La actriz estadounidense de 60 años se encuentra hospitalizada en Los Ángeles
Carrie Fisher, más conocida como la princesa Leia de la saga cinematográfica La guerra de las galaxias, se encuentra en estado crítico, hospitalizada en el centro médico de la UCLA en Los Ángeles tras sufrir un ataque cardíaco. La intérprete, de 60 años, fue trasladada al hospital tras sufrir un infarto cuando quedaban pocos minutos para que aterrizase el vuelo United 935, procedente de Londres. Fisher, hija de la también actriz Debbie Reynolds (Cantando bajo la lluvia) y Eddie Fisher, fue atendida por el personal de la aerolínea cuando sintió los primeros síntomas. Las unidades de emergencia estaban avisadas y a la espera del aterrizaje en el aeropuerto de la ciudad californiana para llevar a la intérprete al centro médico. Se encuentra ingresada en estado crítico y con respiración asistida.
Varios pasajeros que viajaban con ella indicaron en las redes sociales que quienes la asistieron tardaron 15 minutos en restablecerle el pulso. Entre los pasajeros, se encontraba la actriz Anna Akana, quien relató que la asistencia fue inmediata. Sin embargo, el portal TMZ subraya que el infarto fue muy grave. El hermano de la actriz, Todd Fisher, declaró en torno a las cuatro de la tarde en Los Ángeles a la agencia AP que se encontraba estable.
El nombre de Fisher saltó a la fama en 1977 con el estreno de una película que rompió con todos los cánones cinematográficos hasta la fecha. Se trataba de la aventura galáctica La guerra de las galaxias, Episodio VI. El filme la convirtió de por vida en la princesa Leia, catapultándola a una fama internacional, que se prolongaría con las otras dos entregas de la misma saga El imperio contraataca(1980) y El retorno del Jedi (1983), a la que le costó adaptarse. Nunca volvió a tener otro éxito igual, pero si bien su nombre languideció como actriz, Fisher se labró una carrera como escritora y como monologuista. Esta hija de Hollywood tenía mucho más que contar. Una historia que comenzó antes de nacer cuando su padre, Eddie Fisher, abandonó a su madre por Elizabeth Taylor mientras estaba embarazada.
Desde que rodó la primera película de Star Wars hasta finales de los años ochenta, Fisher pasó sus peores momentos de adicciones a drogas y medicamentos. Una de las frases de presentación de sus espectáculos, como su monólogo teatral Wishful Drinking, resume su forma de enfrentarse a su pasado: “¿Conocéis ese dicho que sostiene que la religión es el opio de las masas? Bueno, pues yo tomé masas de opio religiosamente”.
En cambio, contar su vida se convirtió en un éxito: es autora de libros como Postales desde el filo (que años más tarde protagonizaría Meryl Streep) donde hablaba de sus problemas con el alcohol y las drogas, además de la posesiva relación con su madre. En la actualidad, estaba promocionando su última obra, Princess Diarist, centrada en sus experiencias durante el rodaje de La guerra de las galaxias.
Fisher, que estuvo casada con Paul Simon, solo tenía 19 años cuando su personaje, la princesa Leia, pasó a formar parte de la cultura pop. Un papel que retomó el pasado año en El despertar de la fuerza, la continuación de esta saga. En la recién estrenada Rogue One, Fisher vuelve a formar parte de esta historia, aunque su presencia rejuvenecida es fruto de los efectos especiales
Tras conocerse el infarto, Mark Hamill, el Luke Skywalker de La guerra de las galaxias, expresó su preocupación por el estado de salud de Fisher en las redes sociales. “Por si 2016 no pudiera ir peor… Le mando todo nuestro amor @carrieffisher”. Un sentimiento al que también se unió el actor Peter Mayhew, más conocido como Chewbacca. “Mis pensamientos y mis oraciones están con nuestra amiga y la princesa favorita, @carrieffifher”, añadió el intérprete.
Fuente: El País