Por Denisse Dreser
Chihuahua, el horno de la política nacional. Chihuahua la estufa donde estaba colocado el comal de la corrupción. Chihuahua, hirviendo a fuego lento y achicharrando a tantos. Secretarios de Hacienda y dirigentes priistas y periodistas y morenistas, con quemaduras de tercer grado por las posiciones que han asumido, las mentiras que han dicho, las triangulaciones que han ocultado, el esfuerzo de combate a la corrupción que buscan sabotear. Pero no lo logran, todos los días la cruzada chihuahuense gana más adeptos y con razón. Ahí se está cocinando el desafío más importante al régimen priista que hemos visto en décadas. Ahí en las cajas fuertes que César Duarte dejó tras de sí, en los documentos que han salido a la luz en el juicio contra el operador priista Alejandro Gutiérrez, en los contratos elaborados y los recibos firmados, está ADN del PRI. Recaudar y triangular y robar y desviar. Lo intuíamos, lo percibíamos, lo sugeríamos, ahora lo sabemos. Y cuando la Caravana por la Dignidad arribe a la Ciudad de México exhibirá a los carbonizados por Chihuahua:
1) Chamuscado el candidato presidencial José Antonio Meade por difamar a Javier Corral acusándolo de “torturar” testigos, cuando el juicio contra los operadores priistas acusados de triangular fondos es oral, abierto al escrutinio de los medios. Achicharrado por afirmar que Corral miente cuando ahí están los testimonios y los documentos que exhiben al PRI que Meade defiende y del cual contradictoriamente intenta deslindarse, siendo su candidato presidencial. Vendas y vitacilina por favor, para el hombre que ofrece meter en la cárcel a los corruptos y se le olvida que operaron libremente cuando él fue secretario de Hacienda.
2) Chamuscados los funcionarios de Hacienda que se han enroscado verbalmente en los últimos días, intentando justificar lo injustificable, defender los indefendible. José Antonio González Anaya, argumentando que el gobierno de Chihuahua dio mal los números de cuenta para el depósito de los 700 millones de pesos que se le deben. O Vanessa Rubio, subsecretaria que ataca de manera vociferante a Corral, sólo para incorporarse días después a la campaña de Meade. O el subsecretario Messmacher, quien anuncia que los recursos faltantes serán entregados cuando se resuelva la controversia constitucional sobre el método que se usó para enviarlos en el pasado. Cada día un chantaje distinto; cada día un tueste diferente.
3) Chamuscados los miembros de Morena -entre ellos Yeidckol Polevnsky y Olga Sánchez Cordero -que han atacado a Corral y su causa en vez de sumarse a ella. Que han defendido a Manlio Fabio Beltrones en vez de reconocer su involucramiento como autor intelectual de los desvíos. Que han descalificado la lucha contra la corrupción impulsada desde Chihuahua por ser un “distractor” del Frente, sin comprender que es una causa de México. La cloaca destapada ahí debería unir a la oposición en vez de fragmentarla; debería colocar a frentistas y lopezobradoristas y perredistas en el mismo bando, peleando por la misma causa, y no entre sí.
4) Chamuscados muchos medios y algunos comentaristas que han promulgado la línea oficial sobre Chihuahua sin investigar, sin hurgar, sin contrastar, sin hacer su trabajo. La mayor parte de los periódicos del país le han hecho el trabajo sucio a la Secretaría de Hacienda, reproduciendo sus dichos y boletines, sin mirar -por ejemplo- el trabajo de la ONG México Evalúa, que ha medido la discrecionalidad con la cual las autoridades hacendarias envían recursos a los estados vía el Ramo 23, premiando a algunos, estrangulando a otros. La prensa, creyendo que quema a Corral, se calcina a sí misma.
5) Chamuscada la PGR que lenta y tardíamente -como resultado de la presión pública y no por oficio- anuncia tres órdenes de extradición contra el ex gobernador César Duarte, pero sólo por 3 delitos y no por los 11 denunciados por la Fiscalía de Chihuahua. El anuncio alerta a Duarte, que probablemente ya emigró a un país sin tratado de extradición con México o contrató a un cirujano plástico. Y acusado de sólo 3 delitos podrá ampararse ad infinitum y evadir la justicia como tantos más.
Por ello, desde Chihuahua, cientos de mexicanos vienen marchando. Vienen cargando cajas de cerillos. Vienen iluminando. Vienen con la frente en alto y las antorchas encendidas porque la democracia muere en la oscuridad.
Fuente: Reforma