Unos 18 integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre ellas dos mujeres y un hombre de nacionalidad colombiana, fueron detenidos presuntamente por estar relacionados con el secuestro y asesinato de Octavio Martínez Quiroz y Alfonso Hernández Villavicencio, integrantes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), el pasado mes de febrero en Xalisco, Nayarit.
Entre los responsables se encuentran elementos de la policía, quienes brindaban protección a la banda delincuencial.
En conferencia de prensa, Omar Hamid García, titular de la Agencia de Investigación Criminal, de la PGR, informó que Mauricio “N”, de nacionalidad colombiana, es presunto operador del tráfico de estupefacientes en Puerto Vallarta, al servicio del CJNG, cuyo principal centro de operación es el estado de Jalisco.
Esta persona sería el presunto autor intelectual y uno de los materiales de la privación ilegal de la libertad y posterior homicidio de los agentes de investigación.
En otra operación fue asegurado Luis Manuel “N”, presunto encargado de brindar soporte técnico y de comunicación, señalado por las autoridad como el presunto responsable de publicar el pasado 10 de febrero, el material audiovisual en un sitio web dedicado a compartir videos, en donde aparecen los dos agentes de la PGR sometidos por hombres encapuchados, quienes les apunta con armas largas.
En un tercer domicilio fueron detenidos Ubaldo “N”, quien funge como subdirector operativo de Seguridad Pública y Tránsito; mientras que en un cuarto inmueble se arrestó a Carlos Rogelio, policía municipal. Ambos, al parecer, brindaban seguridad al cártel.
Los agentes fueron secuestrados el 5 de febrero pasado cuando regresaban de una fiesta en el municipio de Xalisco, Nayarit.
El 10 de febrero, los cuerpos de ambos elementos fueron encontrados dentro de un auto en el mismo municipio donde fueron privados de la libertad.
En redes sociales circuló un video donde los dos agentes critican los operativos que el gobierno federal realiza contra la delincuencia.
En la grabación los elementos aparecían hincados y con las manos atadas por la espalda.
Fuente: Apro