que su amigo es un profesor de la facultad de Derecho de Columbia.
El ex director del FBI es amigo de Daniel C. Richman, un profesor de Columbia y ex Fiscal Federal que sirvió como abogado de apelación principal en la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.
Comey decidió hacer público el contenido de sus memos después de que el Presidente Trump lo amenazara desde Twitter.
“Más vale que Comey espere que no hay grabaciones de nuestras conversaciones antes de que comience a filtrar a la prensa”, tuiteó Trump.
El tuit se produjo tras una serie de informes de prensa que aseguran que, en una reunión Trump le pidió a Comey su lealtad, y que Comey se negó a prometérsela.
Según Comey, unos días después del tuit se despertó en medio de la noche con el entendimiento de que debía conseguir que llegara el público el contenido de sus charlas.
Sobre la existencia de grabaciones, dijo que esperaba que existieran, y que por su parte veía bien que se publicaran.
