Por Francisco Javier Pizarro Chávez
Desde que asumió la presidencia de la República, el 27 de septiembre de 2018, Amlo convocó a los familiares de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que fueron desaparecidos en 2014.
Sostuvo una reunión a puerta cerrada con ellos por más de dos horas, en el Museo Memoria y Tolerancia, los cuales agradecieron al mandatario que haya abordado la puerta luego “de cuatro años de estar tocando sin respuesta” del mandatario presidencial Enrique Peña Nieto, y Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República, para dar con el paradero de sus hijos y que se haga justicia del fatídico crimen creado en 2014.
El presidente electo les informó que, a partir del primer día de iniciar su mandato, fomentaría la Comisión de Investigación de la Verdad creada por el primer Tribunal Colegiado del Decimo Noveno Circuito de Tamaulipas, el cual fue suspendido debido a impugnaciones promovidas por la administración encabezada por Enrique Peña Nieto y el Procurador General de la República Jesús Murillo Karam.
Ambos personajes, sostuvieron que los normalistas, fueron “desaparecidos” en Iguala, en una “acción concertada entre integrantes del Grupo criminal “Guerreros Unidos” y autoridades y policías municipales. Esa fue la falsa “verdad Histórica”, del Procurador durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
La “verdad histórica” inventada por la PGR fue desmantelada a contrapelo de las pruebas periciales de expertos nacionales e internacionales, los cuales demostraron que no había evidencia científica alguna que le de sustento.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), grabó en videos aéreos los basureros donde incineraron a los normalistas, en los que aparecen el ex procurador Jesús Murillo Karam y 12 miembros de la Marina, encubriendo los fatídicos asesinatos de los 43 estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014.
El viernes 19 de agosto de este año el “padre de la verdad histórica”, Jesús Murillo Karam fue detenido en su casa acusado ni mas ni menos, de la “desaparición forzada, tortura y no acotamiento de la justicia en el caso de Ayotzinapa”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador durante cuatro años expuso a la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, que indagara las investigaciones de expedientes del caso Ayotzinapa de la ex Procuraduría General de la República, la Marina, el Ejército y las corporaciones policiales.
La Comisión referida se dio cuenta que la falsa “verdad histórica” promovida por el expresidente Peña Nieto y el ex procurador Murillo Karam, en realidad fue “un crimen de Estado”, esto es, “una acción concertada del aparato organizado del poder desde el más alto nivel del Gobierno que oculto la verdad de los hechos, altero las escenas del crimen, oculto los vínculos de autoridades del grupo delictivo y la participación de agentes del Estado, fuerzas de seguridad y autoridades responsables de la procuración de justicia en la desaparición de los estudiantes”. Un servidor incluiría también a las fuerzas militares y de la marina.
La “verdad histórica” referida en el sexenio de Peña Nieto fue implementada por el Procurador General de la República, José Murillo Karam; el Subprocurador de la SEIDO, Rodrigo Archundia; el encargado del despacho de la SEIDO, Hugo Ruiz; el titular de la Unidad Especializado en Materia de Delitos contra el Secuestro, Gualberto Ramírez Gutiérrez y el director de la AIC, Tomas Zerón quien se fugó a Israel, señaló el informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa.
Lamentablemente, no hay “indicio alguno de que los estudiantes se encuentran con vida; por lo contrario, todos los testimonios, evidencias, acreditan que éstos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”.
Los narcotraficantes detenidos confirman que ejecutaron a los estudiantes en el basurero de Cocula, y que después de la ejecución de los estudiantes, “los restos y cenizas fueron recogidas en bolsas negras de basura y aventadas al río San Juan”.
Tan real es ese lamentable asesinato de los 43 normalistas, que el Juez de Control del Centro de la Justicia Penal Federal en la Ciudad de México con sede en el Reclusorio del Norte, le concedió al ex procurador Murillo Karam una orden de arresto “por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia, en el caso de Ayotzinapa”.
Mi estimado amigo, Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación y presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, advirtió hace tres años (2019) que el ex procurador de Enrique Peña Nieto, Murillo Karam estaba en la mira de las autoridades.
Señaló que la “verdad histórica” del ex procurador Murillo Karam, prevalece “contradicciones, rupturas argumentativas y vacíos narrativos que acreditan el abuso de poder; que derivó en el entorpecimiento de los procesos de búsqueda y de las investigaciones, generando vicios y deficiencias que obstaculizaran el acceso al derecho a la verdad y la justicia”.
“Ni perdón” “Ni Olvido” de la engañadora “Verdad histórica” del Caso de Ayotzinapa promovida por Enrique Peña Nieto y Murillo Karam. Veremos y diremos si se cumple o no.