Cinco años sin Cindy

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Por Marisela Ortiz Rivera*

 

“¡No quiero que me vayan a entregar solo huesos de Cinthia,
como a otras madres que buscan a sus hijas!”
Karla Castañeda, madre de Cinthia Jacobeth Castañeda Alvarado,
desaparecida en Ciudad Juárez en 2008

En Ciudad Juárez han desaparecido más de 1,800 niñas y mujeres jóvenes, sin que exista interés de las autoridades para encontrarlas, y a pesar que sus madres y algunas asociaciones civiles como Nuestras Hijas de Regreso a Casa las buscan incansablemente, no son localizadas, porque como señala el escritor y periodista Javier Juárez, quienes deben defenderlas de las injusticias o los crímenes son los mismos que amparan ese sistema. Un sistema fallido.

Cinthia Jocabeth es una de esas pequeñas que un día salió de su casa y no regresó.

Su mamá cuenta que el 24 de octubre del 2008, Cindy, como le gustaba que la llamaran,  se dirigió esa mañana  al centro de la ciudad abordando el transporte público.  Las autoridades no han sido suficientemente claras ni han hecho grandes campañas para prevenir a las familias de que el centro de Ciudad Juárez es peligroso, ya que es de dónde ha desaparecido una gran mayoría de las chicas hasta ahora ausentes.

Cindy, quien contaba entonces con 13 años recién cumplidos cuatro días atrás, salió tempranito de su casa, a eso de las ocho y media de la mañana,  a comprar un material para la escuela, ya que cursaba el primer grado en la escuela Secundaria Federal número 7, en el turno vespertino. También cambiaría  unos zapatos de ‘Yane’, su hermanita, por un número más grande que le quedara a ella, ya que asistiría a una fiesta escolar.

Ella había acordado con un grupito de amigas de su escuela, encontrarse en el lugar donde para el camión,  para ir juntas al centro, pero al parecer sus compañeras no la esperaron y ella subió sola a la llamada “ruta”, a decir de una vecina que también abordó el mismo transporte, y cuenta que incluso ella la vio bajarse del vehículo en el corazón de Ciudad Juárez, donde muchas otras niñas como ella han sido “levantadas” por desconocidos. Y de ahí, nadie más supo nada de ella, hasta ahora.  De esto harán ya cinco años.

Su madre, Karla Castañeda Alvarado, dice: “Mi niña estaba estudiando en la tarde, por eso es que ese día salió  temprano para comprar el material para llevarlo a  la Secundaria ese mismo día porque tenía clases sólo por las tardes.  Yo no la pude llevar,  por eso me siento culpable; es que yo acababa de dar a luz y ahí mismo me operaron para ya no tener familia y no estaba bien de salud. Yo necesito ayuda, la extraño mucho, la quiero ver, abrazarla otra vez y decirle cuánto la amo”.

Cindy es muy  alegre, menciona Karla, le encanta la música reggaetón, baila y canta.

“Me acuerdo de su carita hermosa cuando yo la regañaba, pero luego luego se ponía a cantarme una canción para contentarme, cuando hacía alguna travesura o se portaba mal,  parece que la oigo cantar con su carita muy cerca de la mía, la canción ‘El amor de tu vida’,  de un grupo que se llama Los Capi, que dice:  ‘quién te quiere, quién te ama’…  y ya sabía ella que me hacia reír y me  quitaba cualquier enojo”, recuerda Karla con una sonrisa, melancólica.

“A mi muchachita le fascina cocinar, y aprendía rápido a hacer uno que otro platillo, pero su vocación siempre dijo que era la enfermería. Ella siempre me decía: ‘mamita, yo voy a ser enfermera para que usted ya no trabaje, yo la voy a mantener y le voy a comprar buenos muebles y quien quita y hasta una casita le compro pa’ que vivamos ahí todos’. Cindy es una niña muy linda, muy limpia,  le encanta verse bien, nunca la llegue a ver sucia.  Muy alegre también”, me dice, entrecerrando sus ojos como si de esa manera la pudiera ver.

“También es muy cariñosa, ella quiere mucho a sus hermanos,  y aunque le gustan mucho sus muñecos de peluche, se los prestaba sin protestar; le encantan los ‘Piolines’.  Mi niña prefiere jugar con sus hermanos que salir con las amigas; siempre se la pasó con su hermano Alberto, que de cariño le llamaba ‘Pipirito’  y con su hermanita Janeth, a quien también le puso de apodo ‘Chaneque’.  A ‘mija’ no le gustaba ver pelear a nadie. También a mi papa le decía que cuando terminara su carrera no lo dejaría trabajar más, porque con su sueldo nos mantendría a todos”.

“Se pasaba buen tiempo con su perrita, a la que le puso de nombre ‘Pelusa’; ella amaba los animalitos, y la cuidaba mucho.  Mi niña es de carácter muy lindo, es muy hermosa, es la mayor;  ¡mis hijos y yo la necesitamos!  ¡Ayúdame, necesito encontrarla,  siento que pierdo la razón! Termina diciendo con tal desesperación que conmueve al más insensible, y repite: “¡No se la pudo haber tragado la tierra! ¡No, no, no, yo no quiero que me vayan a entregar lo que a algunas  de mis compañeras!, menciona, refiriéndose a que en el último año, a varias madres les entregaron solo huesos de sus hijas desaparecidas; incluso una de ellas, ¡fue un solo hueso el que recibió! y tuvo que darle sepultura.

Karla Castañeda, madre de Cindy, permanece desde mediados de febrero de este año 2013, en un lugar de los Estados Unidos, en un proceso para legalizar su estancia en ese país,  ya que fue amenazada, hostigada por elementos policiacos, e intimidada a partir de una cadena de protestas que hicieron una decena de madres en la misma situación que ella, para exigir al gobierno del estado de Chihuahua acciones para encontrar a sus hijas desaparecidas en Ciudad Juárez.

A ella la acompañan sus otros cuatro hijos, con edades actuales de los cinco a los diecisiete años; y desde su refugio Karla no deja de insistir a las autoridades que busquen a su hija, y cada día se comunica con sus compañeras  de lucha en Ciudad Juárez, actualizándose y ofreciéndoles su apoyo, dando muestras de su cariño y solidaridad.  Y cada día sueña, dormida y despierta, en ese día en que su hija Cindy regrese a casa…

El próximo 20 de octubre se cumplirán 18 años del nacimiento de Cindy, y el 24 serán cinco años que está desaparecida.  Karla ha organizado un acto conmemorativo con ayuda de asociaciones de California, a realizarse en la Placita Olvera en Los Ángeles, el día 20 de este mes de octubre de 2013, a partir de las doce de mediodía.

Por Cindy, por nuestras hijas, por las de todas…

* Marisela Ortiz Rivera. Co-fundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa en Ciudad Juárez

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Fotos: Los Ángeles Press

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