El brazalete electrónico de localización que se le impuso a Joaquín “El Chapo” Guzmán cuando ingresó al penal del Altiplano fue facilitado por la Fiscalía General de Chihuahua, por ser la primera entidad en el país que lo implementó en delitos menores como parte del Sistema de Justicia Penal, según publica El Diario de Juárez.
Sin embargo, las mismas autoridades estatales advirtieron hace más de un año al hoy ex director del Cefereso 1, Valentín Cárdenas Lerman –sujeto a investigación por la evasión–, y al entonces comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social Federal, José Luis Musi Nahmias, que dicho aparato de tecnología GSM no funcionaría por los inhibidores de señal con que cuenta el penal federal ubicado en el Estado de México.
Fuentes de alto nivel de la Fiscalía, quienes pidieron el anonimato, revelaron ayer a El Diario que esta observación de que el brazalete fallaría por inhibidores de señal quedó registrada incluso por escrito. Aun así los directivos del Cefereso de donde escapó Guzmán Loera a través de un túnel el sábado pasado solicitaron se enviara el brazalete para hacerle pruebas.
“Ellos quedaron en que iban a instalar antenas de radiofrecuencia para buscar el funcionamiento de esta tecnología en el interior del penal de alta seguridad, pero ya no supimos si lo hicieron. El brazalete ya no fue devuelto”, revelaron los informantes.
El pasado martes el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, expresó: “es pertinente señalar que como parte de un programa del Área de Tratamientos Especiales en la que se encontraba el recluso, se le colocó un brazalete que permitía su localización dentro de dicha área”.
“Este brazalete no cuenta con las capacidades de geolocalización que tienen otros aditamentos, como aquellos que utilizan las personas que enfrentan procesos en libertad, toda vez que éstos no funcionan dentro de los penales donde no hay GPS”, continuó.
Ese brazalete, indicó por su parte el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue cortado por “El Chapo” y lo dejó “en la parte superior, antes de bajar al túnel” que conectaba su celda hasta un domicilio ubicado a 1.5 kilómetros de distancia, fuera del penal.
En los videos del momento de la fuga de Guzmán dados a conocer se observa que el narcotraficante ya no llevaba puesto el aparato al momento de descender al túnel construido en el área de la regadera de su celda.
Fuentes del gabinete de Seguridad del Gobierno federal revelaron a medios de comunicación en el centro del país que el brazalete fue donado por las autoridades penitenciarias de Chihuahua para colocarse a Guzmán Loera como parte de una estrategia planteada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Funcionarios de la FGE que participaron directamente en el proceso de entrega del brazalete, narraron a El Diario que al ser detenido “El Chapo” e ingresado el 22 de febrero de 2014 al penal federal de “El Altiplano”, se entabló comunicación con la Fiscalía de Chihuahua para que se facilitara esta tecnología.
“Desde un principio les dijimos que no iba a funcionar y efectivamente nunca funcionó por los inhibidores de señal, de eso se habló personalmente con el director Valentín Cárdenas y también con el titular del Órgano Penitenciario Federal en ese entonces, que era José Luis Musi Nahmías”, manifestaron los informantes.
Con respecto a los brazaletes electrónicos de tecnología GSM (Global System for Mobile communications), con que cuenta la FGE, mismos que son utilizados en personas por la comisión de delitos menores, se explicó que funcionan similar a un chip de teléfono celular, por los cuales se paga una cantidad de alrededor de mil 500 pesos mensuales por unidad al proveedor y prestador del servicio, en el monitoreo diario que se hace a los procesados y sentenciados.
Fuente: El Diario