Este 5 de Noviembre 11 condados del estado de Colorado, EE.UU., votan si quieren separarse y formar su propio gobierno. Si la población apoya la iniciativa, las autoridades y el Congreso serán los que determinarán su futuro.
Los habitantes de esta región de Colorado, predominantemente republicana, dicen que no se sienten representados ni escuchados por su Gobierno. “El poder se concentra en las ciudades mientras que las zonas rurales hemos perdido nuestra voz y la posibilidad de defender nuestros intereses”, dice el portavoz de la iniciativa 51st State (‘estado 51.º’), Jeffrey Hare.
En la última elección, los demócratas se hicieron con la Casa Blanca y también ganaron en Colorado. Desde entonces se han implementado medidas que han generado una ola de críticas entre los más conservadores, que aseguran que su forma de vida está siendo atacada.
El plan de recesión comenzó a raíz de una serie de leyes aprobadas este año durante la legislatura demócrata referentes al control de armas, al trato cruel de animales en la ganadería y a la regulación de la producción de gas y petróleo. “Los tres asuntos vitales que enfrentan a las zonas urbanas con las rurales son la imposición del control de armas, la necesidad de utilizar energías renovables y las regulaciones de gas y petróleo”, continúa Hare.
Pero su intención secesionista tiene un largo camino burocrático que recorrer. Primero deben aprobar la iniciativa los ciudadanos de los 11 condados y más tarde tendrían que tener la mayoría de todos los votantes de Colorado. El siguiente paso estará en manos de los legisladores de dicho estado, que tendrían que dar su visto bueno. Si eso ocurre el gobernador de Colorado tendría que hacer lo propio para que el camino del proyecto continuase. Y de ahí, la propuesta iría a ambas Cámaras del Congreso, que serían los últimos en estudiar la propuesta.
En ese sentido, hay analistas que dejan claro que este movimiento es minoritario y de una corriente conservadora radical. Pero más allá de todo ello, piensan que la iniciativa es una mera utopía. “Tendrían que cambiar las leyes, hacer un cambio de sus propias fronteras, ser admitidos en la Unión otra vez como dos estados y eso no pasará en EE UU Para empezar, el pueblo no lo va a permitir; y para seguir, el Gobierno federal le pondrá una demanda”, opina el analista político Álex Bello.
Sin embargo, hay políticos locales de Colorado que sostienen que no se trata de un problema de su estado, sino que es también una preocupación en muchos otros. “En mis 13 años de comisionada local nunca he visto a tantos ciudadanos tan frustrados, tan desencantados y con la sensación de que los están privando de sus derechos”, expresa la comisionada del condado de Weld County, Colorado, Barbara Kirkmire.
En los últimos años las propuestas de secesión y creación de un nuevo estado o incluso de independencia han sido constantes. Parece ser que la crisis económica es un terreno fértil para este tipo de movimientos. Las 50 estrellas de la bandera de EE.UU. representan a cada uno de sus estados. La número 51 ha sido un interrogante durante décadas. Puerto Rico o Washington D. C. son solo dos de las muchas propuestas que se han puesto sobre la mesa. Sin embargo, solo parecen ser meros brindis al sol ya que la última vez que un estado se separó de otro fue hace ya medio siglo.
Fuente: Actualidad RT